La Fundación quiere cada año decidir lo que paga

Al margen de trasladar a 2016 y 2017 la amortización de capital, la entidad confía en una rebaja de dos puntos en el tipo de interés El dinero pendiente se abonaría al vencimiento del crédito

C. V. | VALENCIA..-

El parto está siendo más largo de lo deseado pero nadie duda de que habrá celebración. Fundación y Bankia continúan sin sellar el nuevo acuerdo al que están condenadas ambas partes desde hace muchos meses. El martes acabó el plazo para que la Fundación pagara esos 4,8 millones de euros que debía abonar a la entidad bancaria por los intereses generados en 2012 y anoche todavía seguían en el aire las negociaciones. Querían haber anunciado ayer la luz verde, pero se quedaron con las ganas.

Tanto Bankia como la Fundación se situaban anoche en un paisaje de colaboración plena, mientras que el Instituto Valenciano de Finanzas, avalista de esos 81 millones de euros del crédito, siempre ha confiado en el buen término de las negociaciones. Pero como suele ocurrir en situaciones así, es inevitable un tira y afloja entre lo que unos están dispuestos a conceder y los otros quieren o pueden pagar.

La Fundación hoy en día no tiene ingresos extraordinarios. Genera dinero, pero la cifra no es tan importante como para pensar en que sea capaz por sí sola de abonar el actual 6% de intereses. En un año bueno, la Fundación puede llegar a tener en caja millón y medio de euros. No puede comprometerse a pagar mucho, más porque ni vende acciones ni puede por ley el Valencia inyectarle una donación.

Y con eso, lógicamente, no alcanza a satisfacer lo pactado en un principio. De ahí que entre las diversas opciones que ha puesto sobre la mesa la Fundación esté el rebajar de manera considerable el tipo de interés. Resultaría fundamental. No es lo mismo pagar un 2,5%, por ejemplo, que el 6% actual. El problema es que Bankia no está por la labor de ceder tanto.

Sí parece que convence la idea de estirar la devolución del préstamo al menos un par de años más. En vez de 2014 y 2015, como estaba estipulado en la firma del documento que se hizo en 2009, se trasladaría el límite del crédito hasta 2016 y 2017. Hay que recordar que en 2014 había que hacer frente a 40,5 millones de euros, al margen de los correspondientes intereses, y en el siguiente año se afrontaría el segundo plazo, con otros 40,5 millones. Cifras hoy en día impensables.

¿Cuál puede ser la solución intermedia? Una de las hipótesis de trabajo planteadas es, por un lado, rebajar ese 6 % hasta situarlo en torno al 4% y, por otro, pagar cada año lo que se pueda (ese 1,5 millones anual aproximado) y trasladar la cantidad del vencimiento de los intereses que quede pendiente al grueso del crédito. Entonces, en lugar de tener que devolver 81 millones de euros en 2016 y 2017, sería esa cifra más la suma de los impagos de todos los ejercicios anteriores.

Esa hipótesis era una de las que más fuerza habían adquirido en las últimas horas. El lunes, Társilo Piles y Pablo Mantilla trataron de convencer vía telefónica y por videoconferencia a los responsables de Bankia durante más de cuatro horas. Como al final no llegaron a un punto común, lo dejaron para este miércoles. Y ayer, ya por vía telefónica, se siguió avanzando aunque sin poder anunciar el éxito final.

Desde la Conselleria se seguía con suma atención cualquier tipo de movimiento. Ya dijo el conseller de Economía, Máximo Buch, que el Instituto Valenciano de Financias ha prestado ayuda a la Fundación en cuanto a asesoría. El IVF siempre ha tenido claro que no se puede contemplar la ejecución del aval porque eso supondría una carga económica brutal a las arcas públicas.

http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2012-11-29/fundacin-quiere-cada-decidir-20121129.html