Una veintena de los aficionados valencianistas de la denominada Curva Nord -componentes de las peñas Gol Gran y Yomus-, irrumpieron en el entrenamiento del Valencia ayer por la tarde en la Ciudad Deportiva de Paterna y, posteriormente, mantuvieron una reunión con los tres capitanes del equipo, Albelda, Soldado y Ricardo Costa. Los seguidores se encargaron de transmitir a los futbolistas el disgusto provocado por la actitud del equipo de Emery en los postreros compromisos frente al Espanyol y el Atlético de Madrid, este último de la Europa League, en los que se han encajado ocho goles.
La situación que se vivió vino a demostrar el ambiente de crispación que invade al valencianismo, pues la tensión fue en aumento hasta el punto de que el club reclamó la presencia de la policía, dos de cuyos vehículos acudieron de inmediato, ante el temor de que se pudiera producir algún tipo de incidente cuando los jugadores abandonaran la Ciudad Deportiva.
Minutos antes de las seis de la tarde, hora prevista para el inicio de la sesión vespertina de trabajo de la plantilla, los seguidores se fueron concentrando en el aparcamiento exterior del recinto valencianista. Los hinchas aguardaron a estar todos los componentes del grupo previsto, con un solo objetivo: acceder a las instalaciones y mantener una entrevista con los capitanes de la plantilla.
A pesar de que la seguridad privada del club intentó disuadirles de sus intenciones, reclamando incluso la presencia de la Policía Nacional -llegaron dos vehículos-, los seguidores se saltaron las normas que rigen en el recinto del Valencia, pasaron por debajo de la barrera que impide el paso y se plantaron ante la puerta del hall del edificio principal, siempre con la seguridad privada del club protegiendo dicha puerta para evitar que pudieran llegar hasta el campo de entrenamiento. Mientras tanto, otros aficionados con niños que esperaban poder acceder a la Ciudad Deportiva se sintieron discriminados y expresaron sus quejas.
El miembro de seguridad del Valencia avisó a los responsables del club que se encontraban en la Ciudad Deportiva de lo que sucedía. Fue entonces cuando el delegado del equipo, Salvador González 'Voro', y el director de comunicación, Damià Vidagany, salieron del interior y estuvieron dialogando con los componentes de la denominada Curva Nord, quienes transmitieron su deseo de entrevistarse con los capitanes del conjunto valencianista.
Cuando los empleados del club accedieron a la petición de los radicales y les invitaron a que esperasen en la cafetería del recinto hasta que el momento fuera el más oportuno, estos aceptaron de manera paciente. Minutos después uno de los miembros de la Policía Nacional acudió en busca del grupo y les acompañó hasta el interior del mini estadio, donde el Valencia se había entrenado. Allí se iban a encontrar con los capitanes.
Nadie del Valencia aclaró si el entrenamiento se suspendió ante la presencia de los miembros de la Curva Nord, puesto que fue muy breve. Lo cierto es que mientras los aficionados hablaban con los capitanes del equipo, el resto de la plantilla de futbolistas estaba en el interior del vestuario. Unai Emery se quedó en una de las bandas del terreno de juego del mini estadio dialogando con Antonio Sesé, el último miembro que se incorporó al consejo de administración.
Todavía en marcha la reunión de aficionados y capitanes, siempre en el interior del mini estadio, los demás jugadores comenzaron a abandonar las instalaciones de la Ciudad Deportiva. Poco después lo hicieron también los policías que habían acudido a Paterna, en vista de que no había peligro de que se produjeran incidentes.
Cuando finalizó el cónclave, los representantes de Curva Nord fueron acompañados a la salida de la Ciudad Deportiva, instante en el que se pudo observar la presencia de uno de los responsables de seguridad del Valencia, Julián Suescun.
Ya en el exterior, Ramón Castro, de la peña Yomus, y Paco Rausell, de Gol Gran, explicaron lo que habían manifestado a los capitanes del Valencia. Los aficionados les mostraron su disgusto por la actitud del equipo en los dos últimos partidos frente a Espanyol y Atlético de Madrid. Del mismo modo, dijeron, se les exigió mayor responsabilidad por representar a un club histórico como es el Valencia, además de hacerles saber que la afición de Mestalla no merece semejantes actuaciones.
Según comentaron ayer miembros de la Curva Nord, los capitanes aseguraron que la plantilla también está «decepcionada» por los últimos resultados. Del mismo modo, los futbolistas aseveraron que el equipo siempre sale al campo con la intención de ganar y mostraron su gratitud por el respaldo de la afición.
Uno de los portavoces de este grupo llegó a comentar que tendrán que hablar con Emery, si continúa la próxima temporada al frente del equipo, pues no están dispuestos a sufrir humillaciones como las últimas. Los seguidores dejaron constancia de que se volcarán animando al Valencia hoy ante el Betis y el jueves contra el Atlético.
El epílogo a la accidentada tarde lo puso el director de comunicación valencianista, Damià Vidagany, quien calificó la reunión de muy positiva. Curva Nord, por su parte, escribió en su twitter oficial lo siguiente: «Curva Nord ha trasladado a los capitanes nuestra preocupación, la reunión ha sido muy satisfactoria y estamos al 100% para los próximos duelos».
Además de esta reunión, un grupo de chavales increparon a Emery cuando llegó a Paterna para comparecer ante la prensa abtes del entrenamiento. Otra muestra de la crispación que vive el valencianismo tras las últimas derrotas.
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