Estaba en el sitio idóneo en el momento adecuado. Miguel Ángel Portugal echó la vista a la cantera y puso a jugar con los mayores al mejor talento cántabro de los últimos años. Era Sergio Canales, el zurdo que irrumpió en la Liga en enero de 2009 a base de asistencias y golazos con el Racing de Santander, llamando a porrazos a las puertas de los grandes.
La suerte, necesaria para culminar el sueño de toda una vida, le sonreía. Y el Real Madrid apostó por él. En la capital encontró una constelación de estrellas y un entrenador con demasiada prisa por ganar y poca paciencia para dar cancha a los jóvenes. Jose Mourinho lo condenó al ostracismo -sólo jugó 300 minutos en toda la temporada- y Canales agarró con firmeza el tren del Valencia, un club de primera fila en donde sí podría sentirse, de nuevo, protagonista sobre el terreno de juego.
Los primeros pasos del zurdo con el conjunto blanquinegro demostraron que estaba en lo cierto. Emery le dio confianza y Canales, sin ser titular por decreto, daba minutos de calidad, empeñado en ser clave en su nuevo equipo. El 25 de octubre, el fútbol le puso de nuevo contra las cuerdas. Ese día se confirmó que Canales tenía roto el ligamento cruzado anterior. La temporada, prácticamente, había finalizado para él.
Era la segunda oportunidad perdida para el cántabro, la primera con el Valencia. El miércoles, contra el Rayo Vallecano, Canales puso fin a su calvario. Jugó sus primeros minutos desde la grave lesión, tiempo más que suficiente para cargar su zurda y asistir a Pablo Hernández en el tanto que redondeaba la victoria del Valencia.
Canales ha llegado a tiempo de ser el mejor refuerzo posible para Emery en este tramo final de temporada, con las semifinales de la Europa League por disputarse y el equipo jugándose la tercera plaza liguera. Pero hay más. Al centrocampista aún le queda un año más en el Valencia -como mínimo- para explotar definitivamente y consagrarse en la élite.
La entidad de Mestalla ya ha decidido que va a hacer efectiva la opción de retener una temporada más al futbolista, evitando así su regreso al Real Madrid al menos hasta 2013, como informó ayer la Cadena SER. Al Valencia, lógicamente, se le ha hecho corta la cesión de Canales por un año y por este motivo Braulio confía en que el cántabro ofrezca su mejor versión la próxima temporada. La intención de las dos partes es ésta, aunque de momento no haya anuncio oficial. El representante del cántabro está convencido de que no habrá problemas para sellar la continuidad, pero no será hasta el verano cuando firmen el nuevo acuerdo.
De esta forma, el Valencia tendrá que pagar al Real Madrid dos millones de euros -uno por temporada- por la cesión de Sergio Canales. A esta cantidad hay que sumar los 1,5 'kilos' anuales que el cántabro percibe de ficha. En total, si finalmente el futbolista acaba regresando al Madrid en junio de 2013, el Valencia habrá invertido cinco millones en el zurdo.
Entre los motivos que retrasaron la oficialidad del acuerdo el pasado verano sobresale la complejidad del contrato, con múltiples detalles ya firmados. Uno de ellos es que el Valencia puede ejercer la opción de compra sobre el futbolista en cualquier momento antes de que expire el plazo, en junio de 2013. La entidad de Mestalla tendría que abonar 12 millones al Real Madrid para quedarse a Canales en propiedad. Si ejerciera la opción de compra, el Valencia haría un nuevo contrato al futbolista de cuatro o cinco temporadas.
El Real Madrid se deshizo de su perla, aunque se reservó la posibilidad de repescarla en el futuro. Si el Valencia comprara a Canales, el conjunto blanco podría recomprarlo los dos años siguientes por una cantidad que oscila entre los 15 y los 18 millones. El Valencia se aseguraría de esta manera no perder dinero en la rocambolesca operación y el Madrid tendría siempre controlado a un joven de gran proyección. En caso de que el equipo que preside Florentino Pérez quisiera rescatarlo antes, debería pagar una penalización al Valencia de cerca de 2,5 millones.
Cláusula del 'cagazo'
Otra de las cláusulas que el club de la capital incluyó en la operación fue la del 'cagazo'. Al igual que ha hecho con otros muchos canteranos que pueblan la Primera División, Canales no puede jugar ante el Real Madrid mientras vista la camiseta del Valencia.
Con 21 años, el cántabro está llamado a ser uno de los líderes del nuevo proyecto blanquinegro en la 2012-2013. Los jóvenes que la dirección deportiva incorporó en verano -Parejo, Piatti o el propio Canales- no han explotado este año y ya piensan en el próximo curso para desquitarse individualmente.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2012-04-13/segunda-oportunidad-para-canales-20120413.html
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