Por desgracia para Manuel Llorente, está haciendo más viajes a la Ciudad Deportiva de lo que esperaba. Las visitas del presidente del Valencia se han convertido en rutina y eso sólo quiere decir desgraciadamente una cosa: problemas. Lo de reunirse con los jugadores y cantarles las cuarenta ya ha quedado demostrado que sirve para poco. Y como si no es eso poco se puede hacer, pues Llorente ha optado por otra fórmula que, dicho sea de paso, tampoco ha dado resultados.
El presidente acude al entrenamiento, deambula de aquí para allá, saluda a todo el que se cruza con él, pregunta y hasta se interesa por unos y por otros. Pero de buen rollo. Pretende el dirigente que los futbolistas por un lado se sientan arropados y, por otro -el más importante-, responsables de lo que llevan entre manos. «Siempre que viene aquí es para sumar. En muchos momentos viene cabreado pero siempre con la sinceridad de apoyar y estar unidos. Para él, el tercer puesto es un triunfo. Habla con todo el mundo, hasta con las chicas de la cocina», decía Emery.
Ayer era la primera oportunidad que tenía de ver a la plantilla después del 1-0 de Málaga, porque Llorente se quedó en la ciudad andaluza y volvió el lunes en coche.
Además de hablar con Unai Emery pudo pulsar el estado de ánimo de algunos miembros de la plantilla, incluido el capitán Albelda.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2012-05-02/llorente-vuelve-paterna-para-20120502.html
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