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lunes, 31 de marzo de 2014

24 horas para el nuevo Valencia

Las posibles ofertas de compra del club sólo llegarán minutos antes de las 16 horas del 1 de abril



HÉCTOR ESTEBAN | .-

Gráfico: hoja de ruta para la venta del Valencia CF


El martes 1 de abril a las 16 horas, el Valencia está obligado a iniciar un nuevo capítulo en sus 95 años de historia. Cuando las manecillas del reloj marquen la hora clave, las ofertas vinculantes, aquellas que si se aceptan tienen garantizada la compra del Valencia, estarán encima de la mesa. El inversor (si finalmente lo hay) será el nuevo dueño del club de Mestalla y asumirá los más de 300 millones de euros de deuda con Bankia como principal acreedor. El valencianismo irá esta tarde al estadio a ver el partido ante el Getafe con una sensación: límite 48 horas.
Mañana se inicia el principio del fin de uno de los capítulos más estrambóticos que ha vivido la entidad blanquinegra. Haya o no oferta, se abre otro horizonte. El del nuevo comprador o el de un proceso incierto que nadie sabe cómo puede acabar. Sobre la mesa, la operación de compra del 70% de las acciones del club a razón de 90 millones de euros que debe la Fundación y un crédito de 220 millones de euros que mantiene el Valencia.

Crédito prorrogado 
La decisión adoptada el martes por Bankia de prorrogar un mes ese crédito del club, hasta el 27 de abril, tras el amago del preconcurso de acreedores del presidente, Amadeo Salvo, generó un sinfín de lecturas que coincidieron después en el mismo camino: si el banco accedió es porque sabe que el 1 de abril habrá una oferta como mínimo encima de la mesa. Además, la entidad financiera ha prorrogado sin exigir nuevas condiciones al acreedor. Una forma de deslizar que hay total seguridad en que el proceso terminará con la venta del Valencia antes de que llegue el mes de mayo.

Un inversor, expulsado 
Otra de las decisiones que invitan a pensar que el proceso está encauzado es el hecho de que en las pasadas Fallas, uno de los inversores fue expulsado del proceso acusado de filtrar información de la virtual Data Room, el contenedor de documentos en internet donde los interesados pueden consultar la situación económica del Valencia y que se cerrará mañana. La decisión de expulsión contó con el voto a favor de las cuatro partes que forman la comisión gestora de este proceso: Bankia, Valencia, Fundación y Generalitat.
La oferta expulsada, que había pasado el filtro de selección -por lo que en principio contaba con las garantías y la solvencia económica-, tenía como cara valenciana del proyecto al presidente de la Diputación del Valencia, Alfonso Rus, que nunca ha escondido su interés por presidir el club de Mestalla. Por eso, es significativo que la Generalitat, a través del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), que es el representante en la comisión gestora, votara a favor de la expulsión de una propuesta que tenía a Rus como el elegido para presidir al equipo de Mestalla. Un detalle que al líder del PP en la provincia de Valencia no le hizo precisamente mucha gracia.

Amago de preconcurso de acreedores 
Durante la última semana, el presidente del club, Amadeo Salvo, ha combinado su amago de preconcurso de acreedores con un baño de masas a golpe de entrevistas en televisiones y con una especie de 'Aló presidente' el viernes pasado durante cinco horas en las redes sociales y en la web oficial del club. Salvo, que se ha caracterizado por ser un mandatario de un marcado corte populista, contestó a casi todo lo que se le planteó. Desde la Generalitat, que en definitiva es quien lo encumbró, no esconden que el actual presidente del Valencia se ha ganado a la masa social. Y ese detalle, que no es mínimo, genera cierta preocupación.
El papel adoptado por Salvo ha sido fundamental en el devenir de los acontecimientos en las sucesivas fases del proceso de venta. En diciembre, un par de horas antes del partido ante el Real Madrid, calificó de «barbaridad» la oferta que el magnate asiático Peter Lim iba a presentar para comprar el Valencia. Al final, el envite quedó plasmado en un folio que Bankia no consideró.
Semanas después, una vez el proceso de venta saltó por los aires, Salvo afirmó que él no trajo a Lim e invitó a los periodistas a buscarlo. En público y en privado asegura que no está detrás de ninguna oferta. Gente de su entorno asegura que Salvo se ha movido en dos direcciones. Primero para buscar inversores (incluso más de uno) con el fin de jugar otra partida a partir del 1 de abril. En segundo lugar, con un plan B para que el ofertante que llegue cuente con él como la cara valenciana para representar el proyecto. Todo es posible en esta partida.

Los movimientos de Salvo 
En el día y medio que queda queda, todos están atentos a los movimientos de Salvo. En el último mes ha movido los hilos bajo un esquema muy planificado. El 12 de febrero, la Fundación, presidida por Aurelio Martínez, firmó un nuevo proceso de venta en una reunión tensa en la que se produjeron enfrentamientos verbales entre algunos de los patronos. Un día después, el presidente del Valencia convocó una rueda de prensa que hizo saltar un acuerdo en el que el club estaba en inferioridad y abrió una nueva crisis que obligó a intervenir a la Generalitat para liderar el proceso y sentar en la mesa a las cuatro patas que actualmente sustentan a la comisión gestora.

El presidente de Wanda, en Valencia 
Salvo calibra sus movimientos con el fin de ganar tiempo. En pleno proceso de venta, se trajo a Valencia a Wang Jianlin, presidente de Wanda y una de las grandes fortunas chinas. Aseguró que el interés del magnate asiático sólo era invertir en ladrillo -días después compró en Madrid el edificio España por 250 millones de euros- pero Salvo logró generar el runrún necesario para aventurar una jugada.
Después, la expulsión de una de las ofertas a iniciativa del Valencia -el presidente del club lideró esta medida tras la información económica desvelada por LAS PROVINCIAS y la Cadena Ser- y la publicación del acuerdo de los criterios de valoración del Valencia y de la Fundación han jugado a su favor en la mesura de los plazos. Con este último comunicado, Salvo pretendió trasladar que el voto del club y de la entidad que dirige Aurelio Martínez será el mismo, aunque el sufragio secreto de los patronos deja con pocas opciones a que se cumpla este hipotético preacuerdo.

El favorito de Bankia 
En el otro lado, muchas teorías confluyen en el hecho de que Bankia lo puede tener ya más que hecho con alguna oferta. La caballerosidad obliga a respetar los plazos. En el documento que se ha entregado a los inversores hay un punto en el que se permite una reunión con los responsables del banco en la sede central de Madrid. Por eso, todos los que están y han querido, han podido pasar por allí a poner encima de la mesa su caramelo. Bankia sabe quién hay, qué hay y cuál es el proyecto.
Al banco el Valencia le arde en las manos. Quiere quitarse el problema como el que necesita respirar. La entidad, intervenida pero en pleno proceso de reprivatización, necesita soltar lastre. El Valencia, con sus 300 millones de euros de deuda, es un molesto maquillaje de cara a Europa. Más todavía cuando la Comisión de la Competencia de la UE ha declarado ilegales las ayudas públicas al club por parte de la Generalitat Valenciana.

La refinanciación de la deuda 
En las bases para los inversores hay una cosa que queda clara: refinanciación. Por eso la comisión gestora (Bankia por encima de todos los demás agentes) pide al detalle que el interesado especifique en su oferta que si no es capaz de cubrir la deuda diga cuánto dinero quiere refinanciar en relación a todos los créditos del Valencia y la Fundación con el banco. Esto es lo realmente importante para Bankia, que además pide como requisito obligado y comprensible que vayan por delante los avales bancarios de la operación.
Además, en ese documento que posee LAS PROVINCIAS y que detalló la semana pasada, se abre la puerta a un futuro sin inversor en forma de oferta vinculante. Sería una propuesta con asterisco a una propia due diligence (auditoría económica) al margen de la realizada por el Valencia en la que, por si acaso, las partes no son capaces de garantizar la veracidad de los datos volcados en la Virtual Data Room. Este detalle es la puerta abierta para armar un nuevo proceso a partir del 1 de abril en el caso de que la oferta no sea redonda.

Y después del 1 de abril, ¿qué? 
Esta es la principal baza de Bankia. Perfilar una oferta no cerrada en los días posteriores al 1 de abril y contar con la complicidad necesaria de Generalitat y Fundación para tratar de consumar el 3 contra 1 en la comisión gestora. Salvo, como ha hecho hasta ahora, batallará en esa lucha. El banco lo sabe, es más, asume que lo más probable es que desde el club despotriquen contra la posición de Bankia y su oferta. Nada nuevo para ellos. Por eso, para que nadie les eche en cara una falta de voluntad negociadora, el martes prorrogó el crédito y además sin condiciones. El Consell, con Moragues, titular de economía, a la cabeza, deberá de ejercer de apaga fuegos y lo normal es que se decante por el banco, al que el Gobierno valenciano también le debe mucho dinero. En la Fundación, el desembarco institucional garantiza de momento un apoyo a esta última opción por encima de la postura del club.
El Valencia está a menos de 48 horas de certificar un proceso de venta en el que hasta minutos antes de las cuatro de la tarde del 1 de abril no se sabrá quién ha ido de farol en todo este trayecto. De momento se ha hablado de rusos, árabes, americanos y asiáticos. De Rus, Carboni y otros. Una copiosa menestra. La suerte está echada. Lo que no se sabe es para quien pintarán bastos.

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