La comisión elimina una de las propuestas que había pasado la criba de Bankia por filtrar información de la Data Room
JUAN CARLOS VALLDECABRES | VALENCIA..-
JUAN CARLOS VALLDECABRES | VALENCIA..-
Una de las favoritas ya ha ido por el aire. La comisión gestora creada para controlar el proceso de venta del Valencia ha eliminado a una de las propuestas consideradas más firmes para hacerse finalmente con la propiedad del club. Este lunes, la comisión, que está formada por los principales actores, decidió apartar del camino a una de las dos firmas que contaba con el beneplácito de Bankia y que ya había dado con cierta firmeza los primeros pasos para formalizar el próximo día 1 de abril su oferta vinculante. La afectada es una sociedad británica especializada en la construcción y gestión de estadios y que contaba, además, con fondos europeos. El motivo que ha argumentado la gestora es la firme sospecha de que este grupo era el que estaba filtrando públicamente ciertos aspectos que se habían incluido en la Virtual Data Room, esa especie de contenedor en internet donde los inversores, a través de unas determinadas claves, podían acceder a la información que solicitaran referente al club.
En realidad, la idea de la expulsión era una de las iniciativas que desde hace bastantes días manejaba Amadeo Salvo. El presidente del Valencia, coincidiendo con el viaje a Sofía para disputar la Europa League, ya se mostraba tremendamente contrariado por las informaciones que estaban apareciendo y que echaban por tierra precisamente uno de los aspectos que más se quisieron cuidar: el de la confidencialidad.
Es más, el club llegó a emitir, por mandato expreso de Salvo, un comunicado en el que afirmaba sentirse perjudicado por la aparición de cierta información que se catalogaba como reservada. Desde ese momento, el Valencia hizo presión para paralizar el proceso por la situación creada, aunque el resto de las partes siempre tuvieron claro que había que mantener el calendario previsto en un principio. Eso sí, aceptaron iniciar las investigaciones para encontrar al filtrador y sancionarlo incluso con la expulsión.
Lo que no se esperaba es que ese espíritu de cuidar el proceso llegara hasta tales consecuencias. Hay que tener en cuenta que la propuesta de ese grupo inversor estaba considerada por la propia Bankia como una de las más serias y potentes que se habían presentado hasta la fecha, lo que dificultaba aún más las pretensiones de Amadeo Salvo de aplicar el máximo 'castigo'. La comisión gestora, por decisión de sus cuatro integrantes (Bankia, Generalitat, Valencia y Fundación) y con el asesoramiento de KPMG y PwC, decidió cortar por lo sano. Uno menos en la carrera.
Nadie podía imaginar el pasado 27 de febrero, cuando se firmó el acuerdo en las oficinas de Valencia de PwC que su primera gran decisión sería aniquilar una de las aspirantes con más cuerpo y que venía dispuesta a impulsar también el nuevo Mestalla.
La decisión pilló por sorpresa a los mismos responsables de la candidatura, que intentaron lógicamente reconducir de alguna manera la situación y volver a situarse en la posición en la que se encontraban. Hay que tener en cuenta que una decisión de tanto calado beneficia directamente al resto de los competidores. Sobre todo a la otra gran favorita, la oferta avalada con fondo árabe y a la que siempre se le ha asociado la figura de Amedeo Carboni.
Fuentes próximas a la operación aseguran que era difícil averiguar la identidad del grupo inversor implicado porque, entre las condiciones de protocolo que se han establecido, todo funciona a través de códigos y claves. Y es precisamente este aspecto el que los podría haber dejado al descubierto, aunque algunas versiones apuntan a que se les ha 'pillado' por el simple hecho de que eran precisamente a ellos a los únicos que se les había facilitado el acceso a la Virtual Data Room al ser la propuesta que más camino había recorrido hasta el momento.
Fuentes de la comisión aseguraron que no fue fácil tomar esta decisión, considerada incluso como traumática. De hecho, este mismo lunes a los responsables del grupo inversor se les había remitido un escrito en el que se les comunicaba de manera oficial que formaban parte del proceso. Horas después, en cambio, pasaron de ser los primeros en la carrera -quizás no los favoritos del todo- a quedarse descabalgados de una manera tan contundente.
Después de toda la convulsión que se ha vivido en este particular proceso, ya poco parece sorprendente, sobre todo por los diversos intereses que están en juego. Aurelio Martínez, de hecho, siempre ha manifestado que lo mejor era no conocer la identidad de nadie para, de esta manera, no dejarse influenciar y que nunca hubiera sombra de duda respecto a la decisión final.
Hasta el primero de abril a las cuatro de la tarde hay tiempo para que se presenten las definitivas ofertas vinculantes. Ya saben a qué atenerse el resto en esta carrera en la que cualquier desliz puede ser considerado trascendente. Lo último que dijo Bankia es que no quiere que la negociación se dilate ni un minuto más, una cuestión compartida sobre todo por el patronato de la Fundación y también por el Consell, mientras que el consejo de administración adopta una postura mucho más relajada.
En este simbólico juego de ajedrez, tampoco hay que perder de vista los movimientos que ha efectuado el propio Gobierno valenciano. No sólo participa cuidando que todo llegue a buen puerto sino que ha trascendido también que hay consellers, como Máximo Buch, titular de economía, que según algunas fuentes hace fuerza precisamente por la propuesta de capital árabe.
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