La propuesta deportiva de la oferta favorita ha mantenido conversaciones con técnicos europeos - El exvicepresidente Miguel Zorío, imputado en el caso Nóos, impulsa la candidatura de Rus
JOAN CARLES MARTÍ | VALENCIA
Por si todavía existe alguna duda que la oferta árabe para comprar el Valencia es la más potente económicamente, la empresa con sede en Londres se ha comprometido a invertir 100 millones en fichajes. Una cantidad que habría que sumar a los 130 millones para terminar el nuevo Mestalla, más los otros 400 millones para comprar el club. Una operación total de 630 millones que cuenta con el respaldo financiero de la empresa estatal de petróleo y gas de Arabía Saudí, Saudi Aramco.
Conocido el plan financiero y el de infraestructuras, faltaba por descubrir la propuesta deportiva, y, según ha podido saber Levante-EMV, el inversor árabe está dispuesto a desembolsar otros cien millones para que la plantilla dé un salto de calidad. En ese sentido, la empresa que opta a comprar el Valencia ha mantenido conversaciones con diferentes técnicos europeos, pero ha decidido aparcar el nombramiento de un director deportivo hasta que no tome el control definitivo el club, en el caso de ganar el concurso.
La continuidad de la actual secretaria técnica que dirige Francisco Joaquín Pérez «Rufete» está en el aire, gane la oferta árabe o cualquier otra, puesto que cada una de las opciones que opta a entrar en el Valencia trae un responsable deportivo. Como es el caso de Amedeo Carboni, el candidato de la otra oferta favorita, donde también figura Alfonso Rus como presidenciable.
Zorío impulsa a Rus
El principal impulsor de la candidatura de Rus a máximo dirigente del Valencia, lleva el sello de Miguel Zorío. El empresario valenciano, imputado en el caso Nóos por el juez Castro, ha trabajado en los últimos meses en una oferta para comprar el club de Mestalla donde el inversor sería la multinacional ISG, la competencia de Arena en la construcción de estadios. Se da la circunstancia que Zorío ya fue vicepresidente del club durante la etapa de Vicente Soriano, y en temporada de gestión (2008-2009), la plantilla dejó de cobrar su nómina durante cuatro meses, hasta que se consiguió el crédito de 50 millones de Fomento Urbano de Castellón, la empresa de Eugenio Calabuig, actual presidente de Aguas de Valencia. Un préstamo que casi está liquidado.
Zorío también aseguró en una junta de accionistas del Valencia de 2008 que había un comprador para la parcela de Mestalla que estaba dispuesto a pagar alrededor de 300 millones, aunque meses después decidió dar marcha atrás.
Conocido el plan financiero y el de infraestructuras, faltaba por descubrir la propuesta deportiva, y, según ha podido saber Levante-EMV, el inversor árabe está dispuesto a desembolsar otros cien millones para que la plantilla dé un salto de calidad. En ese sentido, la empresa que opta a comprar el Valencia ha mantenido conversaciones con diferentes técnicos europeos, pero ha decidido aparcar el nombramiento de un director deportivo hasta que no tome el control definitivo el club, en el caso de ganar el concurso.
La continuidad de la actual secretaria técnica que dirige Francisco Joaquín Pérez «Rufete» está en el aire, gane la oferta árabe o cualquier otra, puesto que cada una de las opciones que opta a entrar en el Valencia trae un responsable deportivo. Como es el caso de Amedeo Carboni, el candidato de la otra oferta favorita, donde también figura Alfonso Rus como presidenciable.
Zorío impulsa a Rus
El principal impulsor de la candidatura de Rus a máximo dirigente del Valencia, lleva el sello de Miguel Zorío. El empresario valenciano, imputado en el caso Nóos por el juez Castro, ha trabajado en los últimos meses en una oferta para comprar el club de Mestalla donde el inversor sería la multinacional ISG, la competencia de Arena en la construcción de estadios. Se da la circunstancia que Zorío ya fue vicepresidente del club durante la etapa de Vicente Soriano, y en temporada de gestión (2008-2009), la plantilla dejó de cobrar su nómina durante cuatro meses, hasta que se consiguió el crédito de 50 millones de Fomento Urbano de Castellón, la empresa de Eugenio Calabuig, actual presidente de Aguas de Valencia. Un préstamo que casi está liquidado.
Zorío también aseguró en una junta de accionistas del Valencia de 2008 que había un comprador para la parcela de Mestalla que estaba dispuesto a pagar alrededor de 300 millones, aunque meses después decidió dar marcha atrás.
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