Puede parecer mentira, pero la interminable carrera de obstáculos que está suponiendo la venta del Valencia sigue encontrando puntos de roce, retrasos inesperados y turbulencias que impiden que el metafórico avión de Peter Lim con el desembarco del magnate en el club blanquinegro aterrice en buenas condiciones.
Los patronos se aferran al fin de semana, a la diferencia horaria y a la lentitud a la hora de realizar unas gestiones vitales -la operación de compraventa del club supone un desembolso a corto, medio y largo plazo- para explicar el enésimo retraso. Los más optimistas sostienen dicha teoría y creen que este lunes puede al fin ser el día en el que lleguen ambos documentos. De ser así, se convocaría la reunión para el próximo jueves 3 de julio. Sin embargo, existe una corriente queteme más problemas en los próximos días debido a lascomplicaciones que han surgido en las últimas semanas y que han estado cerca de colmar el vaso de la paciencia del magnate.
José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia
LAS CUATRO PATAS DE LA MESA: BANKIA
El dedo acusador se apunta, timoratamente, hacia los dos jugadores que aparentemente se retiraron de la mesa, henchidos de satisfacción y contentos con los pactos alcanzados. Dada la escasez de información disponible del entorno de Lim y a que el único intermediario fiable es el propio Amadeo Salvo, en el club y en la Fundación han hecho autoanálisis y han concluido que ellos no constituyen ningún motivo para la preocupación.
Tanto el Valencia como el máximo accionista han trabajado mucho y rápido para satisfacer todas las condiciones y peticiones de Lim, y así contribuir a que la venta se concrete. Ambas entidades han hecho todo lo que estaba en sus manos. Que se haya depreciado el valor de la institución como consecuencia -“Lim se va a llevar el club muy barato”, reflexionaba una fuente del club- es debate para otra ocasión.
Así, todas las miradas han virado este fin de semana hacia Bankia y la Generalitat Valenciana. El caso de la entidad bancaria es curioso: con apenas una frase, Jose Ignacio Goirigolzarri se quitó de encima toda la presión y ha logrado tranquilidad respecto al banco durante un mes.“El acuerdo es bueno para Bankia, es bueno para el señor Lim y, desde luego, es fenomenal para el Valencia”, dijo hace cuatro semanas. Por arte de magia, la pelota pasó al tejado de Peter Lim y de la Fundación.
Lim quiere que el banco le asegure, con documentación, que comprar el club no le supondrá problemas con Newcoval a la larga. No es suficiente la carta que se envió a Meriton desmarcando a Bankia de las reclamaciones a nivel particular de Granell. Lo quiere negro sobre blanco y con la firma del responsable. Es uno de los puntos clave a esta hora para que la negociación de pasos hacia adelante.
Císcar cede el testigo a Maria José Catala
LAS CUATRO PATAS DE LA MESA: GENERALITAT VALENCIANA
El caso de la Generalitat es increíblemente similar. Uno de los hechos que más han ayudado a desmarcar a las autoridades del proceso fue el cambio de portavoz del ejecutivo. La figura de Jose Císcar era un referente informativo cada viernes a la hora de conocer la postura del Consell respecto al proceso de venta. Su salida y la entrada de Maria José Catalá ha supuesto, con el cambio de cara, también menos presión pública para la Generalitat. Y eso le ha permitido seguir maniobrando entre bambalinas para conocer el escenario del proceso al completo.
Mientras se le asegure que recuperarán los 4,8 millones que pusieron en concepto de intereses, las autoridades demostrarán públicamentemucha calma. Para contribuir a ello también han procurado que dos figuras clave durante el proceso, los consellers Máximo Buch y Juan Carlos Moragues, hayan pasado a un discreto segundo plano, casi residual. Por debajo de la figura de Alberto Fabra, eso sí, existen varios individuos con peso que no pierden de vista los movimientos en las últimas semanas.
Las autoridades conocen gran parte de los detalles de las negociaciones con Peter Lim gracias a la presencia de patronos representativos en la Fundación VCF. Pero también están al día respecto al ‘affaire Newcoval’, conocen las reclamaciones de Andrés Sanchís -aunque el abogado se haya comprometido con el Valencia y Fundación a que no afecten a la figura de Peter Lim ni a la ampliación de capital de 2009-, tienen en su poder los requerimientos notariales del proyecto Zolotaya Zvezda -los rusos no desisten y confirman que siguen en la puja por si la opción Lim no sale- y, por descontado, han tanteado diferentes escenarios en caso de que la venta no se concrete.
LIM QUIERE RESPALDO TOTAL Y SIN FISURAS
Peter Lim busca el respaldo tanto del poder político -Generalitat- como del poder económico -Bankia- a sumar a los compromisos de lainstitución -Valencia y Fundación- ya arrancados en la negociación. No quiere dejar nada al azar y, como buen hombre de negocios, ha analizado con suma cautela todos los problemas surgidos en las últimas dos semanas.
Quiere garantías, y las quiere fuertes y sin fisuras. Saber que comprar el Valencia va a reportarle reconocimiento, fama, dinero -si las operaciones con jugadores del fondo Quality Sports Investments que tiene con Jorge Mendes ayudan a revalorizar a dichos futbolistas en el mercado- y alegrías, y no pleitos, juicios, visitas a los tribunales y una fuente inagotable de problemas. A sus 61 años y tras superar una larga enfermedad, el magnate no está ya para esos trotes.
El club y el máximo accionista han cedido y se han puesto en sus manos. Salvo y Martínez han trabajado para poner sobre el tapete todo tipo de facilidades para la compra, incluyendo un viaje relámpago la semana pasada a Singapur para convencer a Lim de que no arrojase la toalla y siguiese adelante con la operación. Sin embargo,que las otras dos patas de la mesa lo hagan puede llevar más tiempo. Visto así, algunos patronos auguran semana de intensas negociaciones por delante… a apenas siete días de que arranque oficialmente la pretemporada.