No había otro remedio, y ninguna de las alternativas contentaba ni de lejos a las partes implicadas. Por eso lo del préstamo de Bankia y la obligación de devolver el dinero del Valencia estaba prácticamente cantado desde hace tiempo. Se cumple el plazo para satisfacer el crédito y, ante la falta de posibilidades económicas del club, a la entidad bancaria no le ha quedado más salida que conceder un nuevo balón de oxígeno con similares condiciones económicas.
Bankia no va a ejecutar este verano el aval que había presentado el Valencia para la concesión del jugoso crédito que alcanza los 240 millones de euros. El aval no era otro que la parcela del viejo campo de Mestalla, sin comprador a la vista, y el día de mañana, 29 de junio, estaba estipulado como fecha tope para que el club valencianista desembolsara el dinero recibido, algo impensable teniendo en cuenta los 368 millones en los que está ahora cifrada la deuda del club.
En realidad, el acuerdo entre ambas partes no se ha producido en los últimos días. De eso se venía hablando tiempo atrás. El 23 de marzo LAS PROVINCIAS ya anunció que el banco aplazaría la hipoteca. El titular de la noticia al respecto no podía ser más claro: «Bankia aplazará la hipoteca del Valencia y no ejecutará el aval de las parcelas». Así ha sido.
El alivio que supone al Valencia en este sentido es más que evidente. Ni tenía dinero para pagar a Bankia y con la crisis inmobiliaria que hay hoy en día se hace prácticamente imposible encontrar alguien que sea capaz de pagar el precio que desde hace tres años vienen manejando los sucesivos dirigentes que han desfilado por la presidencia de la entidad. Es más, hoy en día la tasación real del solar de Mestalla se sitúa incluso por debajo de los 150 millones de euros. Es por eso por lo que todos los tibios intentos de compra de parcela llegados hasta el club no han encontrado aceptación.
De ahí que se opte ahora por aguantar el tirón y esperar el mejor momento. El consejo, hasta alguna vez en público, ha llegado a reconocer que lo mejor que podía pasar era que Bankia se quedara con las parcelas y se diera por resuelto así el préstamo. Pero esto no ha sucedido ni parece que vaya a pasar.
El Valencia, ahora, sigue forzado a pagar anualmente unos 15 millones de euros en concepto de intereses, cantidad que supone una verdadera losa. Cada vez que se ha preguntado por este pago tanto a Manuel Llorente como a Javier Gómez, presidente y vicepresidente, estos han admitido que al Valencia esos 15 millones de euros le suponen una carga muy pesada de soportar. Lógicamente, no les queda otro remedio que seguir saldando ese dinero el próximo ejercicio.
Sin embargo, el acuerdo alcanzado con Bankia es muy ventajoso para el club, que prorroga el crédito manteniendo inalterables los intereses (euribor más 2,5), con el único pago de un 0,10% en concepto de apertura. Además, el acuerdo es por un año, ya que existe optimismo para vender en ese periodo las parcelas.
La oscilación del valor de la famosa parcela de Mestalla invita a una reflexión. Juan Soler, en pleno auge inmobiliario, prometió venderla por 500 millones de euros. Uno de sus sucesores, Vicente Soriano, rebajó la cifra a 350 y hasta en la junta general llegó a mostrar un documento en el que decía tener un comprador firmado. Con la nueva directiva el Valencia se mostró favorable a vender si alguien ponía sobre la mesa 225 millones y Richard Ellis manejó como mejor propuesta una de 175 millones.
Al final, nada de nada. La continuidad del crédito es una mala solución, pero al menos permite sobrevivir y conservar el devaluado suelo del viejo Mestalla. El Valencia habría tenido un serio problema de quedarse Bankia con la parcela al actual precio de mercado. Además de perder el terreno, aún tendría pendiente satisfacer el dinero restante hasta cubrir los 240 millones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario