El Valencia sólo estudiará una oferta del Málaga por Joaquín cuando ésta llegue por escrito y siempre que supere los cuatro millones de euros. No se marca el club de Mestalla un precio por el cual traspasar al gaditano, aunque sí está dispuesto a negociar a partir de dicha cantidad. Desde Málaga sólo llegan que rumores de una nueva ofensiva, pero a las oficinas de la entidad ché las dos únicas que llegaron (por 2,5 millones y tres) ni se tuvieron en cuenta.
Los dirigentes del Valencia están cansados del caso Joaquín, principalmente porque sólo están al corriente del interés del conjunto andaluz por los medios de comunicación y por el representante del jugador, Eduardo Espejo. Manuel Llorente y Braulio Vázquez quieren que Antonio Fernández o cualquier otro dirigente malagueño hagan una oferta cara a cara, sin intermediarios y por escrito. Digamos que el Valencia quiere negociar como lo hace el propio club ché, casos de Parejo, Rami o Kevin Gameiro (recordar el viaje a Londres de Llorente y Javier Gómez).
Si el Málaga actúa como quiere el Valencia, la operación podría llegar a buen puerto. En la entidad de Mestalla son conscientes que aunque el futbolista no se ha pronunciado públicamente (al menos no en los términos de presión que quisieran en Málaga) la oferta es de su agrado y difícilmente aceptará una renovación, por lo que en un año se marcharía libre. Hay 4,2 millones de amortización de su fichaje y un plazo de cinco por pagar al Betis. Ahí está la cuestión del precio.
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