Nacido en una familia de pescadores, millonario hecho a sí mismo y de personalidad tímida, Lim vislumbra su objetivo: comprar un club de fútbol
VICENT CHILET | VALENCIA
Peter Lim Eng Hock (Singapur, 1953) está muy cerca de cumplir un objetivo anhelado durante años, como es el de comprar un club de fútbol. El magnate singapurés tiene especial predilección por el llamado deporte rey, al que se ha acercado de la mano de su socio Jorge Mendes, el influyente agente que abre todas las puertas del fútbol. El nombre de Lim, con excelentes relaciones con el Atlético fue en el Calderón donde hizo la campaña pasada su única aparición pública hasta la fecha se vinculó con varios clubes, sobre todo británicos, como el Middlesbrough, el Glasgow Rangers y sobre todo el Liverpool. Las negociaciones con el club de Anfield llegaron a estar muy avanzadas, en fuerte competencia con el americano John W. Henry, dueño de los Red Sox de Boston y a la postre vencedor de la puja.
En mitad de las negociaciones con el Valencia, la Gazzetta dello Sport informó del interés de Lim en sondear un precio para controlar el Milan. Silvio Berlusconi, de regreso a los estadios tras su despedida de la escena política, se negó en rotundo: «No bromeemos con las cosas sagradas». Con el Valencia ha aguantado hasta la recta final, con un proceso de venta marcado por la tensión.
Salta a la vista que durante toda la negociación la figura de Lim no se haya visto expuesta públicamente, a causa del carácter discreto del empresario asiático, poco amigo de los focos. El embajador y más firme defensor de su oferta de compra ha sido Amadeo Salvo, presidente del club, y los ejecutivos de confianza que la firma Meriton ha enviado a Valencia y cuya imagen ya es familiar, tanto para los interlocutores de Bankia como para los empleados del club. Una de esas personas es Lay Hoon, nacida hace 49 años, licenciada en Contabilidad con un amplio currículo, y cuya carácter implacable y habilidad negociadora cautivaron a los representantes del banco.
Más afable y menos frío en las formas es el otro asesor directo de Lim, Kim Huat Koh, que en los últimos meses ha supervisado los números y el trabajo diario en el club. Koh fue el encargado, este pasado verano, de exponer a la Fundación las líneas maestras del proyecto de Lim. Licenciado con matrícula de honor en la Universidad Nacional de Singapur, Koh convenció a los patronos en un «speech» de más de media hora caracterizado, según los presentes, por una «gran claridad expositiva». Koh, que recibe desde hace meses clases de español, formará parte del futuro consejo de administración del Valencia y será su ejecutivo más influyente, el que controle la gestión de la inversión de Lim.
Con la compra del club, Lim, más allá de su esperada presentación en Mestalla, seguirá en un segundo plano, sin exhibir mediáticamente su posición. A pesar de su desahogada posición económica, considerada como la décima persona más rica de Singapur y la número 741 según la revista Forbes, sus apariciones públicas en Singapur son escasas. De hecho, parte de la evolución del proceso de venta se ha llegado a interpretar a través de las fotos que su hija Kim ha ido colgando en la red social Instagram, donde acumula más de 42.000 seguidores. Cada instantánea incorporada, desde una tarta de cumpleaños para su padre con el escudo del Valencia, al agradecimiento a la afición por sus movilizaciones, o una foto con Salvo en el GP de Singapur de Fórmula 1, eran leídas como un gesto de destensión en los momentos de más duda en las negociaciones.
Hijo de una familia humilde de pescadores, Lim forjó su fortuna como agente de bolsa y su primer gran éxito lo obtuvo con los 600 millones de beneficios reportados con la firma Wilmar International, especializada en el mercado del aceite de palma.
Casado en segundas nupcias con la exactriz televisiva local Cherie Lim, que poco después de la boda se retiró de los platós, Lim trata de que los dos hijos de su primer matrimonio se eduquen en los valores de la solidaridad, como la propia Kim afirmó en una entrevista en el diario singapurés The New Paper: «Mi padre es una persona humilde. No quiero que la gente piense que estoy haciendo alarde de mi riqueza, porque yo no soy más que lo que publico en mi cuenta, abierta para todo el mundo. Mi padre siempre me ha enseñado a ser humilde sé que vengo de un entorno privilegiado y se lo agradezco. Me gusta empaquetar y distribuir alimentos a los ancianos cada año. Otras veces mi padre me lleva a los parques de atracciones para recaudar fondos».
http://www.levante-emv.com/valencia-cf/2014/10/25/inversor-alcanza-meta/1179396.html
VICENT CHILET | VALENCIA
Peter Lim Eng Hock (Singapur, 1953) está muy cerca de cumplir un objetivo anhelado durante años, como es el de comprar un club de fútbol. El magnate singapurés tiene especial predilección por el llamado deporte rey, al que se ha acercado de la mano de su socio Jorge Mendes, el influyente agente que abre todas las puertas del fútbol. El nombre de Lim, con excelentes relaciones con el Atlético fue en el Calderón donde hizo la campaña pasada su única aparición pública hasta la fecha se vinculó con varios clubes, sobre todo británicos, como el Middlesbrough, el Glasgow Rangers y sobre todo el Liverpool. Las negociaciones con el club de Anfield llegaron a estar muy avanzadas, en fuerte competencia con el americano John W. Henry, dueño de los Red Sox de Boston y a la postre vencedor de la puja.
En mitad de las negociaciones con el Valencia, la Gazzetta dello Sport informó del interés de Lim en sondear un precio para controlar el Milan. Silvio Berlusconi, de regreso a los estadios tras su despedida de la escena política, se negó en rotundo: «No bromeemos con las cosas sagradas». Con el Valencia ha aguantado hasta la recta final, con un proceso de venta marcado por la tensión.
Salta a la vista que durante toda la negociación la figura de Lim no se haya visto expuesta públicamente, a causa del carácter discreto del empresario asiático, poco amigo de los focos. El embajador y más firme defensor de su oferta de compra ha sido Amadeo Salvo, presidente del club, y los ejecutivos de confianza que la firma Meriton ha enviado a Valencia y cuya imagen ya es familiar, tanto para los interlocutores de Bankia como para los empleados del club. Una de esas personas es Lay Hoon, nacida hace 49 años, licenciada en Contabilidad con un amplio currículo, y cuya carácter implacable y habilidad negociadora cautivaron a los representantes del banco.
Más afable y menos frío en las formas es el otro asesor directo de Lim, Kim Huat Koh, que en los últimos meses ha supervisado los números y el trabajo diario en el club. Koh fue el encargado, este pasado verano, de exponer a la Fundación las líneas maestras del proyecto de Lim. Licenciado con matrícula de honor en la Universidad Nacional de Singapur, Koh convenció a los patronos en un «speech» de más de media hora caracterizado, según los presentes, por una «gran claridad expositiva». Koh, que recibe desde hace meses clases de español, formará parte del futuro consejo de administración del Valencia y será su ejecutivo más influyente, el que controle la gestión de la inversión de Lim.
Con la compra del club, Lim, más allá de su esperada presentación en Mestalla, seguirá en un segundo plano, sin exhibir mediáticamente su posición. A pesar de su desahogada posición económica, considerada como la décima persona más rica de Singapur y la número 741 según la revista Forbes, sus apariciones públicas en Singapur son escasas. De hecho, parte de la evolución del proceso de venta se ha llegado a interpretar a través de las fotos que su hija Kim ha ido colgando en la red social Instagram, donde acumula más de 42.000 seguidores. Cada instantánea incorporada, desde una tarta de cumpleaños para su padre con el escudo del Valencia, al agradecimiento a la afición por sus movilizaciones, o una foto con Salvo en el GP de Singapur de Fórmula 1, eran leídas como un gesto de destensión en los momentos de más duda en las negociaciones.
Hijo de una familia humilde de pescadores, Lim forjó su fortuna como agente de bolsa y su primer gran éxito lo obtuvo con los 600 millones de beneficios reportados con la firma Wilmar International, especializada en el mercado del aceite de palma.
Casado en segundas nupcias con la exactriz televisiva local Cherie Lim, que poco después de la boda se retiró de los platós, Lim trata de que los dos hijos de su primer matrimonio se eduquen en los valores de la solidaridad, como la propia Kim afirmó en una entrevista en el diario singapurés The New Paper: «Mi padre es una persona humilde. No quiero que la gente piense que estoy haciendo alarde de mi riqueza, porque yo no soy más que lo que publico en mi cuenta, abierta para todo el mundo. Mi padre siempre me ha enseñado a ser humilde sé que vengo de un entorno privilegiado y se lo agradezco. Me gusta empaquetar y distribuir alimentos a los ancianos cada año. Otras veces mi padre me lleva a los parques de atracciones para recaudar fondos».
http://www.levante-emv.com/valencia-cf/2014/10/25/inversor-alcanza-meta/1179396.html
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