El defensa ha jugado en cinco partidos pese a sus escasos 87 minutos, tiene una efectividad de pase del 80% y marcó en su único remate
El argentino es uno de los cambios habituales del portugués
Lucas Orban es el jugador que todo entrenador quiere. Discreto. De los que no hacen ruido. Un currante del balón. El argentino no está en el centro de los focos ni acumula titulares después de cada partido. Pero ahí está. Siempre disponible para cuando el míster lo necesita. Desde un segundo plano, se ha convertido en uno de los comodines de Nuno.
Y quizás ese fue el motivo del fichaje de Orban, un futbolista al que se definió como un lateral que puede jugar de central o viceversa. Un complemento de Gayà que no va a frenar la proyección del joven canterano. El futbolista de Pedreguer es indiscutible para Nuno -y para el club en general- desde que se decidió aceptar la oferta del Bayern por Bernat. El chaval, concentrado con la sub 21, es una de las joyas de la corona, la apuesta de futuro. El argentino ha de estar ahí para apoyarle, a él y al equipo.
El ejemplo claro se produjo en el partido del sábado contra el Atlético. Cuando Nuno vio que necesitaba fortalecer la defensa para asegurar el resultado, echó mano de Orban. Le dio 20 minutillos. Un rato en el que concedió libertad a Gayà, quien pasó a jugar como interior izquierdo. Sin tener que mirar tanto atrás, el valenciano protagonizó alguna incursión con cierto peligro hacia la meta de Moyà.
Mientras tanto, Orban hizo lo de siempre: cumplir. Frente a un rival que mordía, el argentino acumuló una efectividad en el pase del 67%: la total en todos lo partidos que ha jugado asciende hasta el 80%. En ese tiempo, el Valencia ya no tuvo tanta presencia en el área del Atlético, pero Diego Alves tampoco pasó especiales apuros.
Ayer Orban protagonizó uno de los sustos en el entrenamiento. Al principio del entrenamiento, recibió la atención médica tras sufrir un golpe en el pie izquierdo durante un rondo. También se lastimó a lo largo de la mañana Yoel, al igual que Joao Pereira y Filipe Augusto, estos tras un encontronazo. Finalmente, ninguno de ellos tuvo problemas para seguir con el trabajo.
Nuno respiró tranquilo. Con los cuatro casos -curiosamente todos ellos fuera del once más habitual del técnico-, pero sobre todo con Orban. El argentino es uno de los futbolistas de los que más echa mano el portugués, a pesar de los escasos 87 minutos que ha disputado en siete jornadas.
Orban ha participado en cinco de los partidos de Liga que ha disputado el Valencia, en los mismos que ha aparecido Rodrigo, eso sí, con 473 minutos. Su aportación más vistosa fue la de la primera jornada, cuando el argentino marcó el gol que permitió al conjunto blanquinegro rascar un punto del Pizjuán. Este gol da otra estadística a seguir del gran comodín de Nuno: sólo ha rematado una vez sobre la portería contraria.
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