El mejor Valencia, sin ´fantasistas´

Si Javier Clemente -en adelante, Javi- vio el partido de la otra noche en Mestalla, debió disfrutar como un cosaco a caballo cabalgando por las infinitas estepas rusas. Ahí es nada, tres centrales como tres torres, flanqueados por sus respectivos laterales y acorazados por delante con dos medios defensivos de envergadura; arriba, dos extremos solitarios que también bajaban a echar una mano al centro del campo; como guinda táctica, un delantero centro clásico, de los que se las lleva todas de cabeza y, para más señas, vasco. Para que luego, sus críticos del imperio del monopolio, pongan a parir a Javi: con un planteamiento de tales hechuras, el VCF le dio un repaso al Villarreal, ese equipo de toque exquisito y despliegue ofensivo fascinante, que fue borrado del mapa y salió vivo de Mestalla de milagro. 
No siempre podrá ni le interesará a Unai Emery repetir esta propuesta. A la fuerza ahorcan y esta vez, carente como estaba de armadores de juego fantasistas, hizo de la necesidad virtud. Tuvo que recurrir a los agonistas, quienes se bastaron para tener al rival contra las cuerdas la mayor parte del partido. Verdad es que la izquierda de Mata es mucha zurda y ella sola valió casi por cuatro, descerrajando a la defensa del Submarino por el centro y por los flancos. 
Sin duda, uno de los secretos de este Valencia residió en que fue un equipo mucho más compensado que ese otro que, actuando con dos puntas, se desequilibra en la media. Amén de que, más arropado en defensa, no sólo se siente más seguro sino que se puede permitirse el lujo de consentir, sin mayor riesgo, las aventuras atacantes de Mathieu. O sea que, contra lo que pudiera parecer, el Valencia fue algo más que aquel pedestre "patapum p'arriba" que tanto le gustaba a Javi. Como si toda la vida hubiera estado jugando el 3-5-3, su despliegue sobre el campo fue modélico. 
Para que luego salga diciendo Vicente que las tácticas de Emery no están ensayadas ni asumidas por el equipo. Más implicación es lo que le hace falta a este hombre, cada días más cerca de convertirse en ex futbolista y más lejos de volver a ser el gran extremo que fue. 


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