Del mal el menos, y lo que es más importante: dinero fresco para tapar agujeros. Manuel Llorente ha conseguido llegar a un acuerdo con la empresa HLG Hoteles Lao Garriga para solucionar un conflicto que se remonta a casi una década. El Valencia va a tener que pagar a esta firma unos 4,3 millones de euros aproximadamente, cantidad muy alejada de lo que en un principio se temía. En realidad, el club sabía de antemano que no había otro remedio que afrontar una sanción en concepto de indemnización, por el incumplimiento del contrato correspondiente al hotel que estaba previsto construir en la avenida de Aragón, en concreto en la zona que estaba prevista recalificar del viejo Mestalla.
Pero una cosa es pagar 8,8 millones de euros, que es lo que se barajaba en un principio -aunque la empresa reclamaba 18 millones- y otra bien diferente esos cuatro millones y pico que corresponden más o menos a la mitad. Ese es el dinero que ha conseguido arañar el presidente valencianista y que, tal y como está la entidad en el apartado financiero, irá destinado lógicamente a cubrir otras necesidades. Con casi 400 millones de euros de deuda cualquier dinero que deja de salir de la caja fuerte valencianista supone un importante alivio.
La historia de ese proyecto de hotel nace cuando la idea era la de recalificar sólo una zona del viejo Mestalla. El Valencia tenía ante sí la opción de una inyección importante de dinero. Pero posteriormente, con la llegada de Juan Soler a la presidencia, el club dio un giro brusco a sus planes y se puso como objetivo construir un nuevo estadio en otra zona. Abandonar el viejo Mestalla suponía abortar el anterior proyecto.
Ahí se vino abajo todo lo pactado con HLG Hoteles Lao Garriga, empresa que reclamó entonces un dinero importante en concepto de penalización por lo que consideraba daños y por los estudios realizados para llevar adelante el hotel, cuestión que la directiva de entonces comandada por Juan Soler prefirió obviar al considerarla inadecuada. La reclamación de la firma acabó en un proceso judicial que obligó al Valencia a aprovisionar el dinero.
De ahí que el Valencia haya ido alimentando en los últimos presupuestos la partida de provisiones. De manera paralela, y tras las sucesivas sentencias que habían condenado al club a pagar, el Valencia recurrió al Tribunal Supremo, último y definitivo paso.
Los servicios jurídicos de la entidad daban casi por hecho que no habría otro remedio que acabar pagando. Manuel Llorente se puso manos a la obra y, tras varias conversaciones con Lao Garriga, al final ha llegado a un acuerdo que evitará la sentencia del Tribunal Supremo.
La provisión del Valencia en este sentido alcanzaba los 9 millones de euros. De esta forma, casi la mitad queda ahora a disposición del club, que la acomodará a otras partidas, lo que endulzará aún más un presupuesto que este consejo sacó adelante con un respaldo importante del accionariado en la última junta de accionistas celebrada. El Valencia, tras años de desfases económicos, equilibra sus cuentas.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2010-12-03/llorente-arana-millones-litigio-20101203.html
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