La afición lo tiene claro: hay que proteger a Aduriz, quien se perdería la ida de los octavos de la Champions si esta noche viese una tarjeta amarilla. Así lo expresa Paco Rius, vicepresidente de la peña Juan Mata: «Creo que Emery no debería alinearlo, sobre todo teniendo en cuenta que jugará con un solo punta. Hay que evitar que vea una cartulina. Definitivamente, pienso que tenemos que reservar a Aduriz».
Pese al frío, el Valencia no estará solo en Old Trafford. Se espera que unos 700 aficionados blanquinegros acudan al emblemático estadio de Manchester para animar a su equipo.
Rius, como buen valencianista, lo tiene claro: «Pienso que se le puede ganar a todo un Manchester en su estadio, porque aquí nos vencieron por accidente. Fuimos mejores que ellos, pero tuvieron suerte».
Consciente de que el Valencia sólo ha ganado dos veces en dieciséis visitas a Inglaterra, el aficionado espera que se rompa la mala racha. Además, Rius manda un recado a Emery: «Debe quitarse la etiqueta de no saber ganar a un grande a domicilio».
Volviendo al partido en sí, los peñistas confían en sacar algo positivo del periplo inglés, ya sea «por cuestión económica o para librarse de algún coco en la siguiente ronda». Paco Rius considera que el equipo «tiene la obligación de salir con rabia a por el partido porque lo del otro día en el Bernabéu debe olvidarse, que se veía venir».
Por otro lado, la expedición valencianista viajó ayer hacia Manchester acompañada en el avión por un buen número de seguidores. Transcurrida una hora y media de vuelo, un aficionado de Alcàsser llamado Paco, dolçaina en mano, se propuso alegrar el resto de trayecto a los presentes, jugadores incluidos con canciones de todo tipo: desde el 'waka waka' hasta el 'Amunt Valencia'. El Valencia tiene estructurado que en la zona delantera viajen cuerpo técnico, consejeros y personal de la plantilla, luego los aficionados, después los periodistas y en la zona de atrás, los jugadores.
«¡Vamos a comernos al Manchester!» La fiesta fue subiendo en intensidad y volumen, contagiándose la mayoría de los presentes del gran ambiente y provocando un ir y venir de aficionados por los pasillos. Era cuestión de tiempo que los atípicos viajeros se acercaran a los jugadores en busca de autógrafos o fotos.
A los pocos minutos, Miguel Brito, nadie sabe si ejerciendo de capitán (llevó el brazalete frente al Real Madrid) o por iniciativa propia, se dirigió a Jordi Bruixola, director de relaciones externas, para pedir que terminara con la anómala situación. La cercanía al aeropuerto británico obligó a los aficionados a tomar asiento, pero el feo detalle del lateral portugués ahí queda.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2010-12-07/tenemos-reservar-aduriz-20101207.html
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