El francés recupera las buenas sensaciones y se muestra como alternativa para cubrir el lateral izquierdo
CÉSAR IZQUIERDO
Defensa del espacio, práctica y mucha voluntad. Cissokho aprovechó el último encuentro ante el Madrid para reivindicar su utilidad. El ejercicio de otros jugadores —Joâo Pereira, por ejemplo— oscureció su buen rendimiento, pero la defensa del lateral izquierdo que realizó el ‘tres’ blanquinegro fue seria y rigurosa. Fue una actuación sin lujos, prudente. El francés intentó reforzar su confianza desde la sobriedad y la economía de lujos. No jugaba desde el partido de vuelta de Copa ante Osasuna y no había participado en las últimas cuatro jornadas de Liga. La cita ante los blancos se presentaba como una buena ocasión de demostrar valía a Valverde y consiguió pasar el corte manifestando la vigencia de su rol dentro de la plantilla. Para Aly, eso era lo más importante el miércoles.
Ocho robos, siete despejes, tres faltas cometidas, nueve centros al área y once pérdidas de balón. Las estadísticas exponen en cifras las virtudes y los defectos de su actuación ante el Madrid. Eso son los mismos despejes, con cinco centros y un robo más, que los realizados por Joâo Pereira. Las sensaciones fueron positivas. No fue un ventilador por su carril, pero cerró su banda con eficacia y contuvo a los atacantes del Madrid que intentaron profundizar por ese perfil. Aly no tiene la llegada y la precisión de Andrés Guardado. El mexicano se ha asentado en el puesto gracias a sus cualidades para el ataque. Se ha adaptado al rol de lateral moderno gracias a su capacidad de sacrificio y a su prestancia para ofrecer un apoyo y una salida permanente. Todo eso que tanto gusta a Valverde. Cissokho ofrece cosas diferentes. Es un jugador más físico, más potente, más firme en el juego aéreo. Está más adaptado a las funciones defensivas de la posición.
Naturaleza complementaria
Aly es un especialista. Un lateral izquierdo natural. La polivalencia es una virtud bien valorada en el fútbol moderno, pero el conocimiento de una posición o la vocación de un jugador supone un plus cuando la exigencia del rival o del partido es máxima. El miércoles ante el Real Madrid se expuso con claridad. Cissokho y Guardado jugaron juntos y mezclaron prexponiendo que tienen cualidades complementarias. Esa apuesta puede valer para fortalecer el carril izquierdo para cuando el contexto lo requiera, para las grandes citas, como antes sucedía con Jordi Alba y Mathieu. Ataque y defensa. Equilibrio.
Aly es un especialista. Un lateral izquierdo natural. La polivalencia es una virtud bien valorada en el fútbol moderno, pero el conocimiento de una posición o la vocación de un jugador supone un plus cuando la exigencia del rival o del partido es máxima. El miércoles ante el Real Madrid se expuso con claridad. Cissokho y Guardado jugaron juntos y mezclaron prexponiendo que tienen cualidades complementarias. Esa apuesta puede valer para fortalecer el carril izquierdo para cuando el contexto lo requiera, para las grandes citas, como antes sucedía con Jordi Alba y Mathieu. Ataque y defensa. Equilibrio.
Los jugadores saben que con Valverde el camino para jugar es trabajar más y mejor. Ya en la etapa de Pellegrino fue habitual ver a Cissokho realizando ejercicios específicos para mejorar su técnica o su mecánica de centro, para mejorar el ‘toque’. Aly está lejos de ser el lateral arrollador del Oporto y en el Lyon fue de más a menos. Ahora su idea es cambiar la tendencia.
http://www.superdeporte.es/valencia/2013/01/25/cissokho-reivindica-funcionalidad/186192.html
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