Juan Bernat se reivindicó en A Coruña con una exhibición que permitió al Valencia CF sumar los tres puntos
ANDRÉS GARCÍA
Valverde le dijo que abriera el campo y encarara y Juan lo hizo. Lo hizo tan bien que al final del partido se acercó el lateral derecho del Deportivo para felicitarle. Siente que es muy joven y que tiene que aprender, pero también que necesitaba un partido así para reivindicarse y decir ‘aquí estoy yo’. Y es que, como dice Bernat, «dentro del campo pierdo la vergüenza».
Valverde dijo que busca en el mercado de invierno un jugador de banda que encare y que pueda jugar en la banda izquierda.
—No sé, no sé. Si viene gente a sumar serán bien recibidos. Es lo que se dice siempre, pero es así.
—Lo que está claro es que Bernat dijo en A Coruña ‘aquí estoy yo’.
—Estoy muy contento por como me han salido las cosas, pero sobre todo, por los tres puntos. Los necesitábamos y más después de ver como iba el partido. Perdonamos en la primera parte, el partido se puso cuesta arriba con el 2-1, pero al final reaccionamos y sumamos tres puntos que necesitábamos.
—Leo la portada de SUPER. Triunfo de Bernat.
—Ya sé, ya. Pero es un triunfo de todo el equipo. Me salieron las cosas bien y pude dar la asistencia del segundo gol que era muy importante para nosotros, pero el triunfo es del equipo. Fue una victoria muy trabajada por todos.
—¿Qué le dijo Valverde cuando saltó al campo por Víctor?
—Eramos un más y el míster me dijo que había que abrir el campo, que me quedara muy abierto en la izquierda y que encarara. Ellos estaban con uno menos y sabíamos que Manuel Pablo tenía una tarjeta. Había que encararlo. Ellos se cerraron con el resultado a favor y el míster me dijo que había que crear superioridades con el lateral.
—Y va y lo hace dándole la asistencia de gol a Valdez...
—Recibí y me fui directo a por Manuel Pablo. Lo encaré. Me gusta mucho encarar i ir vertical hacia el rival, así el contrario tiene que recular y es más difícil para él. Hice dos bicicletas, me fui por la izquierda y metí un pase por delante para Valdez que no perdonó.
—¡Se atrevió hasta con un caño!
—Al final del partido, sí, fue allí en la banda. La verdad es que no sabía como salir de allí y fue un recurso. Por ahí voy a salir me dije.
—¿Quién le felicitó?
—Me dieron la enhorabuena todos. Al final del partido vino Manuel Pablo a felicitarme, me dijo: ‘muy bien chaval’.
—En zona mixta un compañero de A Coruña me preguntó que quién era ese dorsal 28.
—(Ríe) A mí uno me dijo si podía darle una entrevista, pero le dije que no, que lo sentía, pero no podía.
—¿Necesitaba un partido así?
—Tenía ganas. Jugué bien el último partido de Liga contra Osasuna, acabé contento también contra el Madrid, pero tenia ganas de que me saliera un partido así.
—No deja de reivindicarse en cada partido...
—Tenía ganas de reivindicarme así, ayudando al equipo a ganar, pero más que reivindicarme, lo que quería era hacer un partido así y coger confianza. Jugar un partido así siempre viene muy bien.
—Uno siempre quiere jugar más...
—Si me gustara el banquillo no sería un jugador de fútbol. El míster contó conmigo esta vez y estoy muy contento.
—¿Cuánto de lejos o de cerca ve su sueño de ser titular?
—Lo que tengo claro es que soy joven, soy muy joven, tengo 19 años, y sé que tengo que aprender mucho. Soy joven y todo lo que sea jugar es bueno para mí.
—¿Es de lo que se come la cabeza cuando no juega?
—Sí, sí que le doy vueltas. Me como la cabeza demasiado. Tanto si no juego, como si juego porque pienso lo que podía haber hecho mejor, lo que no..
—¿Es más difícil demostrar cuando no se tiene continuidad?
—No es fácil. Cuando uno no tiene continuidad tiene como una pequeña presión porque sabe sabes que no tienes tantas oportunidades y cuando la tienes debes aprovecharla. Tienes un poco de presión, pero yo enseguida que me meto en el campo estoy tranquilo y hago lo que sé, como siempre. En el campo pierdo la vergüenza.
—¿No le pasa que quiere demostrar todo en poco tiempo y eso a veces no le ayuda demasiado?
—Mi padre me dice que esté tranquilo y que no quiera demostrarlo todo en cinco minutos. Él siempre me dice que juegue tranquilo y que haga lo que sé hacer que es encarar, dar asistencias, llegar a portería. Es lo que intenté hacer. Pero siempre sin volverte loco. Es difícil...
—¿Qué está aprendiendo de esto?
—Que esto es fútbol. El míster es el que decide. Si no juego es porque hay gente delante de mí que también lo está haciendo bien. Yo sé que tengo que competir para estar al nivel de los demás y para hacerme un hueco y es lo que hago en cada entrenamiento y en cada partido.
—¿El 4-2-3-1 o 4-4-2 le beneficia?
—Jugar con bandas me beneficia, claro. Soy un jugador que tiende a estar abierto en banda y siempre que juguemos más tiempo por fuera es más bueno para mí. Pero también me he sentido cómodo jugando por dentro o cambiado de banda buscando diagonales.
—¿Se apunta al partido del Barça?
—(Ríe) Decide el míster, pero claro que voy a estar ahí entrenando toda la semana a tope por si tengo una oportunidad para ayudar al equipo. Va a ser difícil porque el Barça es uno de los mejores equipos del mundo, si no el mejor, pero jugamos en Mestalla, con nuestra gente y seguro que nos ayudan para hacer un buen partido.
—Ahora que habla de la gente. La gente es de Bernat. ¿Lo nota?
—Desde siempre he notado el cariño de la afición. Estoy muy agradecido, yo lo que quiero es devolverle a la gente todo ese cariño con partidos como el del sábado.
—¿Se irá su amigo Jonathan Viera?
—No sé, es una decisión que tiene que tomar, pero es un jugador que a mí personalmente me gusta mucho como juega. Es un jugador que tiene mucho talento. Ahora está teniendo más continuidad.
—Lo que está claro es que Bernat se queda... Y más con partidos como el de Riazor.
—Soy un cabezón. Jugar en el Valencia para mí siempre es y será lo primero. Hablé con mis agentes y vimos que quedarse era lo mejor. Estamos a mitad de temporada, los equipos ya están hechos, pero yo siempre he creído en mí.
—No sé, no sé. Si viene gente a sumar serán bien recibidos. Es lo que se dice siempre, pero es así.
—Lo que está claro es que Bernat dijo en A Coruña ‘aquí estoy yo’.
—Estoy muy contento por como me han salido las cosas, pero sobre todo, por los tres puntos. Los necesitábamos y más después de ver como iba el partido. Perdonamos en la primera parte, el partido se puso cuesta arriba con el 2-1, pero al final reaccionamos y sumamos tres puntos que necesitábamos.
—Leo la portada de SUPER. Triunfo de Bernat.
—Ya sé, ya. Pero es un triunfo de todo el equipo. Me salieron las cosas bien y pude dar la asistencia del segundo gol que era muy importante para nosotros, pero el triunfo es del equipo. Fue una victoria muy trabajada por todos.
—¿Qué le dijo Valverde cuando saltó al campo por Víctor?
—Eramos un más y el míster me dijo que había que abrir el campo, que me quedara muy abierto en la izquierda y que encarara. Ellos estaban con uno menos y sabíamos que Manuel Pablo tenía una tarjeta. Había que encararlo. Ellos se cerraron con el resultado a favor y el míster me dijo que había que crear superioridades con el lateral.
—Y va y lo hace dándole la asistencia de gol a Valdez...
—Recibí y me fui directo a por Manuel Pablo. Lo encaré. Me gusta mucho encarar i ir vertical hacia el rival, así el contrario tiene que recular y es más difícil para él. Hice dos bicicletas, me fui por la izquierda y metí un pase por delante para Valdez que no perdonó.
—¡Se atrevió hasta con un caño!
—Al final del partido, sí, fue allí en la banda. La verdad es que no sabía como salir de allí y fue un recurso. Por ahí voy a salir me dije.
—¿Quién le felicitó?
—Me dieron la enhorabuena todos. Al final del partido vino Manuel Pablo a felicitarme, me dijo: ‘muy bien chaval’.
—En zona mixta un compañero de A Coruña me preguntó que quién era ese dorsal 28.
—(Ríe) A mí uno me dijo si podía darle una entrevista, pero le dije que no, que lo sentía, pero no podía.
—¿Necesitaba un partido así?
—Tenía ganas. Jugué bien el último partido de Liga contra Osasuna, acabé contento también contra el Madrid, pero tenia ganas de que me saliera un partido así.
—No deja de reivindicarse en cada partido...
—Tenía ganas de reivindicarme así, ayudando al equipo a ganar, pero más que reivindicarme, lo que quería era hacer un partido así y coger confianza. Jugar un partido así siempre viene muy bien.
—Uno siempre quiere jugar más...
—Si me gustara el banquillo no sería un jugador de fútbol. El míster contó conmigo esta vez y estoy muy contento.
—¿Cuánto de lejos o de cerca ve su sueño de ser titular?
—Lo que tengo claro es que soy joven, soy muy joven, tengo 19 años, y sé que tengo que aprender mucho. Soy joven y todo lo que sea jugar es bueno para mí.
—¿Es de lo que se come la cabeza cuando no juega?
—Sí, sí que le doy vueltas. Me como la cabeza demasiado. Tanto si no juego, como si juego porque pienso lo que podía haber hecho mejor, lo que no..
—¿Es más difícil demostrar cuando no se tiene continuidad?
—No es fácil. Cuando uno no tiene continuidad tiene como una pequeña presión porque sabe sabes que no tienes tantas oportunidades y cuando la tienes debes aprovecharla. Tienes un poco de presión, pero yo enseguida que me meto en el campo estoy tranquilo y hago lo que sé, como siempre. En el campo pierdo la vergüenza.
—¿No le pasa que quiere demostrar todo en poco tiempo y eso a veces no le ayuda demasiado?
—Mi padre me dice que esté tranquilo y que no quiera demostrarlo todo en cinco minutos. Él siempre me dice que juegue tranquilo y que haga lo que sé hacer que es encarar, dar asistencias, llegar a portería. Es lo que intenté hacer. Pero siempre sin volverte loco. Es difícil...
—¿Qué está aprendiendo de esto?
—Que esto es fútbol. El míster es el que decide. Si no juego es porque hay gente delante de mí que también lo está haciendo bien. Yo sé que tengo que competir para estar al nivel de los demás y para hacerme un hueco y es lo que hago en cada entrenamiento y en cada partido.
—¿El 4-2-3-1 o 4-4-2 le beneficia?
—Jugar con bandas me beneficia, claro. Soy un jugador que tiende a estar abierto en banda y siempre que juguemos más tiempo por fuera es más bueno para mí. Pero también me he sentido cómodo jugando por dentro o cambiado de banda buscando diagonales.
—¿Se apunta al partido del Barça?
—(Ríe) Decide el míster, pero claro que voy a estar ahí entrenando toda la semana a tope por si tengo una oportunidad para ayudar al equipo. Va a ser difícil porque el Barça es uno de los mejores equipos del mundo, si no el mejor, pero jugamos en Mestalla, con nuestra gente y seguro que nos ayudan para hacer un buen partido.
—Ahora que habla de la gente. La gente es de Bernat. ¿Lo nota?
—Desde siempre he notado el cariño de la afición. Estoy muy agradecido, yo lo que quiero es devolverle a la gente todo ese cariño con partidos como el del sábado.
—¿Se irá su amigo Jonathan Viera?
—No sé, es una decisión que tiene que tomar, pero es un jugador que a mí personalmente me gusta mucho como juega. Es un jugador que tiene mucho talento. Ahora está teniendo más continuidad.
—Lo que está claro es que Bernat se queda... Y más con partidos como el de Riazor.
—Soy un cabezón. Jugar en el Valencia para mí siempre es y será lo primero. Hablé con mis agentes y vimos que quedarse era lo mejor. Estamos a mitad de temporada, los equipos ya están hechos, pero yo siempre he creído en mí.
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