Al dolor del 0-5, que ha hecho mella en el ánimo de Llorente, se suman en el plano deportivo la baja del goleador y la no recuperación de Albelda
JOSÉ MOLINS jmolins@lasprovincias.es | VALENCIA..-
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En apenas una semana Ernesto Valverde ha pasado de ser alabado por todo el valencianismo a empezar a vivir una particular pesadilla. El técnico consiguió cambiar la cara al equipo, instalado en una nube en las últimas jornadas, pero el segundo enfrentamiento con el Real Madrid, saldado con una humillante goleada en Mestalla, ha truncado las esperanzas. Esta vez no cabe hablar de manos negras y árbitros, sino de una debacle gestada en la pizarra. Días después de que se hablara de renovar al entrenador, vuelve el pesimismo.
Todo cambiará si el Valencia protagoniza mañana una machada y remonta el 2-0 del Bernabéu, tan condicionado por los errores del colegiado. Pero, por si alguien comenzaba a ilusionarse, otra noticia negativa arrojó ayer sal a la herida. El día en que el Valencia necesita hacer al menos tres goles al Real Madrid, Valverde se queda sin su delantero de referencia, Roberto Soldado, mientras que David Albelda está prácticamente descartado.
Ninguno de los capitanes, jugadores esenciales en el esquema del técnico extremeño, estará disponible. El goleador acabó el duelo del domingo con molestias y por eso fue ayer a hacerse pruebas médicas. El diagnóstico reveló que padece una fuerte contractura en el recto anterior de la pierna izquierda, lo que le convierte en baja segura para mañana y seria duda de cara al sábado en Riazor, ya que este tipo de lesiones aconsejan siempre ser prudente en la recuperación y no correr riesgos, con el fin de evitar que la dolencia se agrave.
En el caso del mediocentro, su recuperación marcha según lo esperado, pero para que estuviera en condiciones de jugar mañana habría que forzarle, algo que ni el cuerpo médico ni el técnico piensan hacer en ningún caso. Ayer el de La Pobla Llarga estuvo trabajando en la 'jaula' de la ciudad deportiva en solitario. Se lesionó el gemelo en el encuentro ante el Sevilla y las previsiones apuntan a un regreso ante el Deportivo.
Los cinco goles del Real Madrid desnudaron muchas de las carencias que sigue teniendo el equipo, y que en el arranque de la etapa de Valverde habían quedado escondidas bajo una coraza de dinámica ganadora. Pero lo que más dolió, tanto en el club como entre los aficionados, fue la mala imagen ofrecida por los futbolistas. El propio técnico se atribuyó la culpa de la derrota por sus decisiones, como la de colocar a Ricardo Costa en banda ante la rapidez de Cristiano o dar la titularidad a un Gago fuera de forma.
El triple mediocentro argentino hizo agua. Ni Gago ni Tino Costa ni Banega controlaron el juego en la zona central. Se espera mucho más de ellos, ya que deben ser quienes guíen el juego del equipo. Desde que se marchó Pellegrino, el ex del Real Madrid no es ni la sombra del que empezó la temporada. Eso el Valencia lo nota, porque se resiente en la transición ofensiva.
Sin embargo, tanto en el club como en la grada no hay recelo con el entrenador. Se entiende que sólo ha sido un partido, un duro varapalo, pero puntual, que empaña eso sí la buena dinámica que llevaba el equipo hasta ahora, incluso con la derrota del Bernabéu, donde se elogió el buen juego del conjunto de Valverde, frenado por el árbitro.
Los gritos a Llorente
Pero si Valverde tiene de momento la confianza de Mestalla, el que vivió una nueva situación tensa fue Manuel Llorente, otra vez con cánticos pidiendo su dimisión. El presidente estaba muy tocado al descanso, viendo ya la que se le venía encima con el 0-5. Cánticos antes de lo previsto y aficionados que se iban a casa con medio partido aún por jugar. De nuevo surgieron las dudas, el aroma a fin de ciclo, aunque ayer era ya otro Llorente el que comía con gente de su confianza, a la que expresaba su voluntad de continuar en el cargo y agotar el mandato, que concluye en junio de 2014, para concluir el proyecto que empezó en 2009. Sin embargo, las opiniones en el caso del presidente van fluctuando según los días, y con un nuevo traspié deportivo o bien otra pañolada podría volver a plantearse la dimisión, a pesar de que ahora se muestra más firme en la idea de mantenerse en el cargo.
No sólo el presidente recibe críticas. Ayer el director deportivo, Braulio Vázquez, fue el centro de los gritos e insultos de un grupo reducido de aficionados, quienes le recriminaron su desacertada política de fichajes, pero también increparon a algunos jugadores.
Para aumentar la ofuscación, es la primera vez que al Valencia le marcan dos veces en una misma temporada cinco goles en casa, mientras que la Champions, tras el empate anoche del Betis, queda otra vez a cinco puntos de distancia.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2013-01-22/lesion-soldado-convierte-trilogia-20130122.html
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