Los problemas económicos y los escándalos deportivos han marcado los meses de diciembre en el nuevo milenio El final de año resulta convulso para el club en las últimas campañas
JOSÉ MOLINS jmolins@lasprovincias.es | VALENCIA..-
JOSÉ MOLINS jmolins@lasprovincias.es | VALENCIA..-
Vaya como vaya la temporada, en el Valencia no viven una Nochevieja tranquila desde hace mucho tiempo. En las últimas campañas la controvertida actualidad ha convulsionado los meses de diciembre, con escándalos que llegan puntualmente a su cita cuando cada año tocaba a su fin. Desde el terremoto de Koeman al millón por la marcha de Javier Gómez, pasando por la agonía económica de la etapa de Soriano, o numerosas lesiones graves, gran cantidad de problemas han trufado los finales de año. Y 2012 no iba a ser una excepción. No sólo eso, sino que además este mes de diciembre ha resultado de los más crispados que se recuerdan en Mestalla.
Desde que Paco Roig reventó la Junta de accionistas, los acontecimientos se han desbordado en el club blanquinegro. Deportivamente la etapa de Pellegrino estaba siendo un fracaso, y con el equipo a media tabla, el caldo de cultivo alimentado por la oposición al presidente originó un clima irrespirable.
En el primer día de diciembre se produjo la gran convulsión, con la derrota ante la Real Sociedad que provocó una enorme pañolada y cánticos de «Llorente vete ya», con disturbios posteriores en la avenida de Suecia. Mientras tanto, la directiva destituyó a Pellegrino, algo que nadie del público había pedido, e incluso Gago, enfurecido por la decisión, mostró su voluntad de marcharse del club. Estas navidades se le ha relacionado con Boca Juniors, que le pretende.
La situación deportiva se había torcido irremediablemente y dejaba al descubierto una dramática realidad económica, que con el equipo bien situado estos años atrás había quedado un poco más escondida. La ruptura del plan Bankia para retomar las obras del estadio y reducir la deuda fue un revés muy difícil de digerir, lo que llevó a Llorente a explicar el pasado día 18 el acuerdo que había alcanzado el club con la entidad financiera, con el que ganaba tres meses más de plazo antes de que el banco ejecute el crédito.
Vivir sobre el alambre. Y eso que en diciembre de 2011 la directiva blanquinegra se las prometía muy felices al firmar el acuerdo del plan Newcoval, que después se ha quedado en papel mojado. Hace doce meses que el club pagó un millón de euros de indemnización a Javier Gómez por abandonar su cargo de vicepresidente. La oposición puso el grito en el cielo, y todavía se lo recrimina a Llorente.
Pero el alambre es aún más inestable en la Fundación. La Generalitat decidió tomar el control del máximo accionista creando una comisión económica para buscar soluciones que logren pagar los 4,8 millones de euros de intereses al banco antes de final de enero.
Tanto el club como su dueño están desbordados ante la falta de recursos económicos, y mientras, Paco Roig sigue atizando. «El Valencia se muere por la gestión de Llorente», dijo el expresidente en el juzgado, tras dejar claro que no había conciliación con el actual dirigente, quien le había denunciado al ser acusado de llevarse dinero del club. El panorama venía caliente, porque unas semanas atrás, el costarricense Mario Alvarado intentó hacerse con la deuda del club con aval de más que dudosa credibilidad. Feghouli terminó de arreglar la caótica situación conduciendo sin carnet, lo que le motivó ir a juicio al ser arrestado.
Ante esta realidad, el Valencia está a expensas de que Valverde transmita tranquilidad al equipo, aunque su primer partido en Mestalla, 0-1 contra el Rayo, acabara también en pañolada.
Todo esto deja casi en una anécdota los pitos que recibía Emery a finales de 2011, sobre todo al quedar eliminado de la Champions en la liguilla. Llorente y Braulio se reunieron con el técnico y la plantilla, pero no hubo reacción, al sufrir otra derrota, esa ante el Betis. Tan implicada estaba una parte del vestuario que Miguel llegó tarde a un entrenamiento y fue sancionado por el técnico con cuatro partidos, hasta que le indultó en el último encuentro del año.
Aunque no fue la primera vez que con Emery en el cargo se multó a jugadores. Banega y Mathieu lo sufrieron en 2010. El francés había dejado de estudiar castellano y no comprendía muchas cosas. Un día, cuando todos sus compañeros trabajaban, él no apareció. Había entendido que tenía día libre. Le cayeron 6.000 euros de sanción, y la obligación de que retomara sus clases de español. Aún hoy sigue sin hablar con soltura. Del mismo importe fue la multa al argentino, quien, tras la celebración del cumpleaños de Unai, a la mañana siguiente llegó tarde a entrenarse.
Pero si de apartar jugadores va el tema, el gordo se lo lleva Koeman. El único capaz de superar el actual diciembre negro fue el holandés en el último mes de 2007, cuando provocó un terremoto histórico al comunicar a Albelda, Cañizares y Angulo que no contaba con ellos. «Fue surrealista, una decisión ilógica que llevó a malos resultados y a un año en el que el equipo estuvo a punto de descender», recuerda el exfutbolista asturiano.
El 18 de diciembre el entrenador tomó su decisión. «A mí me lo dijo unos días más tarde porque estaba de baja con faringitis. Fue lo peor de mi carrera, había llegado a jugar en la selección», señala Angulo. Koeman tuvo roces con el director deportivo, Miguel Ángel Ruiz, pero Juan Soler le autorizó de buen grado a limpiar el vestuario. «No tienen categoría para humillarme», aseguró entre lágrimas Albelda, el único que continuó en el club y que cinco años después sigue siendo capitán. En medio del terremoto, Villa, Silva y Vicente señalaban a sus allegados que querían irse.
Deportivamente ha habido muchos otros momentos caóticos, como la plaga de lesiones en 2006 que asoló al equipo de Quique. El año anterior el asunto médico también centró el debate, con dardos de gente como Baraja o Navarro hacia Rafael Llombart, que resultó destituido. «Era un tema controvertido, ahora o en otros momentos ha habido más problemas que ese año. Fue un periodo desagradable, era un buen cuerpo médico, y es una lástima, en la única temporada que todo iba bien y Soler disfrutaba en el cargo, pero pusieron muchas piedras en el camino, y por cosas como esa al final me fui yo», rememora Javier Subirats, director deportivo de la época y valedor de Llombart.
En el apartado económico los finales de año han estado también cargados de tensión. La agonía que vivió Vicente Soriano en 2008 obligó a pedir auxilio a las instituciones, y tuvo que ser Canal 9 quien adelantara 11 millones a cuenta de los derechos de televisión de esa temporada para que el club pagara los gastos.
Con Llorente en el cargo un año después se llegó a un acuerdo con la UTE para retomar las obras del nuevo Mestalla, pero aún hoy siguen paradas. Lo que sí hizo la sociedad fue recomprar por 13 millones la parcela del actual estadio que Soler adquirió en su día. También con problemas de liquidez, la Fundación sacó a la venta 44.247 acciones en 2010 para obtener beneficios, aunque hoy en día sigue sin poder hacer frente ni siquiera a los intereses del crédito de Bankia.
Una vez más, en la última noche del año las uvas tendrán un sabor amargo en el Valencia, que atraviesa momentos muy complicados en el panorama financiero y se encuentra a siete puntos de la Champions en lo deportivo. A ver si esas uvas traen mejor suerte en 2013.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2012-12-31/uvas-atragantan-valencia-20121231.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario