Sempre València, a falta de culminar las negociaciones, no desmiente ni confirma la procedencia del inversor
26.03.2013 | 02:13
V. CHILET
El grupo Sempre València, que con Fernando Gómez intenta alcanzar la presidencia de la SAD, no confirmaba ni desmentía ayer que el grupo inversor con el que trabaja la plataforma tenga relación con el hermano del jeque Sulaiman Al-Fahim, cuya familia domina el Manchester City. Fuentes directas del grupo razonaban ayer que hablar de la procedencia del inversor «sólo podría perjudicarnos», al no haberse culminado las negociaciones.
Para la familia Al-Fahim, Valencia no es una ciudad desconocida. En el año 2009, Sulaiman, seguidor confeso del ajedrez (es el presidente de la federación de ajedrez de los Emiratos Árabes), se presentó en Valencia para asistir a la histórica partida de ajedrez entre Anatoly Karpov y Gary Kasparov.
Cabe recordar que Sempre València está a la espera de que se defina qué interlocutor „Consell o Bankia„ domina accionarialmente el club, para dar a conocer a sus inversores y plantear la posibilidad de vender el club. La opción que maneja Fernando es la de ofrecer una solución «integral». El objetivo es que el inversor adquiera la propiedad del club, compre el solar del viejo Mestalla y asuma la conclusión de las obras del futuro estadio. Entre las condiciones que Sempre València, a pesar de presentarse como comprador, quiere plantear en la negociación está la de aplicar una auditoría externa, independiente de la que el club muestra en cada junta de accionistas. Con ella, según Fernando, se pretende conocer el estado real de las cuentas y saber cuántos compromisos, como por ejemplo el del nombre del nuevo estadio, podrían estar acordados, y que modificarían el interés y el volumen de la inversión final. Fernando también quiere pedir un periodo de exclusividad de dos meses para que en el transcurso de las conversaciones el Consell no negocie con ningún otro comprador potencial interesado.
Además, tal como Javier Villalonga, miembro de Sempre València, declaró a Levante-EMV, se impondrá una cláusula por la cual si el grupo inversor no cumple con las expectativas o no demuestra las suficientes garantías, tendrá que devolver las acciones a la Fundación y desvincularse del club. Falta por ver qué relación, si la hay, pueda guardar el plan de Sempre València con la remodelación de la Fundación.
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