23.03.2013 | 00:51
Vicente Bau
No entiendo al Valencia. Vale, sí, ya sé que al Valencia no hay cristo que lo entienda... pero yo en este caso estoy hablando de la parcela deportiva y más concretamente sobre la figura de su entrenador. El asunto es muy simple. ¿No sería más razonable antes de pensar en la renovación de Ernesto Valverde plantearse qué modelo de fútbol queremos? Para mi la respuesta a esta pregunta es obvia: indudablemente. Ahora bien, para el Valencia da la impresión que la respuesta es tan ambigua como casi todas sus actuaciones. Indescifrable. Les explico.
¿Existe un modelo?
Miren, Unai Émery entendía el fútbol de una manera muy concreta que, buena o mala, no tenía nada que ver con la que quiso implantar el novato e inexperto Mauricio Pellegrino... si es que quiso o supo implantar alguna. Y de Pellegrino a Valverde también media un abismo. Y de Valverde a ese presunto candidato a reemplazarle en el banquillo llamado Miroslav Djukic media un abismo y medio o incluso dos. Cada uno de esos cuatro entrenadores es hijo (deportivo) de su padre y de su madre y no tienen en común nada más que el título de entrenador. No se parecen en nada. Y eso nos indica que el Valencia está fallando en lo esencial. Si no existe un modelo definido en la parcela deportiva los resultados futuros van a ser más fruto de la casualidad o de la suerte que de una buena planificación.
Miren, Unai Émery entendía el fútbol de una manera muy concreta que, buena o mala, no tenía nada que ver con la que quiso implantar el novato e inexperto Mauricio Pellegrino... si es que quiso o supo implantar alguna. Y de Pellegrino a Valverde también media un abismo. Y de Valverde a ese presunto candidato a reemplazarle en el banquillo llamado Miroslav Djukic media un abismo y medio o incluso dos. Cada uno de esos cuatro entrenadores es hijo (deportivo) de su padre y de su madre y no tienen en común nada más que el título de entrenador. No se parecen en nada. Y eso nos indica que el Valencia está fallando en lo esencial. Si no existe un modelo definido en la parcela deportiva los resultados futuros van a ser más fruto de la casualidad o de la suerte que de una buena planificación.
Mourinho o Guardiola.
El tema es sencillo... o al menos debería serlo.
¿Llorente y Braulio quieren que el Valencia juegue al tiki-taka al estilo del Barça de Pep Guardiola o les pone más la puesta en escena al estilo Ranieri/Mourinho (bautizado como la cobra que pica y que mata) que no es otro que el juego eléctrico de contragolpe? ¿O jugamos al estilo Rafa Benítez... todos juntitos en un palmo de terreno? No, no intenten dar una respuesta a todo este galimatías porque no existe. El Valencia no juega a nada reconocible. Y, vista la idea de cambiar a Valverde por Djukic, va a seguir dando bandazos en busca no se sabe bien de qué.
El tema es sencillo... o al menos debería serlo.
¿Llorente y Braulio quieren que el Valencia juegue al tiki-taka al estilo del Barça de Pep Guardiola o les pone más la puesta en escena al estilo Ranieri/Mourinho (bautizado como la cobra que pica y que mata) que no es otro que el juego eléctrico de contragolpe? ¿O jugamos al estilo Rafa Benítez... todos juntitos en un palmo de terreno? No, no intenten dar una respuesta a todo este galimatías porque no existe. El Valencia no juega a nada reconocible. Y, vista la idea de cambiar a Valverde por Djukic, va a seguir dando bandazos en busca no se sabe bien de qué.
Tres deducciones.
Al hilo del futuro entrenador permítanme la licencia de compartir con ustedes tres deducciones que, tratándose de nuestro querido Valencia, no tienen porqué ser dogma de fe.
La primera es obvia: si Llorente y Braulio quieren meterle mano al asunto deportivo de cara a la próxima temporada es que tiene claro que van a seguir en el club. Uno de presidente... don Manuel. Y el otro de director deportivo... don Braulio. Bien, asimilada la continuidad, pasemos a la siguiente deducción. Si Llorente no le ha hecho a Valverde ni un solo guiño de complicidad (recuerden que él no fichó a don Ernesto) y Valverde tampoco ha hecho el menor gesto de querer seguir en el Valencia... ¿no creen que este matrimonio es imposible?
Yo creo que sí. Y si esto se confirma significaría que Djukic será nuestro próximo entrenador... ¿empezaremos a trazar un modelo deportivo (por primera vez en años) con la llegada del serbio? Esperemos que sí... por el bien del Valencia.
Al hilo del futuro entrenador permítanme la licencia de compartir con ustedes tres deducciones que, tratándose de nuestro querido Valencia, no tienen porqué ser dogma de fe.
La primera es obvia: si Llorente y Braulio quieren meterle mano al asunto deportivo de cara a la próxima temporada es que tiene claro que van a seguir en el club. Uno de presidente... don Manuel. Y el otro de director deportivo... don Braulio. Bien, asimilada la continuidad, pasemos a la siguiente deducción. Si Llorente no le ha hecho a Valverde ni un solo guiño de complicidad (recuerden que él no fichó a don Ernesto) y Valverde tampoco ha hecho el menor gesto de querer seguir en el Valencia... ¿no creen que este matrimonio es imposible?
Yo creo que sí. Y si esto se confirma significaría que Djukic será nuestro próximo entrenador... ¿empezaremos a trazar un modelo deportivo (por primera vez en años) con la llegada del serbio? Esperemos que sí... por el bien del Valencia.
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