Llorente y personas vinculadas al club centran sus esfuerzos para buscar inversores en los emiratos - El presidente dice que cerrará un acuerdo en Catar y el grupo de Fernando deja caer que negocia con el hermano del dueño del City
25.03.2013 | 01:20
J. M. B. VALENCIA
El acuerdo económico que intentará cerrar el presidente del Valencia, Manuel Llorente, en mayo con un emir de Catar para inyectar dinero en el club -entre 3 y 5 millones de euros en varios años- ha recordado estos días la importancia de los inversores árabes en la agenda del Valencia. No sólo el dirigente trabaja en la búsqueda de empresarios del mundo árabe; también lo hacen otros consejeros, exdirectivos y gente del entorno de la entidad. El grupo Sempre València, que lidera Fernando Gómez, niega estar negociando con el hermano del jeque que controla el Manchester City, del jeque Sulaiman Al Fahim, pero desde su entorno se asegura que esta negociación está en marcha.
Días después de que Llorente anunciara la pasada semana, durante un acto con las peñas en Tortosa, un acuerdo con el hijo de un emir de Catar, desde la órbita del grupo de Fernando se filtró la posible llegada inminente de un inversor para comprar el Valencia. Llegaría con 300 millones de euros y se trataría de un familiar directo del dueño del City, interesado en realizar una gran operación inmobiliaria.
Mientras, Llorente espera cerra en mayo el acuerdo con el hijo de un emir "que es del Valencia". Se trata de una operación que busca la explotación financiera de los recursos del club a cambio de unos ingresos que no sobrepasarán los 5 millones de euros, pero que le vendrían muy bien a las debilitadas arcas de la entidad. "En mayo seguramente nos recibirá el hijo del emir, que parece ser que es seguidor del Valencia", afirmó a la televisión local del Grup L'Ebre. En concreto, se trata del hijo de uno de los patrocinadores de la principal liga de fútbol de Catar.
El presidente del Valencia ha viajado dos veces a los emiratos árabes en los últimos meses, ambas destinadas a la búsqueda de inversores y nuevos patrocinios para el club. El director de marketing, Damiá Vidagany, le acompañó en ambas ocasiones. En la última ocasión, se sumó la directora financiera del Valencia, Inmaculada Ibáñez.
El pasado mes de noviembre, Llorente calificó el viaje a Dubai de "satisfactorio", después de haber mantenido varias reuniones con empresas de la zona, aunque no llegó a concretar ningún negocio. Fuentes del club aseguraron entonces que los tres embajadores del club reemprenderán varias reuniones ya iniciadas en noviembre.
El motivo principal del segundo viaje, esta vez en enero y a Catar, es por estar presente en la cumbre de los principales clubes del mundo, donde se debatió acerca de las iniciativas que existen para crear una liga europea, al estilo de la NBA: Una competición cerrada, con derechos fijos de las televisiones y con una representación española que no pasaría de los cuatro equipos. Se trata de una vieja aspiración que tenía el ya extinto G14. El Valencia no quiere perder el tren de la posible liga europea, uno de los motivos por los que Llorente quiere mantener a toda costa al Valencia entre los cuatro primeros de la competición nacional.
Mientras, Llorente aprovechó para tratar de cerrar algún acuerdo con nuevos patrocinadores y los emiratos son un buen lugar para hacerlo.
Pero la intención del dirigente del club no es sólo cerrar acuerdos comerciales a pequeña y media escala. Llorente aprovechó los viajes para tantear el interés de los emires por comprar el Valencia. La mayor parte de los compradores que se buscan para sacar al club de su delicada situación económica son del mundo árabe, de las grandes fortunas ligadas al petróleo. Llorente, y otras personas vinculadas al Valencia, llevan mucho tiempo buscando compradores para las parcelas de Mestalla, un negocio que daría financiación al club para pagar su deuda y reemprender las obras del nuevo estadio, que lleva cuatro años parado. El club quiere conseguir un inversor que aporte dinero para terminar las obras del recinto de la avenida de les Corts Valencianes a cambio de explotar el uso terciario.
Días después de que Llorente anunciara la pasada semana, durante un acto con las peñas en Tortosa, un acuerdo con el hijo de un emir de Catar, desde la órbita del grupo de Fernando se filtró la posible llegada inminente de un inversor para comprar el Valencia. Llegaría con 300 millones de euros y se trataría de un familiar directo del dueño del City, interesado en realizar una gran operación inmobiliaria.
Mientras, Llorente espera cerra en mayo el acuerdo con el hijo de un emir "que es del Valencia". Se trata de una operación que busca la explotación financiera de los recursos del club a cambio de unos ingresos que no sobrepasarán los 5 millones de euros, pero que le vendrían muy bien a las debilitadas arcas de la entidad. "En mayo seguramente nos recibirá el hijo del emir, que parece ser que es seguidor del Valencia", afirmó a la televisión local del Grup L'Ebre. En concreto, se trata del hijo de uno de los patrocinadores de la principal liga de fútbol de Catar.
El presidente del Valencia ha viajado dos veces a los emiratos árabes en los últimos meses, ambas destinadas a la búsqueda de inversores y nuevos patrocinios para el club. El director de marketing, Damiá Vidagany, le acompañó en ambas ocasiones. En la última ocasión, se sumó la directora financiera del Valencia, Inmaculada Ibáñez.
El pasado mes de noviembre, Llorente calificó el viaje a Dubai de "satisfactorio", después de haber mantenido varias reuniones con empresas de la zona, aunque no llegó a concretar ningún negocio. Fuentes del club aseguraron entonces que los tres embajadores del club reemprenderán varias reuniones ya iniciadas en noviembre.
El motivo principal del segundo viaje, esta vez en enero y a Catar, es por estar presente en la cumbre de los principales clubes del mundo, donde se debatió acerca de las iniciativas que existen para crear una liga europea, al estilo de la NBA: Una competición cerrada, con derechos fijos de las televisiones y con una representación española que no pasaría de los cuatro equipos. Se trata de una vieja aspiración que tenía el ya extinto G14. El Valencia no quiere perder el tren de la posible liga europea, uno de los motivos por los que Llorente quiere mantener a toda costa al Valencia entre los cuatro primeros de la competición nacional.
Mientras, Llorente aprovechó para tratar de cerrar algún acuerdo con nuevos patrocinadores y los emiratos son un buen lugar para hacerlo.
Pero la intención del dirigente del club no es sólo cerrar acuerdos comerciales a pequeña y media escala. Llorente aprovechó los viajes para tantear el interés de los emires por comprar el Valencia. La mayor parte de los compradores que se buscan para sacar al club de su delicada situación económica son del mundo árabe, de las grandes fortunas ligadas al petróleo. Llorente, y otras personas vinculadas al Valencia, llevan mucho tiempo buscando compradores para las parcelas de Mestalla, un negocio que daría financiación al club para pagar su deuda y reemprender las obras del nuevo estadio, que lleva cuatro años parado. El club quiere conseguir un inversor que aporte dinero para terminar las obras del recinto de la avenida de les Corts Valencianes a cambio de explotar el uso terciario.
Muchos frentes abiertos
Pero, de momento, el Valencia sólo tiene abierta una operación con el hijo del emir al que Llorente se refirió la pasada semana. Un acuerdo que reportará dinero extra, pero ni mucho menos se trata de una negociación que vaya a solucionar los grandes problemas de la entidad. A la deuda global del club de 360 millones de euros, de los que 219 corresponden a Bankia, y a falta de pagar 150 millones para terminar el nuevo Mestalla, se unen los 81 millones que la Fundación del Valencia debe a su principal acreedor.
Pero, de momento, el Valencia sólo tiene abierta una operación con el hijo del emir al que Llorente se refirió la pasada semana. Un acuerdo que reportará dinero extra, pero ni mucho menos se trata de una negociación que vaya a solucionar los grandes problemas de la entidad. A la deuda global del club de 360 millones de euros, de los que 219 corresponden a Bankia, y a falta de pagar 150 millones para terminar el nuevo Mestalla, se unen los 81 millones que la Fundación del Valencia debe a su principal acreedor.
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