El portugués Hélder Postiga pisó por última vez, casi con total seguridad, la Ciudad Deportiva de Paterna antes de completarse sucesión -que incluirá una opción de compra- al Lazio de Roma hasta el 30 de junio de este año. El luso, uno de los grandes fiascos de la temporada valencianista, dejará un hueco que el Valencia trata de rellenar contrarreloj fichando al delantero goleador que tanto ansíaPizzi.
Postiga, que hasta última hora meditó la conveniencia de marcharse rumbo a la Serie A italiana, fue un fichaje que despertó muchas dudas el pasado verano, un capricho del anterior secretario técnico Braulio Vázquez y el entrenador Miroslav Djukic que costó unos 3 millones de euros. Precisamente una cantidad que espera recuperar el Valencia en cuanto los italianos hagan efectiva la opción que ronda esta cantidad dentro de seis meses.
Se lo tendrá que facilitar el internacional portugués con muchos goles durante los meses que dure la cesión, durante la cual el conjunto valencianista se libra de su salario y de las constantes críticas hacia un futbolista que apenas ha marcado cuatro goles en veintitrés encuentros disputados con la elástica ‘ché’. Su comienzo fue fulgurante -tres goles en las tres primeras jornadas de Liga incluyendo un doblete contra el Barcelona en Mestalla-, pero desde entonces sólo ha habido bajo rendimiento, falta de confianza y fallos clamorosos hasta en los lanzamientos de penalti.
Por ello, y pese a que la dirección deportiva que encabeza Rufete sigue sin encontrar un recambio de garantías que Pizzi lleva reclamando desde hace semanas, no se ha arriesgado la posibilidad de que fracasase la negociación con la Lazio y, sumada a la salida de Pabón, se aligera una delantera valencianista que ahora está compuesta por Alcácer, el recién llegado Vargas y un Jonas que siempre ha reiterado que se encuentra más a gusto jugando en la mediapunta o por banda izquierda.
La cesión de Postiga no reporta dinero con el que acudir al mercado de delanteros con mayores garantías -para aumentar los ingresos elValencia está ‘quemando las naves’ con nombres como Banega, Canales y Guardado-, pero sí que deja la inquietud en una afición blanquinegra que se cuestiona muy seriamente si alcanza para afrontar lo que resta de temporada con los Alcácer, Vargas y Jonas, teniendo en cuenta además que el chileno debe aclimatarse tras llegar de Brasil y después de muchas semanas sin competición oficial.
Mientras Rufete y sus ayudantes apuran los dos días que restan demercado de fichajes de enero y tratan de encontrar una posibilidad buena, bonita y barata preferentemente vía préstamo hasta final de temporada, un Hélder Postiga que hace unos meses aterrizó para asumir la responsabilidad goleadora se marcha rumbo a la Lazio dejando mucha indiferencia a su paso por la capital del Turia.
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