El Valencia cae derrotado en San Mamés y no aprovecha el tropiezo del Málaga | Soldado, desquiciado, falló dos goles cantados en los últimos minutos | Soberbia actuación de Feghouli y Gorka Iraizoz, el mejor del encuentro
TONI CALERO | VALENCIA.-
TONI CALERO | VALENCIA.-
El gol se quedó en Valencia y el Athletic, en la única ocasión clara de todo el partido, se llevó el gato al agua. Probablemente sin merecerlo, porque el equipo de Bielsa no es el que era, ya no mima el balón, y vive pendiente de su relación amor-odio con Llorente, del adiós a la Catedral, del nuevo San Mamés. Lo hizo casi todo bien el Valencia salvo poner la puntilla. Salvo los primeros minutos, los blanquinegros fueron superiores en la amplía mayoría de las facetas del juego con un Athletic que coqueteaba con el descenso y ahora respira por un golazo de Muniain.
La frustración del Valencia se podría resumir en el último arreón, en el rostro de un Soldado desquiciado. Falló tres en apenas diez minutos. Una de ellas dará la vuelta al mundo. A un metro de Iraizoz, la echó incomprensiblemente fuera, como despreciando el regalo de Jonas. Luego mandó un voleón fuera del estadio. A Valverde le faltaba coco para entender qué más hacia falta para salvar al menos un punto de su última visita a la mística Catedral.
Al estrambótico once del Valencia le costó entrar en el partido. Mathieu siguió como central tras su magnífico partido ante el PSG y lo volvió a bordar. Rapidísimo, sin permitirse errores, lideró a una zaga compuesta por Barragán y Cissokho, ambos grises, en las bandas. A Parejo no hay quien le mueva de la foto oficial, y Valverde dio cancha a Piatti y Valdez, los menos castigados en minutos. Ni uno ni otro dio la talla, aunque es más sangrante el caso del argentino, que continúa sin justificar ni uno solo de los euros que el Valencia pagó al Almería.
El capitán Banega (un asunto que traera cola) hizo jugar levemente al conjunto blanquinegro, primero porque el Athletic se lo permitía y segundo porque tiene fútbol mientras conserva gasolina. Su papel fue bueno -sin más- también en la segunda mitad, cuando cedió el brazalete a Albelda, central circunstancial tras la lesión de Víctor Ruiz. El Valencia, pese a dominar el choque, no conseguía crear peligro hasta que Feghouli se echó al equipo a la espalda.
Antes de que iniciara el show el argelino, Ibai Gómez mandó un balón al larguero. Fue el único aviso del Athletic en todo el partido. Desde la banda derecha, Feghouli gobernó el juego y puso en aprietos a un Gorka Iraizoz espectacular, al que Marcelo Bielsa dio un toque y cuya respuesta ha sido formidable. El navarro fue parando uno a uno todos los remates del Valencia. Los de Feghouli, el derechazo de Piatti, un libre directo de Parejo... Un frontón que no caía, un pulmón para un Athletic que no estaba a pesar de los esfuerzos de la grada de San Mamés.
Bielsa dio entrada a Llorente y Muniain como último recurso y le funcionó. No por maestría táctica, sino porque son dos futbolistas de primer orden. Y el chiquitín decidió un partido de color blanquinegro. Aprovechó un rebote en el área para clavarla en la escuadra de Guaita. Fue un disparo inapelable. Quedaban diez minutos para el final y Valverde tenía las balas de Soldado y Jonas frescos y dispuestos. Pero no. La portería se achicó para Soldado y el Athletic triunfó sin merecerlo. Se queda el Valencia sin aprovechar el tropiezo del Málaga. Es sexto, y puede caer hasta la séptima plaza si la Real Sociedad consigue la victoria.
1 - Athletic: Iraizoz; Iraola, Ekiza, Laporte, Aurtenetxe (Muniain, min.59); San José, Iturraspe, De Marcos; Susaeta, Aduriz (Toquero, min.87) e Ibai Gómez (Llorente, min.76).
0 - Valencia: Guaita; Barragán, Víctor Ruiz (Albelda, min.29), Mathieu, Cissokho; Tino Costa, Parejo; Feghouli, Banega (Jonas, min.80), Piatti; y Valdez (Soldado, min.64).
Gol: 1-0, min.79: Muniain.
Árbitro: José Antonio Teixeira Vitienes (Cántabro). Mostró tarjeta amarilla a los locales Iturraspe, y a los visitantes Valdez, Parejo, Mathieu, Albelda, Feghouli y Soldado.
Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo séptima jornada de la Liga BBVA, disputado en un San Mamés prácticamente lleno y con todo el papel vendido. Unos 38.000 espectadores, entre ellos unos centenares de animosos seguidores visitantes. Las camisetas de los jugadores del Valencia contenían una inscripción conmemorativa con motivo de su última visita al campo de San Mamés.
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