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miércoles, 8 de enero de 2014

El Valencia contacta con Caicedo y el jugador admite que quiere venir

«Hay una posibilidad grande», subraya el ecuatoriano, que tendría que llegar cedido, como ocurre en el caso del chileno Eduardo Vargas




C. V. | VALENCIA..-


A Rufete le toca mojarse, lo que no sabe aún es con quién. El manager general deportivo del Valencia está dispuesto a satisfacer los deseos de Juan Antonio Pizzi y por eso de cara a los próximos días tiene el reto de traer su primer fichaje desde que Salvo le dio la vara de mando. Él fue quien contrató al entrenador y es quien tiene ahora que pelear para encontrar a un coste asequible el goleador que le han pedido. De momento ya se conocen dos de los principales candidatos a venir antes de que se cierre el plazo: Eduardo Vargas y Felipe Caicedo.
Teniendo en cuenta la dificultad de caja que acosa al Valencia, sólo queda abierta la opción del préstamo. Por eso, después de contactar con Rafa Benítez y plantearle la cesión de Vargas (pertenece al Nápoles), el club se ha movido en otra dirección por si acaso. Es ahí cuando aparece la vía del exlevantinista Caicedo, con contrato hasta junio de 2015 en el Lokomotiv pero con unas ganas locas de recalar en la Liga española y de volver a estar en primera línea antes del Mundial.
El Valencia ya ha contactado con Caicedo y el delantero no ha tenido ningún rubor en reconocerlo públicamente, lo que quizá podría incluso no favorecerle dependiendo de las circunstancias de los acontecimientos. «Hay una posibilidad grande. No puedo adelantar nada pero si el club acepta mi salida mi destino será España», contestaba ayer mismo antes de volar a Moscú cuando se le preguntó abiertamente por el Valencia.
Caicedo ha procurado en las últimas semanas ventilar su situación con el Lokomotiv, que desembolsó al Levante por su fichaje algo más de 7,5 millones de euros. «Tengo ofertas de España, Alemania e Inglaterra, pero los directivos del Lokomotiv ponen trabas para mi salida. Desde hace un año y medio quiero salir, y no me dejan», admitía recientemente el propio futbolista. Ayer iba un poco más allá y ponía a su actual club a favor: «Tengo el conocimiento de que el Lokomotiv quiere cederme».
Caicedo está atravesando momentos complicados. Ya no es titular y suma pocos minutos en la Liga rusa. De 14 encuentros ha actuado de inicio tres veces, acumulando un total de 332 minutos (un promedio de 23 minutos por partido). Ha anotado un gol y no quiere llegar al Mundial con esta dinámica.
Al Lokomotiv tampoco le interesa mantener esa coyuntura pensando en una posible operación de futuro. Es verdad que ha rechazado algunos intentos de traspasarlo por sumas importantes, pero ahora ha surgido el Valencia y su propuesta a la baja económicamente hablando, pero que le satisface plenamente al futbolista. El ecuatoriano ya conoce la ciudad y el club tras su eficiente paso por el Levante.
A Caicedo, a sus 25 años, lo conoce Rufete. Respecto al chileno Vargas, en cambio, quien sabe cómo se las gasta es Pizzi por su etapa al frente del Universidad Católica de Chile. El gran inconveniente en este caso es la fuerza económica que hace el Santos. El Valencia no puede ir a ninguna puja. Si lo consigue traer es porque Rafa Benítez prefiere tenerlo más cerca, aunque el entrenador español sabe que en el Gremio, donde estaba cedido, le ha ido bastante bien.
Al igual que Caicedo, a Vargas (24 años) le atrae sumamente su participación en el Mundial, donde precisamente Chile tendrá que vérselas en la primera ronda con la selección española. La intención que tiene el agente de Vargas es la de resolver lo antes posible el futuro de su pupilo. A Rufete le corresponde ahora la papeleta de convencer al Nápoles, vía Benítez, de que el Valencia es la mejor opción de futuro para un futbolista que le costó al equipo italiano 14 millones de euros.
Mientras tanto, en Sevilla siguen atentos a lo que pueda pasar con Dorlan Pabón. El Betis está a punto de echarle el lazo a Leo Baptistao -hasta el jueves tiene el Rayo un derecho sobre él- y quizás eso rebajaría finalmente el interés del conjunto verdiblanco por hacerse con el colombiano, el fichaje más caro de la 'era Salvo': 7,5 millones de euros (el club pagó la mitad por ese mismo porcentaje de sus derechos).
De momento anoche Pizzi dejó a Pabón en el banquillo de salida. No acaba el colombiano de engancharse del todo, pese a que sus inicios, con Djukic como técnico, apuntaron en otra dirección. Habrá que esperar a ver qué es lo que pasa finalmente con Pabón, que ha ido claramente de más a menos.

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