El técnico vasco también argumentó la decisión de mantener un pivote sobre el terreno y los dos delanteros tras quedarse con diez jugadores. "He reconvertido el equipo en un 4-3-2 con Joaquín y Mata para darle equilibrio al centro del campo y para poder asistir a los dos puntas". Una fórmula que legitimó asegurando que "había opciones de poder empatar y de ganar pero el 2-0 ha sentenciado el partido".
Emery insistió en la inferioridad numérica para explicar la derrota. "Con once ha intentado hacer lo que tenía que hacer pero con diez ya era mucha ventaja para el Sevilla y más en su estadio". Ha añadido que el Valencia "pudo empatar y hasta ganar" antes del segundo gol sevillista, aunque el tanto de Alejandro Alfaro "sentenció el partido".
Además, Emery ha mostrado su "plena confianza" en sus jugadores y aunque la derrota deja al Valencia "cabizbajo", ha abogado por "seguir trabajando para levantar la cabeza y recuperar el cuarto puesto que hoy dejamos", ha concluido.
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