A quince días para la junta general de accionistas, aún no se sabe con certeza ni cuándo, ni cómo ni a qué precio podrá sacar la Fundación del Valencia a la venta parte de las 1.531.433 acciones que posee desde la última ampliación de capital. La intención de la Fundación, que es en lo que lleva trabajando el equipo jurídico que le asesora (el mismo que al club), es hacerlo de inmediato pero el retraso en este sentido es evidente y lo peor de todo es que los intereses que se pagan a Bancaja por el préstamo de los 75 millones de euros que dio para la compra accionarial siguen creciendo.
El único dato palpable es que la Fundación sólo puede sacar a la venta en esta primera fase 477.220 acciones, títulos que por cierto necesitan que se levante la doble pignoración que existe sobre ellos: uno por parte de Bancaja y otro por el Instituto Valenciano de Finanzas.
Aunque se liquidaran esos títulos, la Fundación seguiría siendo dominador absoluto del capital social. El número de 477.220 acciones se fijó en la reunión que la Fundación celebró el 9 de septiembre del año pasado. En ese acuerdo se estableció como criterio orientador el fijar como paquete máximo para cada comprador un número máximo de 20.800.
La intención de la Fundación es, al menos, anunciar el proceso antes de que se celebre la próxima junta de accionistas. Si ese medio millón de títulos sale a la venta a un precio que más o menos podría rondar los 50 euros, se estaría hablando de más de 23 millones de euros.
Con la imposibilidad del Valencia de inyectar la subvención a la Fundación, se hace más necesaria la venta, tan esperada por el retraso debido a los impedimentos encontrados, si bien los mismos patronos no saben cuál va a ser la respuesta al coincidir con un momento de crisis. Para que los pequeños inversores puedan acceder hará falta la mediación de una entidad bancaria mientras que los compradores de más de 50.000 euros en títulos podrán hacerlo por su cuenta.
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