La entidad pide al TSJ prioridad en su recurso de la sentencia que anula el aval para recuperar la garantía del IVF antes de agosto
MOISÉS RODRÍGUEZ | VALENCIA..-
MOISÉS RODRÍGUEZ | VALENCIA..-
Bankia ha contraatacado en la guerra que mantiene con la Generalitat con la Fundación del Valencia como campo de batalla. Después de que el conseller Máximo Buch aprovechase la semana pasada la comisión de Hacienda para afirmar que el Gobierno autonómico no dará «ni un duro más» al Valencia a no ser que lo ordene un juez, el banco ha lanzado su ofensiva. La entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri avisa ahora de que se quedará el club (con el 70% de los títulos en poder del máximo accionista) si el 26 de agosto no le pagan los «5,6 millones» por los intereses derivados del préstamo de 81 que mantiene con el patronato.
El banco lanza este órdago en el escrito que ha enviado a la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), en el que pide una «tramitación preferente» del recurso contra la sentencia que dictó en marzo y que acaba de ejecutar provisionalmente la jueza Laura Alabau. Con el fallo y el auto posterior (firmado el pasado 9 de julio), el aval que concedió el IVF (instituto Valenciano de Finanzas) a la Fundación en 2009 queda anulado. En este momento, Bankia sólo tiene como garantía de cobro del crédito de 81 millones (75 inicialmente) las acciones que compró con el dinero prestado.
Aunque las decisiones de la jueza Alabau son teóricamente contrarias a la Generalitat, el fallo le favorece. Por ello, y como viene repitiendo el vicepresidente Císcar, el Consell se da por satisfecho con la sentencia y se enroca en la postura de que no es avalista de la Fundación. Quedaba una posible grieta: si el Gobierno valenciano abriría de nuevo la caja -ya abonó los intereses de 2012- en el caso de que la Fundación no pague en agosto. Buch disipó todas las dudas al negar la mayor.
Y en ese contexto se produce la ofensiva de Bankia con su escrito fechado y presentado el 19 de julio, es decir, el pasado viernes, un día después de la comparecencia de Buch en la comisión de Hacienda. En él, la abogada que representa al banco subraya que el 26 de agosto se produce el vencimiento de 5,6 millones (Buch lo cifró en 4,9) y prevé «la segura oposición del IVF a cumplir con sus obligaciones como avalista del préstamo».
Ante esta circunstancia, la letrada asevera que ante el «impago y omisión del avalista» a Bankia no lo queda otro remedio que «ejercer y ejecutar los derechos de prenda que posee sobre las acciones del Valencia... con la consiguiente alteración de su accionariado de consecuencias irreversibles».
La idea de la Fundación
De este modo y de forma tácita, Bankia rechaza la propuesta de la Fundación. El patronato presidido por Aurelio Martínez persigue un acuerdo con el banco para pagarle el 26 agosto una parte de los intereses. En la actualidad, cuenta con alrededor de 1,5 millones y la idea sería, en caso de que no hubiera aval, abonar ese dinero y negociar una prórroga para el resto.
En la Fundación entendían que esto iba a ser considerado como un gesto de buena voluntad por parte de Bankia. Además, en las conversaciones previas a la sentencia que anula el aval se había avanzado -ya se hizo en la era de Llorente y Piles- en un pacto para una refinanciación conjunta de la deuda, esto es, la del patronato y la del club.
Las conversacones están ahora en un punto muerto, precisamente desde que en marzo se produjo la sentencia que anula el aval. Bankia acepta un acuerdo, pero si la Generalitat da su respaldo. El Gobierno valenciano se niega hasta tal punto que recurrió la personación del banco en el proceso, ya que en la actualidad -la jueza aceptó dicha personación- es la única parte que se opone a la sentencia.
Antes de las manifestaciones de Buch, el último varapalo para Bankia fue, a principio de julio, la ejecución provisional de la sentencia que habían solicitado los dos socios del Valencia que iniciaron el proceso. Para que el aval concedido en 2009 vuelva a estar en vigor, el banco necesita que el TSJ resuelva a su favor el recurso al fallo.
Pero este tipo de procesos es largo. Según fuentes jurídicas, estos procesos tardan alrededor de un año en resolverse, mientras que Bankia quiere a toda costa contar con el aval antes del 26 de agosto. El banco, al igual que la propia Fundación, entiende que al final la Generalitat se verá obligada a respaldar de nuevo el crédito firmado en 2009.
Bankia pretende, sin embargo, cobrar dentro de un mes. De ahí que en el escrito remitido al TSJ argumente que, si en agosto la Fundación no le paga, se producirá el «vencimiento anticipado del préstamo y el consiguiente concurso» del patronato del Valencia.
Este mismo argumento ya lo utilizó ante la jueza Laura Alabau para instarle a que no ejecutase provisionalmente su sentencia. La magistrada desoyó a la abogada de Bankia y redactó días después su auto.
En la Fundación, mientras tanto, se está a la espera de acontecimientos y se da una versión de tranquilidad. Aurelio Martínez se viene pronunciando en el sentido de que con el aval del IVF sería mucho más sencillo alcanzar un acuerdo para refinanciar la deuda. Sin embargo, en el patronato también se admite que ante la grave situación económica resulta complicado a la Generalitat no agotar todas las vías para evitar gastar en el fútbol un dinero necesario para otros ámbitos. En ese sentido, cada una de las partes sigue jugando sus fichas a poco más de un mes de una fecha señalada en rojo.
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