EL BORDE DEL ÁREA
Roberto Soldado ya es historia en el Valencia CF. El paso del delantero valenciano dejará 30 millones de euros en las maltrechas arcas de un club que cada día tiene más agujeros y menos material con qué taparlos. Desde que se rompieron las negociaciones hace una semana -¿de verdad se rompieron, señores Salvo y Baldini? ¡Merecen ustedes un Oscar!-, comenzaron a deslizarse nombres del posible sustituto del 'nueve' valenciano.
Dicen que la Navidad es tiempo de ilusión. Pero cuando el número de abonados está por debajo de lo previsto, el mes de julio se convierte en un periodo fantástico para invitar a la fantasía al aficionado, ávido de sueños.
Y la verdad es que uno leyendo los nombres (de los cuales hay detrás un trabajo, porque alguien hay quien los deja caer interesadamente) ilusiónar, ilusionan. Pero bajando al planeta Realidad y poniendo los pies en el suelo, las preguntas son evidentes: ¿cómo se van a pagar los traspasos? Y caso de ser una cesión: ¿cómo se va a pagar la ficha del delantero en cuestión?
Miren, más allá del cabreo que haya con Soldado -que lo existe y motivos hay- la realidad es que fichar un goleador con una media de 28 goles por temporada entre las tres competiciones es casi un milagro teniendo en cuenta las condiciones económicas del club, a no ser que el traspaso o la ficha se paguen en 'Powerpoints'.
En una semana ha pasado de sonar Chicharito/Fred a Postiga/Sergio García. O lo que viene siendo acercarte a darle palique a primera hora al pibón de la discoteca y acabar suplicando que la señora de la limpieza no te dé muy fuerte con la escoba a las seis de la mañana para echarte con las luces encendidas y la discoteca vacía.
Con que el escobazo no sea muy fuerte, te conformas.
Lo fácil y lo populista sería decir que va a venir un mega-mediático que va a hacer 40 goles por temporada y que va a llenar Mestalla en su presentación. La realidad es que el perfil del futbolista va a venir marcado por la necesidad económica que tiene el Valencia, que como todos sabemos es bastante grave (KPMG mediante).
Me queda la duda de saber si el Valencia CF se va a apoyar en un fondo de inversión para poder traer un nueve superior a lo que en condiciones normales podría aspirar. El día en que Amadeo Salvo y Aurelio Martínez "debutaron" en La Taula Esportiva de Ràdio Nou, Aurelio fue tajante. No le gustaban ese tipo de negocios. Según su opiniónacababan siendo más ruinosos que otra cosa (recuerden que el fondo se llevaría la pasta de un futuro traspaso y que además decidiría cuándo y dónde traspasar al futbolista). El tiempo dirá...
Si quieren me doy golpes en el pecho y juego a enarbolar la bandera del valencianismo -no se engañen, los únicos que pueden presumir de sentimiento son ustedes, los aficionados, mientras que el resto de jugadores, entrenadores, representantes, futbolistas y prensa vemos el fútbol fundamentalmente como nuestra profesión- y a decir que va a venir un crack de talla mundial. No tiene porqué salir mal: el cambio Villa-Soldado no le salió nada mal al Valencia. Pero la puñetera realidad es que la necesidad económica del club marcará el perfil del nueve.
El perfil de la necesidad.
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