Guinness Champions Cup / Valencia CF - AC Milán (1-2)
Abrir boca en Mestalla con semejante partidazo es contraproducente. Seguro que más de uno se malacostumbra. De momento, el Valencia prosigue con su puesta a punto de cara al debut liguero. Ante el Milán, los de Djukic notaron el potencial del rival en sus propias carnes, aunque plantó batalla en todo momento. Guardado acabó lesionado. Soldado vio el partido desde el palco.
El choque arrancó con ritmo. Más del que se le supone a pachangas de verano. Si bien el Milán no salía con su once de gala, Allegri puso especial énfasis en la competitividad de los suyos, y Robinho dio un aviso nada más empezar con un fuera de juego que le fue señalado por milímetros. Banega y Parejo dieron la réplica, sin inquietar demasiado a un Abbiatti que apenas tuvo trabajo en los compases iniciales.
El partido cambió a raíz del absurdo penalti cometido en área valencianista. Adil Rami, que rajó el pasado lunes de lo lindo y denunció estar ‘apartado’ en Alemania, gozaba de la oportunidad de demostrar en el once titular que su sitio es precisamente ese, el de indiscutible para Djukic. Sin embargo, erró garrafalmente al irse al suelo en la jugada que acabaría en el absurdo penalti de Guaita. El portero, por suerte, pudo rehacerse con un paradón a la ejecución de Robinho desde los once metros. El ex madridista, eso sí, no perdonaría instantes después, con un disparo seco y cruzado que se coló pegadito a la cepa del poste de la portería blanquinegra.
Las pulsaciones aumentaban de lo lindo y la tensión empezaba a hacerse notar. Joao Pereira olvidó por unos minutos la iniciativa del Gloval Respect y trató de aprovechar la lesión de un rival para sacar ventaja. La tángana posterior fue monumental. Y, ya con ambos equipos con los nervios a flor de piel, De Jong aprovechó para poner el segundo, un golazo desde la frontal con un disparo de rosca imparable para Guaita. El Valencia había llegado con claridad, Jonas y Feghouli habían desaprovechado una ocasión increíble sólo minutos antes, pero los italianos mataban a la mínima ocasión. Con apenas dos o tres llegadas, el Milán se marchaba al descanso con una ventaja cómoda en el marcador.
La actitud, ese intangible tan vital en el fútbol, cambió radicalmente en el segundo acto. La presión intensa en la salida de balón del Milán era similar, pero no la motivación de los jugadores. Esta vez sí, salieron a morder. Y como consencuencia, el balón se robaba más cerca del área de Amelia y las oleadas de ataques se acercaban más al objetivo. Así, tras una sensacional asistencia de Jonas, Paco Alcácer controló, cuerpeó y cedió en bandeja para que Parejo la empujase. Un tanto que rompía la maldición en la delantera y, de paso, servía para que el canterazo se reivindicase. Trabajó una barbaridad, para sus compañeros y para el equipo, pero Alcácer no encontró el gol. Aún así, merece respeto y más oportunidades.
El 1-2 no varió un ápice los planes del Milán, que no sesteó en el segundo tiempo pero tampoco se volvió loco buscando el tercero. Así, el dominio tuvo sello blanquinegro en todo el segundo periodo. El equipo apretó los dientes y encajonó al Milán. Banega, de libre directo, estuvo a punto de igualar el partido. Djukic movió el banco, introdujo –al estilo del fútbol-sala- cinco cambios seguidos y cambió la tendencia del partido.
La ‘chispa’ regresó con las novedades. Oriol demostró lo amplios que pueden ser sus dominios en la medular, Bernat comenzó a adueñarse del costado izquierdo y Viera trató entre líneas de incomodar a la zaga ‘rossoneri’. El equipo mejoró hasta la lesión de Guardado, al que lunes le harán pruebas para diagnosticar su padece o no un esguince. Tras la marcha del mexicano por sus molestias, la mejoría fue todavía más pronunciada.
Los últimos veinte minutos tuvieron nombre y apellido. Fede Cartabia salió de las sombras para el valencianismo mayoritario, el que no le ha visto jugar en el Mini de Paterna. Como lleva haciendo en los últimos dos años, el argentino la pidió al pie y tuvo el descaro de un veterano. Sin embargo, el de Bombal ha aprendido en pretemporada –es su gran oportunidad para demostrar su valía- a levantar el cabeza y jugar sencillo. Rodeado de grandes jugadores, todo son beneficios. Y estuvo a punto de redondear un debut magnífico con dos goles de bella factura, aunque primero la cruceta y después Amelia le privaron del broche de oro a su gran noche.
Fede será el nombre que todos los aficionados recuerden esta noche, aunque las actuaciones de Fuego, Oriol y Bernat en la segunda mitad –Lopetegui, ¡qué ojo tuviste reubicándolo de lateral!- dan pie a la esperanza. En lo negativo, los errores en defensa siguen saliendo caros –no parece que Rami vaya a ‘rajar’ si regresa al banquillo en el próximo amistoso, aunque todo puede ocurrir- y el respetable sigue sin ver ganar a los suyos esta pretemporada. Pero, quizá, eso acabe siendo algo positivo. Los ‘bolos’ de verano tienen nivel Champions. Y cuando arranque la Liga, Djukic y los suyos esperan que el panorama sea muy distinto al actual.
Ficha técnica
Valencia CF 1: Guaita (Diego Alves, m. 46), Joao Pereira, Rami, Ricardo Costa, Mathieu (Guardado, m. 63) (Fede, m. 72), Javi Fuego (Oriol, m. 63), Éver (Michel, m. 63), Dani Parejo (Bernat, m. 63), Feghouli, Jonas (Viera, m. 63) y Alcácer.
AC Milan 2: Abbiati (Amelia, m. 46), Antonini, Mexes, Bonera (Zaccardo, m. 71), Constant, De Jong (Cristante, m. 60), Boateng (El Shaarawy, m. 69), Nozerino, Robinho (Emanuelson, m. 26), Poli (Muntari, m. 46) y Petagna (Niang, m. 83).
Goles
0-1. M. 24: Robinho. 0-2. M. 38: De Jong. 1-2. M. 53: Parejo.
Árbitro: Hernández Carbonell, del comité valenciano. Amonestó a Éver, Joao Pereira del Valencia CF, y a Boateng, Mexes, Cristante y Antonini del Milan.
Incidencias: Primer partido de la ‘Guinness International Champions Cup 2013’, en partido disputado en Mestalla ante 18.000 espectadores. Tarde muy calurosa.
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