El debut de Fede Cartabia desata el optimismo entre la afición y Djukic admite que se está ganando un sitio en la plantilla
V. FUSTER | VALENCIA..-
V. FUSTER | VALENCIA..-
Un nuevo diamante en bruto ha brotado de la factoría de Paterna. La joya de la corona de esta pretemporada es sin duda, Fede Cartabia. El canterano deslumbró en su debut en Mestalla el pasado sábado frente al Milan. Todas las miradas de la afición blanquinegra están puestas en el papel que puede desempeñar esta nueva perla a las órdenes de Djukic. El futbolista tiene claras sus intenciones: «El objetivo es tratar de crecer en el Valencia. Intentar jugar este año en el primer equipo, asentarme y darle muchos títulos al club», explicó el interior zurdo a la televisión de la entidad.
El argentino está ganando protagonismo desde la llegada de Miroslav Djukic al banquillo y quiere agarrar la oportunidad con las dos manos. El técnico serbio se muestra prudente, aunque es consciente de que su rendimiento le está abriendo las puertas para hacerse un hueco en el primer equipo. «Se está ganando día a día su posición. Debe seguir igual y demostrar que puede jugar en el Valencia», recalcó el preparador blanquinegro.
Sin embargo, no es la primera vez que los caminos de Djukic y de Fede Cartabia se cruzan. El serbio ya tenía constancia del potencial de la nueva joya. Cuando el argentino estuvo cedido en las filas del Torre Levante en la categoría de cadetes, casualmente coincidió con el hijo de Djukic. Cartabia desveló que fue éste quién le avisó de que su padre iba a convertirse en el nuevo capitán de la nave blanquinegra: «Me mandó un mensaje por Facebook diciéndome que iba ser entrenador del Valencia y me alegré mucho porque ya me conocía. Había jugado con su hijo en el Torre Levante».
«El gol habría sido la guinda»
Respecto a sus virtudes, Fede Cartabia posee un buen cambio de ritmo, velocidad y también un gran disparo de larga distancia, como ya demostró frente al Milán en dos ocasiones. «La primera jugada la crucé con la zurda pero se fue al poste y se marchó fuera. En la segunda el disparo lo paró el portero, dio al larguero y se fue fuera. Hubiese sido la guinda marcar un gol», lamentó.
La polvareda que han levantado sus actuaciones son fruto del desparpajo y valentía poco comunes en un futbolista de su juventud. «Siempre intento jugar como lo hacía en el patio de mi casa, sin tener miedo. Tengo que ser yo mismo porque si no, no voy a llegar a ningún lado».
Por otro lado, las redes sociales se hicieron eco de su nueva explosión. El valencianista se convirtió en tendencia en Twitter. Sin embargo, no sólo la afición y el cuerpo técnico están impresionados con su rendimiento. Cartabia también ha recibido una palmada en la espalda de uno de los pesos pesados del vestuario: Éver Banega. «Me dijo que siguiera igual y de esta forma tendría más minutos», concluyó.
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