Andrés Guardado y Míchel Herrero compartieron vivencias en el Deportivo y mañana serán rivales en Mestalla
01.03.2013 | 01:47
AMPARO BARBETA | VALENCIA
Míchel Herrero, el sábado al mediodía, invitaría a Andrés Guardado a comer una "espectacular" paella. El mexicano invitaría "al guapo" a un "picantito". Y es que, es tal la amistad entre ambos, que saben perfectamente qué sienta bien a uno y mal al otro. Y en este caso, y porque los intereses son diferentes, se desean "lo peor". Andrés Guardado, obvio, quiere que gane el Valencia y Míchel Herrero el Levante. En eso son profesionales. Sin embargo, en ambos casos, quieren que su amigo sea el mejor de su equipo. Porque Andrés y Míchel son amigos. Buenos amigos. Su relación empezó en el Deportivo cuando ambos compartían vestuario y se intensificó durante los meses en los que ambos estaban lesionados. Entonces, en un periodo "malo personal y de bajón" se volvieron inseparables.
Los dos vivían sólos en A Coruña y, en "esos duros momentos", afirma Míchel, "el uno se apoyaba en el otro". "Nos hacíamos compañía", puntualiza Andrés. Desde entonces son "amigos", una palabra que lo dice todo, remarca Guardado. Sin embargo, y resulta curioso por la afinidad entre ambos, desde el pasado mes de octubre en el derbi celebrado en el Ciutat de València, no se habían vuelto a ver. "Nos llamamos y sobre todo nos enviamos muchos whatsapp pero aún no habíamos quedado. Por una cosa o por otra, nunca podemos coincidir", reconoce Andrés -que en Valencia vive con su novia- mientras Míchel bromea al respecto: " ¡es un hombre muy ocupado!". "Hoy nos hemos reencontrado porque el día es más propio de Galicia que de Valencia", lanza Míchel. La complicidad entre ambos es máxima. Extrovertidos y risueños, los dos jugadores se admiran.
Con el trinchador en la mano, en la cocina del restaurante La Vaca Argentina, revelan sus gustos culinarios y qué le cocinarían a su amigo: "La carne de aquí está muy buena pero, como buen valenciano, invitaría a mi amigo a paella que es nuestro plato más especial. Sé que le gusta y, si no hay partido, le sienta bien", explica Míchel que, todo apunta, el Valencia ejercerá la opción de compra y regresará en julio al Valencia, el club en el que se crió y hacia el que no oculta su afinidad sentimental. Guardado, que vive su primera temporada en el Valencia y se vanagloria de ser "cocinillas", prepararía para el valenciano "picantito para que después vaya al baño bien", bromea, mientras el centrocampista suelta una sonora carcajada. "Le haría unos buenos tacos de adobada con mucha salsa de pimiento y cebolla", explica el interior, ahora lateral izquierdo, con gesto pícaro. "¡Pero si sabes que no me gusta la cebolla!", le interrumpe Míchel. "Pues entonces -afirma Andrés gesticulando con las manos un plato- te haré unas patatas fritas"; "perfecto", ratifica Míchel. Alimentos que, por su trabajo, saben que no pueden tomar con regularidad. "Me cuido, pero sin pasarse demasiado porque no tengo problemas con el peso. Me gusta la comida picantita porque me recuerda a mi país", sostiene el internacional mexicano, mundialista en Alemania 2006 y Sudáfrica 2010. Jugador para el que los niños tienen un valor especial y, para ellos, creó en Guadalajara la Asociación Andrés Guardado con la que pretende ayudar a niños y adolescentes a terminar su escuela y a buscar una oportunidad en el mundo del fútbol. De ello le habló, y mucho, a Míchel en A Coruña donde solían ir juntos al cine. "Allí comíamos y cenábamos juntos casi todos los días. Íbamos a un restaurante de comida casera y nos cocinaban nuestras verduritas, nuestra pasta, carne o pescado", recuerda Míchel. "Era un menú del día espectacular", califica Andrés.
¿Quién sabe si la próxima temporada compartirán comidas, vestuario e incluso habitación cómo ocurría en su época de deportivistas? Guardado tiene contrato con el Valencia hasta junio de 2016. Míchel Herrero, el pasado mes de junio rescindió su contrato con el Valencia CF, a cambio de una posterior opción de recompra, y se enroló en el Levante hasta junio de 2014. ¿Qué pasará en verano? "Yo sigo en Valencia", afirma Guardado. "Y yo", sonríe Míchel.
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