El expresidente del Valencia avisa que la LFP sólo va a permitir que se estipule un beneficio en función de la media de los tres últimos años
REDACCIÓN/EFE | VALENCIA/CÓRDOBA..-
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Manuel Llorente albergó su futuro en la Liga de Fútbol Profesional pero el que sí que está, y como director general de este organismo, es Javier Gómez. El expresidente valencianista (lo fue durante dos días) puede presumir muy bien de conocer desde dentro la dificultad económica que están sufriendo los clubes. Su experiencia en la entidad de Mestalla es el mejor aval que posee al respecto.
Por eso ayer, en un acto celebrado en Córdoba, Gómez lanzó un serio aviso a los clubes para que no cometan errores del pasado. Lo más curioso es que el mensaje llega justo en el momento en el que el Valencia se ha visto en la necesidad de aligerar su plantilla con el fin de recaudar este verano aproximadamente unos 24 millones de euros. Al no entrar en Champions, al proyecto de Salvo sólo le queda la vía de vender algunos de sus activos (jugadores) para cuadrar balances.
Y sobre eso giró el mensaje del que fuera dirigente valencianista. A partir de ahora los ingresos de los clubes de cada temporada «nunca pueden superar los de la pasada, cifrándose en base a expectativas futuras», sino que «todos tienen que ser valores históricos». De esta forma, dejó claro que los clubes «ceden parte de su gestión a un órgano de control» de la LFP.
Especial hincapié hizo Gómez en que, en virtud de esa nueva normativa de control, ahora los clubes «no podrán estipular el beneficio por traspasos de jugadores como la cantidad que les falta para cuadrar sus presupuestos, como se ha venido haciendo en el pasado».
«No se puede hablar de traspasos sin hacerlos», apuntó Gómez: «Las auditorías tienen que marcar las ventas realizadas en los últimos años y basándose en ellas se tomará una media con fundamento». Esa media se fijará teniendo en cuenta los traspasos efectuados durante los últimos tres años.
Los clubes ya conocen esta medida y desde la LFP se entiende que la gestión que se ha realizado al respecto en el Valencia durante los últimos años entra dentro de los parámetros lógicos teniendo en cuenta la crisis general que hay. A finales de 2010, la Liga implantó las normas de juego limpio financiero de la UEFA como experiencia piloto y con un control a posteriori, pero fue el año pasado cuando los clubes decidieron que ese control pasara a ser a priori. «Ya no se esperará a que termine cada temporada para ver si se cumple con lo económico, sino que la LFP se anticipa fijando unos criterios para formular los presupuestos», recalcó Javier Gómez.
En el Valencia, por cierto, se encuentra en estos momentos ultimando el cierre del balance del pasado ejercicio. Hay que tener en cuenta que la última cifra que se supo y que dio el antiguo consejo de administración -lo dijeron el mismo día de su despedida-, es que el Valencia tendría unos 14 millones de euros de beneficios antes de impuestos a fecha de junio.
Eso, en cualquier caso, no quiere decir ni mucho menos que Salvo disponga de 14 millones en caja para compensar la no clasificación para la Champions. El dinero está destinado a otros conceptos, ya que el club, no hay que olvidarlo, mantiene una deuda de más de 300 millones de euros.
Y el Valencia, como el resto de clubes, debe saber que a cada entidad se le impone un límite de coste de su plantilla, de forma que un club puede fichar «lo que quiera» hasta el 31 de agosto, pero «si supera el límite» a la hora de inscribir a los jugadores, «la LFP impedirá la tramitación de las fichas». Hay incluso clubes que informan en sus webs oficiales que la LFP les impide hacer fichajes.
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