Banega y Villa lideran dos proyectos sólidos que encadilan a sus aficiones a pesar de haber perdido los goles de Soldado y Falcao Valencia y Atlético encabezan el cartel de candidatos a ganar la 'otra Liga', con Real Sociedad, Sevilla, Betis y Athletic al acecho
J. MOLINS/M. CASTILLA | VALENCIA/MADRID..-
J. MOLINS/M. CASTILLA | VALENCIA/MADRID..-
La denominada 'otra Liga' también tiene un título en juego. El billete directo para la Champions que corresponde a su 'campeón', el tercero de la clasificación, supone un bálsamo deportivo capaz de enderezar cualquier proyecto. Incluso la cuarta plaza, con acceso a la fase previa, es un goloso objetivo. Pero clubes históricos como Valencia, Atlético o Sevilla no pueden renunciar a la ambición, al menos el día antes de que comience a rodar el balón. Ellos y otros aspiran a ser animadores de la Liga bipolar, con la quimérica esperanza de dar un golpe de Estado como el que el año pasado acarició durante muchos meses el Atlético de Simeone.
El Valencia reivindica contra viento y marea el protagonismo perdido la pasada temporada. Inicia un proyecto totalmente nuevo y renovado, que rompe con el pasado desde todos los ámbitos. Cambio de referentes en el vestuario (Soldado y Albelda), de entrenador (Djukic), de presidente (Salvo). Por variar, hasta es otro el máximo responsable de la Fundación (Aurelio Martínez). Las transiciones suelen necesitar tiempo, pero de momento la primera victoria ha sido recuperar la ilusión dormida, reflejada en las colas para adquirir abonos. Soldado ha abandonado un proyecto que estaba llamado a liderar, pero la pretemporada, analizable siempre con prudencia, arroja la sensación de que hay más equipo que el año pasado, a la espera del delantero que rubrique la plantilla. Con Banega en plena madurez futbolística y personal, este Valencia apunta muy alto.
El argentino es la estrella, pero gran parte de su éxito reside en los escuderos que le guardan las espaldas mientras él libera su talento creativo. Javi Fuego, Míchel y Oriol Romeu están llamados a ser importantes en un proyecto apoyado en la cantera y en el que Bernat, Fede Cartabia, Alcácer, Robert Ibáñez, Gayá o Arqués tienen mucho que decir.
Con Hélder Postiga tratando de regatear a la sombra de Soldado mientras el club busca fórmulas económicas para traerle un compañero de nivel, el objetivo es regresar a la Champions, además de conquistar una Europa League en la que el Valencia parte como favorito.
Sin renunciar a la ambición de guerrear con Barcelona o Real Madrid, rivales que quintuplican su presupuesto, el gran enemigo del Valencia debe ser el Atlético, más motivado que nunca, pero que puede pagar en la Liga los excesos de la Champions. Un desgaste que debe aprovechar el equipo de Djukic. Pese a esta amenaza, los triunfos cosechados la temporada pasada hacen que los rojiblancos sean optimistas y apunten a repetir protagonismo.
Simeone unifica el sentimiento atlético en torno a un equipo que cumple con los dogmas colchoneros de compromiso, sacrificio y esfuerzo. Los mismos que le devolvieron a la Champions tras ocupar el año pasado durante 22 jornadas consecutivas la segunda posición de la Liga.
El primer objetivo atlético es ahora afianzarse en las plazas europeas y abandonar la histórica inestabilidad que tantos quebraderos de cabeza ha generado a los dirigentes a la hora de cuadrar presupuestos y fichajes. Como ocurre con el Valencia, pensar en el título es una utopía porque, mientras merengues y culés pueden dosificar a sus hombres, el Atlético necesita jugar al máximo cada encuentro para sumar de tres en tres.
Sin embargo, la oportunidad de llegar lejos en Europa es real. Los rojiblancos sueñan con hacer un gran papel en la Champions tras conquistar dos ediciones de la Europa League en los últimos cinco años. Son conscientes de que el Calderón les llevará en volandas y no se ponen techo en su regreso a la máxima competición del viejo continente.
El bloque se mantiene, pero ha perdido a su estrella. Falcao, que consiguió el 43% de los tantos del Atlético (28) en la Liga pasada, prefirió los millones del recién ascendido Mónaco a la gloria de la Champions. El sustituto del Tigre, sin embargo, también tiene pedigrí. Ser el máximo goleador de la historia de la selección española, campeón mundial y europeo es bagaje suficiente como para confiar en David Villa, por mucho que haya dudas razonables tras su grave lesión y la poca presencia en el Barça el pasado año. Pero el Guaje cuenta con algo a su favor, el hambre de demostrar que no está acabado y que se mantiene entre los mejores arietes del mundo. Además, la relación calidad-precio (5,1 millones a pagar en tres años) juega a su favor, aunque no hay que perder de vista que el asturiano cobra una ficha anual de 11 millones de euros, razón por la que el Valencia no pudo plantearse repescar al que ha sido uno de los mayores iconos de su historia. La pareja formada por Villa y Diego Costa será un potosí.
Para la retaguardia, Enrique Cerezo se ha hecho a coste cero con el veterano defensa argentino Martín Demichelis, procedente del Málaga, aunque podría irse al Manchester City sin llegar a vestir la camiseta rojiblanca. Aranzubia, portero en quien pensó Braulio Vázquez por si se marchaba Diego Alves, será el escudero de Courtois.
Pero el binomio Valencia-Atlético hará bien en no relajarse ante la pujanza de otros aspirantes al bronce de la Liga. Es el caso, por ejemplo, de la Real Sociedad. El equipo donostiarra intentará un año más ir partido a partido, sin mirar la clasificación. Su temporada vendrá marcada por lo que ocurra en la previa de la Champions ante el Olympique de Lyon. Si supera al equipo francés vivirá un sueño continental, aunque con el riesgo de que la Liga pase factura a una plantilla debilitada respecto al año pasado debido a la inesperada salida de Illarramendi.
El club ha apostado por dar continuidad al proyecto con la elección de Jagoba Arrasate, segundo de Montanier, para guiar los pasos de una plantilla a la que llega el suizo Seferovic para hacer compañía a Vela y Agirretxe como estiletes ofensivos. El exmadridista Granero se sumó anoche al proyecto, cedido por el Queen's Park Rangers.
También intentarán animar el campeonato los dos equipos andaluces, muy activos en el mercado de fichajes. El Sevilla de Emery ha perdido a sus grandes estrellas, que jugarán en la Premier, pero a cambio dispone de un bloque compacto al que ahora se sumará Iborra. Mientras, Verdú hará de Beñat en un Betis que afronta el reto de mantener el nivel del pasado año con una plantilla corta y una competición más.
El Athletic de Valverde aspira a completar la nómina de perseguidores de Barça y Madrid. El fichaje del mencionado Beñat y la probable incorporación de Mikel Rico abanderan un proyecto sólido.
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