BAR TORINO
Ya es 1 de agosto y el Valencia acaba de cerrar con el Tottenham Hotspur todas las condiciones del traspaso de Roberto Soldado. Un acuerdo en el que las tres partes consiguen lo que pretendían. Desde el inicio de las negociaciones. Amadeo Salvo cumple su palabra e ingresará –habrá que esperar, eso sí, hasta marzo de 2016 para cobrar el último plazo- 30 millones de euros.
El club de White Hart Lane ya tiene el killer que ha querido firmar desde 2011. Y Soldado, para qué engañarnos, se marcha dónde él ha querido. Londres, la Premier, el Tottenham. El equipo que, entre otros aspectos beneficiosos, le dobla el sueldo. Espero que en las próximas horas cambie de opinión y sepa marcharse con profesionalidad y elegancia. El entorno entiende sus razones, pero no sé si asimilaría con la misma empatía ataques incendiarios contra el club o alguno de sus directivos.
Su relación con el Valencia ha sido simbiótica. Llegó de Getafe para crecer y se marcha siendo uno de los nueves habituales en las convocatorias de Del Bosque. Se lo ha ganado. A puro huevo. Y a base de goles. Costó diez kilos y se marcha dejando treinta en las maltrechas arcas de Mestalla. Las dos partes ganan. El Valencia seguirá adelante. Y Soldado será pronto el top scorer de White Hart Lane. "Good luck, Roberto".
Dejando la Premier al margen, la operación nos deja el sello que Amadeo Salvo pretende imprimir en el nuevo Valencia. Endeudados, pero respetados. Desconzco qué decisión tomaráBankia a partir del próximo 27 de agosto. No sé si a Amadeo le quedan en Mestalla tres semanas o diez años. Pero, permanezca en la poltrona más o menos tiempo, es evidente que a Salvo no le tiembla el pulso. Que le pregunten si no a Baldini. O a los hermanos Toldrá.
Todavía es pronto para descifrar si ese punto de osadía para lanzar órdagos se debe a su condición de 'rookie' o si estamos ante un presidente pionero que se ha propuesto cambiar los códigos del fútbol desde dentro. Pero hay algo innegable. El Valencia tiene hoy garantizados 4.350.000 euros más que el pasado 22 de julio. Cuatro kilos de la operación conBaldini –recuerden, ofrecía 26 fijos- y el resto correspondientes a la renuncia del 50% de la comisión que Llorente había firmado a Toldrá Consulting por la ampliación de contrato de Soldado.
En otra época, 4.350.000 euros eran calderilla para presidentes de cuyo nombre prefiero no acordarme. Hoy, esa cantidad de dinero le proporciona al club oxígeno y recursos de tesorería para 2014, 2015 y 2016, años en los que Daniel Levy seguirá pagando por el fichaje.Amadeo, prueba superada.
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