El club posee informes que revelan que los precios de venta subirán en el último trimestre de 2014
JUAN CARLOS VILLENA | VALENCIA..-
El solar de Mestalla ha pasado, en unos meses, de tema de portada a quedar en el olvido. Uno de los motivos principales es que el Valencia ya no tiene como prioridad en su agenda la venta de su casa actual. La búsqueda de financiación para acabar el nuevo estadio (y poder comenzar a explotar sus fuentes de ingresos) y la refinanciación de los créditos con Bankia copan la urgencia de la hoja de ruta. El argumento que siempre esgrimió Manuel Llorente para no reanudar las obras de Cortes Valencianas, paradas desde febrero de 2009, es que no se había encontrado un comprador que pagara por el solar del actual Mestalla un precio de mercado.
En el actual escenario ese dinero no será necesario para terminar las obras, puesto que desde el Valencia se está buscando una financiación externa. La venta del viejo campo es ahora una oportunidad de negocio para el club, no una necesidad. Así, al menos, es la visión que se tiene dentro de la entidad.
Fuentes oficiales del club, y de la Fundación, confirmaron ayer a LAS PROVINCIAS que el Valencia posee varios informes que aconsejan esperar a que los precios vuelvan a cotizar al alza, una previsión que los expertos inmobiliarios sitúan en el último trimestre de 2014. El Valencia tiene constancia de que en la actualidad la búsqueda de suelo en España por parte de fondos de inversión, en su mayoría de origen árabe y ruso, se está dirigiendo a solares en los que el propietario tenga una urgencia de venta, ofreciendo una oferta por debajo de mercado para aprovechar esa subida de precios que está prevista a inicios de 2015.
Si la actual previsión del club se cumple en todos sus puntos, podría darse la circunstancia de que se produjera la fotografía de los dos estadios levantados a la vez. Cuando las grúas vuelvan a entrar en el campo en construcción la previsión de finalización de las obras es de 18 meses y en el mejor de los casos esa horquilla impediría que estuviera acabado antes de junio de 2015. Esto sería siempre y cuando los trabajos comenzaran a principios del próximo año, cuestión más que improbable a día de hoy.
Lo que el Valencia tiene claro es que si consigue la financiación necesaria para acabar el nuevo estadio -Salvo, Peris y Douwens volverán a reunirse la próxima semana con varias de las empresas que se han interesado por su explotación-, seguirá congelando la venta de Mestalla. El objetivo es que ningún escenario, ni la financiación ni la refinanciación del préstamo, obligue a la entidad a vender el solar de la Avenida de Suecia por debajo de su valor de mercado.
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