HÉCTOR GÓMEZ. HOY Y a todo esto. Seguimos de vacaciones. El equipo vuelve al tajo en dos semanas. Quedan dos meses largos de mercado de fichajes. El club tiene una buena plantilla y vienen en camino buenos fichajes
VALENCIA.
Hoy le he cogido la frase prestada al que fuera presidente del Barcelona, Joan Laporta, y que ahora va a volver a presentarse a las elecciones para la presidencia azulgrana si finalmente tiene los avales pertinentes. Unos avales que hace unas semanas le pidió al máximo accionista del Valencia CF, Peter Lim a través de su amigo Jorge Mendes.
Pero no, no piensen que les quiero hablar del Barcelona. Vengo a hablarles del Valencia CF y de su entorno. Si fuera Baraja diría lo que él dijo del entorno, porque la verdad es que nadie lo ha podido explicar mejor nunca, pero como no soy el Pipo, al que le deseo lo mejor en los banquillos y que algún día ocupe el local de Mestalla para llevarnos lejos, pues voy a tratar de decirles que no se dejen llevar por todas esas víboras que desde que acabó la temporada retozan como gorrinos en un lodazal viendo como se suceden varios incendios en el club de Mestalla. La mayoría de ellos el Valencia CF les da exactamente lo mismo. Es más, disfrutan lanzando excrementos sobre el club. Los hay levantinistas hasta la bandera y otros que simplemente por su enorme ridículo durante la venta, que casi les debería inhabilitar para ejercer la profesión de comunicadores de cualquier cosa, se lo pasan en grande con lo ocurrido en el club en las últimas semanas. Verlos actuar así me da pena por el club y me generan repulsa por sus mafiosas artes. El arte de la manipulación o las medias verdades.
Empezaron disfrutando con Otamendi. Que el argentino diga que se quiera ir es para ellos una victoría. A ellos lo de intentar ayudar para convencer al argentino a seguir aquí les parecía broma pudiendo fastidiar al aficionado con un titular como el que dio su agente. Eso sí es sangre. La que ellos buscan diariamente. Por eso se pasaron semanas calentando al agente del argentino, diciéndole quienes son los medios de Salvo, según ellos y con que periodistas debía o no hablar. Ellos funcionan así. Se creen los dueños de Valencia y siguen sin asumir que cada día les quieren ver en menos sitios.
Luego vino la batalla Nuno-Rufete. Ellos llevaban meses contándola. No es que la contaran. Es que estaban locos porque explotara. Todo con tal de acercarse a 'los chinos', a ver si de esa manera consiguen alguna noticia de verdad. No de esas que llevan años inventando y disfrazando tras la careta de la objetividad y la credibilidad. Menudo chiste barato. Quieren a Rufete fuera. Lo quieren fuera porque no les ha filtrado nada en dos años. Y claro eso con Braulio no pasaba. Con el gallego se iban a cenar y les cantaba hasta el juvenil que no seguía en Paterna. Por eso, sólo por eso, quieren a Rufete fuera del club.
Pero la última es la de Banega y Jonas. Ahora, un año después se quejan de que se sacara a semejantes dos futbolistas de la plantilla. Para el club fue un exitazo quitarse las fichas y poder sacar algo de traspaso por el argentino. De Banega sobra con decir que era un mal profesional que no quería jugar en Mestalla y que el único equipo europeo que pagaba algo por él era el Sevilla. Era eso, o darle la carta de libertar para ir a Argentina. Pero él se emperró en jugar en Sevilla. Mejor sacarle algo que tragárselo.
Lo de Jonas es de risa. Defienden ahora a un tipo que insultó en repetidas ocasiones al público de Mestalla, que se dedicó a filtrar toda la mierda del vestuario porque Pizzi no le ponía, a esa emisora tan objetiva que en ese momento sólo quería meter en el club a un fondo buitre, a unos rusos de pegamento y sin dinero, a un jeque de cartón que no existía o al primo de falete disfrazado con chilaba diciendole a todo el mundo que era un importante señor del petróleo con tal de recuperar el poder del club. Ahora critican al club porque le dejó ir gratis.
Como siempre con medias verdades. Porque lo que no cuentan es que el brasileño sabía desde mayo del 2014 que cuando volviera de vacaciones no contaba para el club. Que debía buscarse equipo. No cuentan que durante aquellos tres meses de verano cuando al club llegaron ofertas de México, de seis millones de euros, y de China, de ocho millones de euros, le dijo al club que no iba a firmar nada que significara dejar un traspaso. Aguantó hasta el último día del mercado para llevarse la carta de libertad y una parte de la ficha. Eso es de ser un jeta. Un mal tipo. Un desagradecido. Ahora, sí que se va a China y deja 10 millones al Benfica. Aquí, en vez de recordarle lo mal que actuó atacan al club. Como siempre, por interés. Por amiguismos. Como es ley en Valencia.
Y a todo esto. Seguimos de vacaciones. El equipo vuelve al tajo en dos semanas. Quedan dos meses largos de mercado de fichajes. El club tiene una buena plantilla y vienen en camino buenos fichajes. Habrá un gran equipo y cuando la pelota ruede estoy seguro de que muchos de los que ahora sacan la patita volverán a esconderse en sus cloacas. Mientras tanto disfruten del sol y no se dejen llevar por tanto intoxicador amargado. No estamos tan mal.
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