HÉCTOR GÓMEZ. HOY Tiene un dueño al que le gusta fichar. A Peter Lim le encanta el fútbol y se comprometer con la planificación deportiva. Evidentemente, para eso, le pide consejo a Jorge Mendes...
VALENCIA.
Llegó la hora de los fichajes. El Valencia CF ha cumplido el objetivo de la temporada y en agosto se jugará una final a doble partido para estar en la competición que necesita deportiva y económicamente la entidad. Es decir, el club tiene dos meses y medio para reforzarse y formar un equipo competitivo que mejore los números de esta temporada.
Llegados a este punto y con la experiencia del verano pasado tengo clarísima una cosa: Rufete y su equipo deben tener una cuota importante de responsabilidad en la toma de decisiones de los fichajes. Se lo han ganado. Sus aciertos son mucho más que sus errores. En sólo unos meses acertaron con la tecla y cambiaron más de veinte futbolistas confeccionando una nueva plantilla, competitiva, joven y de la que el aficionado se ha sentido orgulloso.
Se ha generado en las últimas semanas una corriente de opinión que afirma que Jorge Mendes es el director deportivo del Valencia en la sombra. Unos lo dicen por desconocimiento, y otros, simplemente en su guerra personal contra Salvo y Rufete. A los que no tragan, y es su manera de vengarse. Ningunearlos y afirmar constantemente que no pintan nada en el club, más allá de que eso sea verdad o mentira.
El Valencia CF vive una circunstancia concreta. Tiene un dueño al que le gusta fichar. A Peter Lim leencanta el fútbol y se comprometer con la planificación deportiva. Evidentemente, para eso, le pide consejo a Jorge Mendes.Negar eso es de necios. El asiático confía en el agente portugués y cuando este le aconseja firmar a un futbolista rara vez no lo hace.
Sin embargo, es tan de necios negar eso, como afirmar que siempre decide el portugués. El pasado verano Rufete decidió mucho. Se le dio mucho valor a su trabajo. Este verano la situación debe ser idéntica.
La secretaría técnica tiene informes de miles de jugadores. Tiene muy claro lo que hay que fichar y varias operaciones listas para cerrarse. Falta que las autoricen los que ponen el dinero.
Entiendo que Lim quiere reforzar el equipo y que le gustaría traer futbolistas importantes, pero creo que ese debe ser el único escenario en el que aparezca Mendes, -ese o sí la dirección deportiva quiere a un futbolista de la cartera del portugués- ayudando al máximo accionista a traer a esos jugadores gordos y que endulzan el proyecto. Sin embargo, si el luso es el encargado de elegir el portero que se ha de fichar, de decidir si hay que vender a Parejo y firmar otro mediocentro, si él decide que jugador de banda viene y si se renueva a Feghouli. Entonces el modelo Lim será más que peligroso.
Hasta hoy, los asiáticos han sido listos. Han detectado bien el trabajo de Rufete y han confiado en él. En el fútbol sacar la chequera sin control suele llevar al desastre. En el fútbol utilizar la chequera con cabeza y estudiando bien el mercado suele conducir al éxito.
Mendes es un súper agente. Un tipo con todos los contactos en el mundo del fútbol. Sin embargo, debe ser un apoyo para el club y no el que decida todo. Si es así, que ahora no lo es, tendremos un problema.
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