J. C. VILLENA | VALENCIA..-
Braulio Vázquez bajó ayer al césped. Cuando acabó la sesión de entrenamiento, a puerta cerrada, el director deportivo se reunió en el centro del campo con Miroslav Djukic y su cuerpo técnico. En el cónclave participaron Ray Henric-Coll, el segundo entrenador del equipo, y Dejan Illic, el preparador físico. A la charla no se sumó José Manuel Ochotorena. Hay que recordar que el preparador de porteros sigue teniendo un contrato laboral que depende directamente del Valencia, no de la eventualidad de un cuerpo técnico en el tiempo.
Durante la reunión Braulio llevó la voz cantante. Situado en el centro, con Djukic a su izquierda, Ray a su derecha e Illic en frente suyo, se le vio gesticular cada uno de sus argumentos. El director deportivo incidió en algunas posiciones en el campo y buscó la opinión de un reflexivo Djukic, que escuchó con atención las palabras del máximo responsable de la parcela técnica. Desde la pretemporada en Speyer algunos jugadores comenzaron a argumentar, más en privado que en público, que no entendían alguno de los métodos del preparador físico. Este comentario se ha retomado con la llegada de los malos resultados.
El club tiene claro que la confianza, expresada a Djukic el viernes, es en bloque. Afecta a todo el cuerpo técnico. La reunión de ayer, de casi media hora, no será la última. La comunicación entre Braulio y Djukic también debe mejorar para que en el barco todo el mundo reme en la misma dirección.
No hay comentarios:
Publicar un comentario