C. V. | VALENCIA..-
Amadeo Salvo no quería enfocar el discurso del viernes en una batería de críticas hacia Manuel Llorente y la gestión del anterior consejo pero se vio -sin quererlo, según asegura- envuelto en unas declaraciones que han levantado bastantes ampollas. Lo curioso es lo que sucedería poco después de esa comparecencia del presidente valencianista en la sala Antonio Puchades. Casi a las dos terminó la rueda de prensa. Amadeo Salvo se marchó de las oficinas del club. ¿Dónde? Pues a un restaurante cercano a Mestalla. ¿Con quién? Ahí viene lo más llamativo: con el que fuera en su día -por muy pocas horas- presidente del Valencia: Javier Gómez. Hoy en día, Gómez es miembro de la Liga de Fútbol Profesional y uno de los principales representantes de este organismo encargado de vigilar, entre otras cuestiones, que los clubes cumplan con rigor todos sus presupuestos en función de sus verdaderos potenciales. El motivo del encuentro entre ambos no ha trascendido, pero choca que horas después de haber sido punzante Salvo con Llorente, compartiera mesa y mantel con uno de los hombres que en el Valencia más peso tuvo en los últimos años. De hecho, fue Gómez el ingeniero que creó la ampliación de capital de 2009 para evitar que el club entrara en concurso de acreedores. Llegó a ocupar el cargo de presidente pero con la entrada de Llorente en el Valencia en junio de ese 2009 acabó finalmente desvinculándose de la entidad. Fue en la junta de accionistas de 2012 cuando el propio Llorente desveló que percibió 1,3 millones de euros de despido, lo que levantó las airadas protestas de los accionistas.
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