VICENTE BAU. HOY Ayer el favorito para ganar la Europa League sacó a relucir todos los 'valores' que nos sonrojan cada día: presidente despistado, entrenador descolocado, afición amargada y jugadores cuestionados...
VALENCIA.
Desgobierno. Desgobierno lo mires por donde los mires. Desgobierno financiero, desgobierno social y desgobierno deportivo. Desde que Císcar se puso a hacer ruedas de prensa -viernes sí, viernes también- y el aval se enfundó la camiseta del Swansea y le dio por aparecer un día, desaparecer otro y no sabe no contesta el siguiente, todo suena a fracaso rotundo. El gigante no está dormido. Directamente se ha tomado un bote entero de diazepan. Ronca como un descosido. Y claro, lo malo del asunto es que esos ronquidos molestan a los vecinos -también llamados valencianistas- y en su descoloque la emprenden contra todo bicho viviente... y con razón.
DESGOBIERNO EN EL EQUIPO DEL GOBIERNO
Curioso. Volvemos al principio, al desgobierno. Y sí, el equipo que de cara a todo el mundo está en manos del gobierno valenciano es el reino del desgobierno y del descrédito. Hasta ahora, hasta anoche, el descrédito general, sólo era un menú preparado para la gente de casa. Pero ayer logramos dar un paso más hacia el abismo. Ayer el favorito para ganar la Europa League sacó a relucir todos los 'valores' que nos sonrojan cada día: presidente despistado, entrenador descolocado, afición amargada y jugadores cuestionados. Bueno, y también está Aurelio y su Fundación, pero de ese tema mejor no hablar, ese tema es ya el disparate elevado a la enésima potencia. Caos absoluto.
¿ALGUNA IDEA COHERENTE?
Se escuchan pocas ideas respetables en torno al Valencia. Los que han sido colocados en el poder gracias a un golpe de estado con tintes bananeros lo único que hacen es marear la perdiz. Planes pueriles para afrontar una situación límite: la mercantil -digo del Valencia Club de Fútbol SAD- no sólo no va a ser capaz de pagar las deudas de la Fundación (con los planes expuestos no vamos a ningún lado)disfrazando la asistencia financiera como la quieran llamar. No. La mercantil por no poder no va a poder hacer frente ni a su propia deuda. Pensar otra cosa es engañarse. La vaca no da para tanto. Todo lo visto y oído son sólo sueños de grandeza producto de la ingesta masiva de diazepan. Pesadillas amables para engañar a los despistados. Si deportivamente el Valencia está mal, societariamente amenaza con descenso a segunda división.
VALENCIA.
Desgobierno. Desgobierno lo mires por donde los mires. Desgobierno financiero, desgobierno social y desgobierno deportivo. Desde que Císcar se puso a hacer ruedas de prensa -viernes sí, viernes también- y el aval se enfundó la camiseta del Swansea y le dio por aparecer un día, desaparecer otro y no sabe no contesta el siguiente, todo suena a fracaso rotundo. El gigante no está dormido. Directamente se ha tomado un bote entero de diazepan. Ronca como un descosido. Y claro, lo malo del asunto es que esos ronquidos molestan a los vecinos -también llamados valencianistas- y en su descoloque la emprenden contra todo bicho viviente... y con razón.
DESGOBIERNO EN EL EQUIPO DEL GOBIERNO
Curioso. Volvemos al principio, al desgobierno. Y sí, el equipo que de cara a todo el mundo está en manos del gobierno valenciano es el reino del desgobierno y del descrédito. Hasta ahora, hasta anoche, el descrédito general, sólo era un menú preparado para la gente de casa. Pero ayer logramos dar un paso más hacia el abismo. Ayer el favorito para ganar la Europa League sacó a relucir todos los 'valores' que nos sonrojan cada día: presidente despistado, entrenador descolocado, afición amargada y jugadores cuestionados. Bueno, y también está Aurelio y su Fundación, pero de ese tema mejor no hablar, ese tema es ya el disparate elevado a la enésima potencia. Caos absoluto.
¿ALGUNA IDEA COHERENTE?
Se escuchan pocas ideas respetables en torno al Valencia. Los que han sido colocados en el poder gracias a un golpe de estado con tintes bananeros lo único que hacen es marear la perdiz. Planes pueriles para afrontar una situación límite: la mercantil -digo del Valencia Club de Fútbol SAD- no sólo no va a ser capaz de pagar las deudas de la Fundación (con los planes expuestos no vamos a ningún lado)disfrazando la asistencia financiera como la quieran llamar. No. La mercantil por no poder no va a poder hacer frente ni a su propia deuda. Pensar otra cosa es engañarse. La vaca no da para tanto. Todo lo visto y oído son sólo sueños de grandeza producto de la ingesta masiva de diazepan. Pesadillas amables para engañar a los despistados. Si deportivamente el Valencia está mal, societariamente amenaza con descenso a segunda división.
O HAY VENTA O...
Yo no veo otra. No veo otra salida que la de vender. No al primero que pase... pero sí vender. Y la venta le corresponde bien a la Generalitat o bien a Bankia... pero nunca a Salvo ni al presidente de la Fundación. ¿Que les parece que estoy siendo demasiado duro? Pues miren, escribo este artículo después del ridículo contra el Swansea y sí, cabe la posibilidad de que esté un poquito mosqueado con lo que he visto. Pero les aseguro que lo de la venta lo llevo pensando desde el mismo instante que desapareció el aval y la Generalitat comenzó a mirar para otro lado. Y ojo, cuando eso sucedió, yo estaba 'enamorado' de Djukic (ya no) y aun creía que los niños venían de París... ingenuo que es uno cuando se lo propone (engañarse así mismo no conduce a nada, cierto, pero al menos durante ese ratito de ensoñación dejas de ver la cruda realidad y te quedas más o menos a gusto). Pero ahora ya no. Ahora yo estoy bien despierto y mi juicio no lo expongo fruto de un cabreo temporal. Escribo lo que siento. Ahora bien, si ustedes no quieren ver la realidad lo tienen fácil: le piden al gigante dormido unas dosis de diazepan y viva la madre superiora... pero el efecto sólo durará hasta que todo salte por los aires. Y a este paso saltará... saltará por los aires seguro.
Yo no veo otra. No veo otra salida que la de vender. No al primero que pase... pero sí vender. Y la venta le corresponde bien a la Generalitat o bien a Bankia... pero nunca a Salvo ni al presidente de la Fundación. ¿Que les parece que estoy siendo demasiado duro? Pues miren, escribo este artículo después del ridículo contra el Swansea y sí, cabe la posibilidad de que esté un poquito mosqueado con lo que he visto. Pero les aseguro que lo de la venta lo llevo pensando desde el mismo instante que desapareció el aval y la Generalitat comenzó a mirar para otro lado. Y ojo, cuando eso sucedió, yo estaba 'enamorado' de Djukic (ya no) y aun creía que los niños venían de París... ingenuo que es uno cuando se lo propone (engañarse así mismo no conduce a nada, cierto, pero al menos durante ese ratito de ensoñación dejas de ver la cruda realidad y te quedas más o menos a gusto). Pero ahora ya no. Ahora yo estoy bien despierto y mi juicio no lo expongo fruto de un cabreo temporal. Escribo lo que siento. Ahora bien, si ustedes no quieren ver la realidad lo tienen fácil: le piden al gigante dormido unas dosis de diazepan y viva la madre superiora... pero el efecto sólo durará hasta que todo salte por los aires. Y a este paso saltará... saltará por los aires seguro.
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