El plan de viabilidad de la Fundación prioriza que el Consell vuelva a avalar y Bankia refinancie los dos préstamos
A. BADILLO / M. RODRÍGUEZ | VALENCIA.-
A. BADILLO / M. RODRÍGUEZ | VALENCIA.-
El futuro del Valencia empieza a escribirse esta semana. Amadeo Salvo y Aurelio Martínez, próximos presidentes del club y de su Fundación respectivamente, presentarán a la Generalitat antes del viernes el plan de viabilidad que pretende rescatar tanto a la sociedad deportiva como a la entidad tenedora de la mayoría accionarial.
Tres son las líneas maestras del documento diseñado por el núcleo duro del nuevo patronato. La primera, innegociable para Bankia, es que el Consell asuma su condición de avalista del crédito concedido a la entidad bajo la presidencia de Társilo Piles. Si Císcar no modifica su discurso, hasta ahora evasivo, ya puede olvidarse de la refinanciación a largo plazo de la deuda.
Ese es precisamente el segundo punto del plan. Una vez deshecho el nudo político, llegará la hora de definir el nuevo calendario de pagos a 15 años. Ambos préstamos, el de 200 millones al Valencia y el de 81 a la Fundación, se gestionarán de forma conjunta, con un interés fijado en tres puntos por encima del euríbor, que a su vez estaba ayer en el 0,525%. Son las mismas condiciones que tenía pactadas Manuel Llorente antes de que la sentencia que anuló el aval del Consell condujera a Bankia a congelar el acuerdo con el ya expresidente blanquinegro.
Pero la decisión más llamativa afectará al nuevo estadio, cuyas obras llevan cuatro años y medio paradas por falta de dinero. El Valencia sabe que su supervivencia pasa por concluir el nuevo Mestalla, única vía para vender las parcelas donde se asienta el viejo. Por eso Amadeo Salvo convocará un concurso público con una sola premisa: quien pague las obras se queda con la gestión comercial del campo durante un periodo de tiempo negociable.
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