Los cuatro goles en seis minutos baten un record de 56 años
JUAN CARLOS VILLENA | .-
JUAN CARLOS VILLENA | .-
El doloroso empate del Valencia en Cornellà, por la manera tan absurda de perder dos puntos en el último segundo, sumado a una semana con tintes surrealistas en el apartado social, provocó que la afición valencianista viviera unos días sumida en una pequeña depresión. Y a cada mensaje público que emanaba del vestuario, con Soldado y Albelda a la cabeza, esa depresión se convertía en desesperación. El Valencia en su conjunto, la entidad y la grada, necesitaba un estímulo. Y la goleada del sábado ante el Málaga fue la mejor medicina para todos los males. Porque, además, el golpe encima de la mesa de la Champions que dieron los hombres de Valverde estuvo a la altura de las circunstancias. No sólo se trituró a un rival directo, sino que se mandó un mensaje claro al resto de la Liga; el Valencia de la Champions había vuelto a escena. En el mejor momento de la película, cuando parecía que otro actor se iba a quedar con el papel protagonista sin que los de Mestalla pudieran hacer nada para evitarlo.
El empate de ayer de la Real Sociedad en su visita a Pamplona fue el mejor desenlace en un fin de semana perfecto para los intereses valencianistas. A seis jornadas para que termine la temporada, el conjunto de Valverde pisará el próximo domingo Anoeta dependiendo de sí mismo para acceder a la próxima edición de la Champions. El conjunto de Montanier sigue cuarto, pero sólo dos puntos por encima de un Valencia que en caso de vencer a los donostiarras accedería por primera vez en la campaña a un puesto de Liga de Campeones. Y sería a cinco jornadas de que baje el telón, un final no apto para cardiacos.
Mestalla vivió el sábado una jornada de euforia exprés. Y no es hablar por hablar. Los cuatro goles marcados en menos de seis minutos, cinco minutos y cincuenta y cinco segundos para ser más exactos, ya forman parte de la historia del fútbol español. Para encontrar un ritmo goleador tan compulsivo, cuatro tantos en menos de seis minutos de partido, hay que remontarse al fútbol en blanco y negro. Al 20 de octubre de 1957, cuando el Atlético de Madrid, en el estadio Metropolitano, logró el último precedente dentro de la goleada (9-0) frente a Las Palmas. Peiró abrió la racha en el minuto 48 y Agustín la cerró en el 53. Entre ambos goles a Miguel le dio tiempo a perforar las redes de Pepín en dos ocasiones. Desde el sábado, Mestalla ha puesto color al récord entre los minutos 25 y 31 de partido. Para ser más exactos, Parejo abrió el marcador a los 24 minutos y 53 segundos de encuentro y Canales marcó el cuarto a los 30 minutos y 48 segundos. Una auténtica mascletà de fútbol y de pasión.
Pero el del Atlético de Madrid de la década de los 50 no fue el único registro que batieron los hombres de Valverde el sábado frente al Málaga. También lo hicieron con uno propio de la entidad. Nunca el Valencia necesitó menos tiempo para marcar cuatro goles en un partido de Liga. La anterior marca era de nueve minutos y estaba vigente desde el 22 de noviembre de 1942. Aquella tarde, en Mestalla, el conjunto entrenado por Rino se impuso al Sevilla de O'Conell por 4-2, levantando el tanto inicial marcado por Torrontegui a los diez minutos. El once que alineó el técnico valencianista ese día estaba formado por Eizaguirre en portería, Álvaro, Pechuán, Bertolí, Iturraspe, Lelé, Epi, Lecue, Mundo, Asensi y Mena. Mundo, en tres ocasiones, y Epi marcaron los cuatros goles valencianistas en ese partido, entre los minutos 19 y 28 de encuentro.
Para encontrar la última 'manita' del Valencia en Mestalla no hay que remontarse tantas décadas. El 10 de abril de 2011 los valencianistas endosaban un 5-0 al Villarreal, con otro doblete de Soldado como el sábado frente al Málaga, dos goles de Mata y uno de Banega. La última vez que el coliseo valencianista registró un marcador de 5-1 fue el 21 de marzo de 2004, unas semanas antes de la segunda Liga de Benítez, cuando el conjunto entrenado por el madrileño arrolló al Mallorca con tres goles de Mista, uno de Angulo y otro de Baraja.
Uno de los jugadores que participó de forma activa, con una asistencia a Soldado, en la catarsis goleadora del sábado, el francés Cissokho, mostró ayer su felicidad por la goleada en declaraciones a la televisión oficial del club: «Estoy inmensamente feliz por el triunfo ante el Málaga y por volver a jugar después de un mes u medio. En el vestuario me llaman la pantera, la pantera negra». El lateral resaltó el gran partido del Valencia ante «un buen equipo como el Málaga» y está convencido de que «juntos, conseguiremos entrar en la Champions». El partido de San Sebastián tiene la llave.
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