El nuevo patronato marca distancias con la gestión del club y de Társilo Piles utilizando un 'powerpoint' como señal de mayor transparencia Andreu muestra su descontento al salir de la Fundación
JUAN CARLOS VILLENA | VALENCIA..-
JUAN CARLOS VILLENA | VALENCIA..-
Dice el refranero español que la cara es el espejo del alma. La del actual presidente del Valencia, Vicente Andreu, ayer al abandonar la sede de la Fundación tras la reunión del patronato era la suma de un centenar de cristales. El rector de la entidad de Mestalla no pudo ocultar su malestar tras tener que escuchar una exposición, la de Aurelio Martínez, que remarcaba, por si había algún patrono que aún no se daba por enterado, que el modelo de gestión que el club y la Fundación van a aplicar a partir del cuatro de junio es diametralmente opuesto al actual. Lo de mejor o peor lo dictará, como siempre, el tiempo y los resultados.
Desde ayer las riendas del máximo accionistas las lleva, aunque repitió hasta en tres ocasiones aquello de 'yo no quería' y 'será de forma transitoria', un afamado catedrático de economía que se curtió como político en las filas del PSPV. Y allí aprendió que la dialéctica permite escenificar discursos densos con una carga crítica pero siempre respetando la labor del contrario. Algo parecido ocurrió ayer con la gestión del actual equipo gestor del club, tanto en la reunión interna como en la exposición pública. Pero también tumbó la hoja de ruta llevada en los últimos años por Társilo Piles y su equipo de trabajo, incapaces de encontrar (palabras textuales ayer de uno de los patronos de nuevo cuño) una solución al obstáculo de la asistencia financiera.
Pero en política, y en la vida, los discursos tienen un billete de ida y vuelta. El llamado núcleo duro de la Fundación, Aurelio Martínez, Amadeo Salvo o Francisco Blasco, también tuvieron que escuchar algún reproche. Y precisamente por eso, porque para todo el entorno ellos forman parte del núcleo duro y han llevado todo el peso de germinación del nuevo proyecto. A las reuniones previas al patronato no todos los patronos fueron llamados a filas, y eso ha molestado a varios de ellos. Siempre es mejor decirse las cosas a la cara y lavar los trapos sucios en casa. Lo cual no quiere decir que el patronato no quiera remar en la misma dirección. Nada más lejos de la realidad.
La locuacidad de Aurelio Martínez en su exposición -no pudo evitar sacar su vena docente quitándose la chaqueta para impartir una clase con la ayuda de un 'powerpoint'- colocó las cartas encima de la mesa. Esa puesta en escena, con la repetición más de una decena de veces de la palabra transparencia, ya fue un mensaje a navegantes. La Fundación quiere cambiar la forma en la que se explican las cosas en el club y que el socio, accionista y aficionado juzguen si es mejor o peor modelo que el actual. Ayer, el discurso del nuevo presidente fue en pocos minutos tendencia en Twitter. La red social aprobó en lineas generales esa hoja de ruta.
Con una retórica comparativa, que no solo enfrentó el modelo de gestión del Borussia y el Valencia sino el pasado con el futuro de la entidad de Mestalla, es normal que Martínez tuviera algún lapsus, que hizo que bautizará a su compañero Francisco Blasco, curiosamente cuando enfatizó que ningún cargo directivo del club tiene que ser remunerado, como Francisco Roig. Algo que hizo que todos los presentes buscaran con la mirada al 'senyor bunyol', como le calificó en su momento Jaime Ortí.
José María Tomás y Tio asentía desde su asiento mientras escuchaba el razonamiento de Aurelio, que dejó claro en todo momento que el deseo de la Fundación es que el magistrado pueda vestir la camiseta de patrono en algún momento, aunque la 'federación judicial' ha tumbado de forma rotunda la tramitación de su ficha. El médico José Luis Zaragosí llevará las riendas del área social en su ausencia. El galeno ha destacado durante toda su carrera por una proyección solidaria de la medicina. El presidente entrante quiso suavizar en el turno de preguntas el tono crítico con la gestión del 'modelo Llorente' entonando un «lo siento», pero ese balance «mal estructurado» aún resonaba en la cabeza de Andreu.
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