VICENT MOLINS. Hoy "De
tanto elogiarse, Llorente va a acabar diciéndonos que dejó arreglada
la Fundación, que encontró la solución para el Nou Mestalla, que estaba
rodeado de consejeros top que hacían algo más que sonreír..."
VALENCIA. El Valencia cualquier día saldrá de su casa a protestarse ante
su propia puerta y celebrar el primer autoescrache de España. El
Valencia está en uno de esos momentos en el que hace cosas
incomprensibles no se sabe bien si por destino, por invasión de exóticos
incompetentes, o por las dos cosas a la vez. No convendría descartar
que el próximo 4 de junio algún consejero cesante irrumpa en la sesión
de investidura amenazando con la llegada del milenarismo. Apuesto por
García Moreno.
Roberto Soldado, que es el mejor portavoz que Manuel Llorente ha tenido en su vida, reconocía en los últimos días no entender demasiado bien, pese a que es capitán del equipo, lo que le está ocurriendo al club. Se ha perdido entre las subtramas y ya no sabe si está viendo Dallas o Lost.
Roberto Soldado, que es el mejor portavoz que Manuel Llorente ha tenido en su vida, reconocía en los últimos días no entender demasiado bien, pese a que es capitán del equipo, lo que le está ocurriendo al club. Se ha perdido entre las subtramas y ya no sabe si está viendo Dallas o Lost.
Viene siendo prioritario que el Valencia edite una guía para que se le
entienda todo. Un manual sencillo destinado a quienes quieren aprender
por primera vez el idioma de la SAD. El periodista de Ràdio Nou Vicent
Marco proponía, lleno de acierto, que la guía se llame "Valencia CF
para Dummies". A continuación, un primer esbozo de hechos elementales
sobre la realidad de la sociedad deportiva:
- El Valencia está presidido temporalmente por el ex administrador concursal del Levante.
- El Valencia está tutelado por la Generalitat, una institución que, en una mala tarde, decidió poner en la torre de control accionarial del club a personas con intenciones muy distintas. Y claro, a los trece días la torre implosionó.
- El Valencia está tutelado por una autonomía del PP que es muy probable que acabe poniendo a un político del PSOE (Aurelio Martínez) como guardián de las acciones. Es una estrategia innovadora: colocar a adversarios políticos al frente del problemón propio.
- La presidencia del Valencia, lejos de ser una pesadilla, infunde atracción sexual. Amadeo Salvo quiere ser presidente y llenar de voltios la vida del club. Y quiere ser presidente Fernando Gómez Colomer, que sólo habla por Facebook y por cuchicheos, y que, mediante un pase en profundidad, pretende colocar en posición franca a un inversor milmillonario al que -según versión fernadista- las elites valencianas niegan la entrada por miedo a la competencia.
- El jefe de la Diputación de Valencia Alfonso Rus también quiere sentar su cuerpo talla S en el sillón central de Mestalla, al estilo con que los cardenales se ganan el papado: diciendo que ahora no se ve de presidente. "Se está especulando mucho con inversores chinos, rusos... lo de rusos no lo dicen por mí", ha declarado Rus prometiendo que con él el Valencia siempre abrirá la sección de chistes de "Los Manolos".
- Cuando el Valencia estaba presidido por Manuel Llorente (hasta el viernes en que se marchó simuladamente y en diferido), la posibilidad de un inversor parecía una quimera propia de los ingenuos. ¡Quién va a querer invertir en el Valencia! Ha sido dimitir y asomar con seriedad técnica la opción inversora.
- Y es que en el Valencia, a diferencia de España, se dimite mucho. Manuel Llorente lo hizo de forma consecuente. Nunca había dejado que nadie metiera las narices mientras cocinaba y al primer intento de convertirlo en pinche se quitó el mandil. Federico Varona quiso ser chef pero al querer cambiarle la receta, abandonó la cocina. Varona quedará para la historia como el hombre de la 'guerra de los 13 días' que, mediante inmolación, se llevó por delante a Llorente.
- El Valencia desconoce cuál será su próximo modelo de negocio. Si austericidio o comprador generoso allende la península. Teniendo en cuenta las experiencias de inversores extranjeros en el fútbol español, es una disyuntiva entre la inanición o el veneno.
- El Valencia, como Marc Ostarcevic cuando lo dejó con Norma Duval, tiene una tendencia ocasional a echar de menos a sus ex. Ya echa un poco de menos a Manuel Llorente, convertido con el paso de los días en un presidente nuevo. De tanto elogiarse, Llorente va a acabar diciéndonos que él dejó arreglada la Fundación pero se la estropearon, que él encontró la solución para la reanudación del satelital Nou Mestalla pero Varona le jodió el plan, que él estaba rodeado de consejeros top que hacían algo más que sonreír. Llorente mira sus fotos como presidente del Valencia y se ve con una caballera sobre la cabeza que ni la de Jonas.
- El Valencia también a veces echa de menos a Unai, aunque luego curiosea con los datos y encuentra que a estas alturas, y a pesar de no disputar buena parte de la primera vuelta, tiene más puntos de los que tenía la temporada pasada Unai. Con la diferencia de que el Atlético de Madrid sí ha comparecido y encima se nos ha metido una Real Sociedad en el ojo.
- El Valencia, aunque no lo parezca, tiene un equipo de fútbol. Y éste todavía no ha definido su estilo. No se sabe si juega con foulard y bermudas blancas o con chupa canalla y tufo a tabaco. Valverde ha devuelto parte del alma competitiva, ha conseguido que sea el mejor equipo del mundo desde el minuto 90 al 93, pero los jugadores se siguen cayendo durante parte de los partidos como si se hubieran cansado de clasificarse entre los cuatro primeros.
- El Valencia quiere valencianizarse, pero a este paso va a valencianizar al Barça.
- El Valencia, si no consigue al menos 4 puntos en los próximos dos partidos, estará presentando su dimisión irrevocable como equipo Champions para la próxima temporada.
El Valencia, por si no ha quedado claro, es un club prodigiosamente entretenido.
- El Valencia está presidido temporalmente por el ex administrador concursal del Levante.
- El Valencia está tutelado por la Generalitat, una institución que, en una mala tarde, decidió poner en la torre de control accionarial del club a personas con intenciones muy distintas. Y claro, a los trece días la torre implosionó.
- El Valencia está tutelado por una autonomía del PP que es muy probable que acabe poniendo a un político del PSOE (Aurelio Martínez) como guardián de las acciones. Es una estrategia innovadora: colocar a adversarios políticos al frente del problemón propio.
- La presidencia del Valencia, lejos de ser una pesadilla, infunde atracción sexual. Amadeo Salvo quiere ser presidente y llenar de voltios la vida del club. Y quiere ser presidente Fernando Gómez Colomer, que sólo habla por Facebook y por cuchicheos, y que, mediante un pase en profundidad, pretende colocar en posición franca a un inversor milmillonario al que -según versión fernadista- las elites valencianas niegan la entrada por miedo a la competencia.
- El jefe de la Diputación de Valencia Alfonso Rus también quiere sentar su cuerpo talla S en el sillón central de Mestalla, al estilo con que los cardenales se ganan el papado: diciendo que ahora no se ve de presidente. "Se está especulando mucho con inversores chinos, rusos... lo de rusos no lo dicen por mí", ha declarado Rus prometiendo que con él el Valencia siempre abrirá la sección de chistes de "Los Manolos".
- Cuando el Valencia estaba presidido por Manuel Llorente (hasta el viernes en que se marchó simuladamente y en diferido), la posibilidad de un inversor parecía una quimera propia de los ingenuos. ¡Quién va a querer invertir en el Valencia! Ha sido dimitir y asomar con seriedad técnica la opción inversora.
- Y es que en el Valencia, a diferencia de España, se dimite mucho. Manuel Llorente lo hizo de forma consecuente. Nunca había dejado que nadie metiera las narices mientras cocinaba y al primer intento de convertirlo en pinche se quitó el mandil. Federico Varona quiso ser chef pero al querer cambiarle la receta, abandonó la cocina. Varona quedará para la historia como el hombre de la 'guerra de los 13 días' que, mediante inmolación, se llevó por delante a Llorente.
- El Valencia desconoce cuál será su próximo modelo de negocio. Si austericidio o comprador generoso allende la península. Teniendo en cuenta las experiencias de inversores extranjeros en el fútbol español, es una disyuntiva entre la inanición o el veneno.
- El Valencia, como Marc Ostarcevic cuando lo dejó con Norma Duval, tiene una tendencia ocasional a echar de menos a sus ex. Ya echa un poco de menos a Manuel Llorente, convertido con el paso de los días en un presidente nuevo. De tanto elogiarse, Llorente va a acabar diciéndonos que él dejó arreglada la Fundación pero se la estropearon, que él encontró la solución para la reanudación del satelital Nou Mestalla pero Varona le jodió el plan, que él estaba rodeado de consejeros top que hacían algo más que sonreír. Llorente mira sus fotos como presidente del Valencia y se ve con una caballera sobre la cabeza que ni la de Jonas.
- El Valencia también a veces echa de menos a Unai, aunque luego curiosea con los datos y encuentra que a estas alturas, y a pesar de no disputar buena parte de la primera vuelta, tiene más puntos de los que tenía la temporada pasada Unai. Con la diferencia de que el Atlético de Madrid sí ha comparecido y encima se nos ha metido una Real Sociedad en el ojo.
- El Valencia, aunque no lo parezca, tiene un equipo de fútbol. Y éste todavía no ha definido su estilo. No se sabe si juega con foulard y bermudas blancas o con chupa canalla y tufo a tabaco. Valverde ha devuelto parte del alma competitiva, ha conseguido que sea el mejor equipo del mundo desde el minuto 90 al 93, pero los jugadores se siguen cayendo durante parte de los partidos como si se hubieran cansado de clasificarse entre los cuatro primeros.
- El Valencia quiere valencianizarse, pero a este paso va a valencianizar al Barça.
- El Valencia, si no consigue al menos 4 puntos en los próximos dos partidos, estará presentando su dimisión irrevocable como equipo Champions para la próxima temporada.
El Valencia, por si no ha quedado claro, es un club prodigiosamente entretenido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario