El patronato entiende que las negociaciones con el técnico son tarea del nuevo consejo, cuyo modo de elección sigue sometido a debate
M. RODRÍGUEZ | VALENCIA..-
M. RODRÍGUEZ | VALENCIA..-
Quién entrenará al primer equipo la próxima temporada es ahora un problema secundario en el Valencia. Así lo entiende el máximo accionista del club, el patronato de la Fundación, que ha aparcado la renovación de Ernesto Valverde. Este procedimiento implica un giro de 180 grados, después de que se haya producido incluso una reunión entre Amadeo Salvo y Braulio Vázquez para diseñar la estrategia a seguir con el agente. Hasta se había dado ya por buena la propuesta que realizó al representante del extremeño, Iñaki Ibáñez, el expresidente Manuel Llorente antes de presentar su dimisión.
Pero es que a Valverde se le nota hastiado por la inestabilidad que vive el Valencia. Lo desliza en cada una de sus intervenciones, desde aquella en la que hizo un guiño para seguir horas antes del adiós de Llorente hasta el postpartido de Cornellà. «La situación del club no es la adecuada y estos jugadores siempre dan la cara», dijo el técnico tras el 3-3 que aleja el puesto de Champions.
Pero mucho más tajante se mostró el técnico en frío. Cuando no tenía la sangre hirviendo por un encuentro recién concluido y había podido digerir la dimisión de Llorente. Valverde congeló públicamente el asunto de su renovación la pasada semana, en la comparecencia previa al encuentro frente al Espanyol. «Ahora hay una situación de incertidumbre general y global. Lo que toca es que todo se calme un poco, si es posible, porque aquí esto cada semana es una historia diferente», comentó el preparador, quien no se mordió la lengua: «Primero habrá que solucionar un montón de cosas, que todo el mundo se aclare, que todos estemos tranquilos, y luego ya llegará la hora de hablar de ello».
El núcleo duro de la Fundación ha comprendido que debía dar un giro radical al planteamiento inicial: la renovación del entrenador está entre los asuntos que debe tratar el nuevo consejo. Por lo tanto, las negociaciones con Ernesto Valverde han quedado en suspenso hasta que se construya ese equipo directivo y se elija al presidente en el Valencia.
No quiere decir esto que en el patronato haya división sobre si Ernesto Valverde es o no el técnico idóneo para preparar al Valencia. Es más, en principio no existe tal debate: hay una intención unánime de renovarlo... si existe acuerdo. Claro está, se habla de una de las partes -la del club-, pero hay que contar también con el entrenador.
En la Fundación tienen claro que Valverde es un técnico con caché. Lo hizo bien en Athletic y Espanyol, ha ganado todo en Grecia con Olympiakos y su trabajo desde que llegó a Mestalla ha satisfecho a todos. Lo más positivo: que ha ilusionado a la afición, algo que no consiguió Emery en cuatro años ni por supuesto Pellegrino. En el patronato comprenden, asimismo, que el preparador quiera saber con qué Valencia se encontraría cuando regresase de vacaciones a finales de julio.
De todas formas, ahora el asunto del nuevo entrenador es secundario. En estos momentos toca elegir al presidente, y antes de ello ponerse de acuerdo en cómo hacerlo. Mientras Federico Varona sigue enrocado en su idea de democratizar el club, en el patronato suenan con fuerza las voces que desaconsejan esta medida ahora.
Hay una corriente que aboga por nombrar a un nutrido consejo integrado por empresarios de prestigio, profesionales y gente de fútbol... pero que lo elija la Fundación como accionista mayoritario. Asimismo, el patronato tiene diseñado un plan estratégico para aplicar al Valencia, en el que la deportiva es una de las parcelas. Y si se ejecuta finalmente esta segunda opción, será el nuevo presidente el que deba presentar el proyecto a Valverde y convencerle de que continúe.
Dentro de la complejidad del 'asunto Valverde' hay que tener en cuenta también la postura del consejo en funciones. Y la directiva presidida por Manuel Llorente estaba deseando que el técnico estampara su firma en el nuevo contrato. La versión es la de todos los temas importantes: no interferir en el nuevo rumbo que va a tomar el club pero tampoco quedarse parados. Otro culebrón dentro del culebrón.
Llama la atención que hace poco más de una semana, cuando Llorente y Varona se entrevistaron en el club, el tema estrella era el de la renovación de Valverde. El presidente de la Fundación ya reconoció aquel día contactos con Bankia... y ese es precisamente el asunto al que se da prioridad.
En el patronato se subraya abiertamente que el acuerdo con el banco para refinanciar los dos préstamos -el de la Fundación y el del club- es básico para la viabilidad del Valencia. Más aún cuando se ha puesto complicado, que no imposible, el acceso a la Champions.
Si el equipo consigue al final el cuarto puesto, Valverde será considerado por la afición poco menos que un héroe. Para el nuevo consejo, por tanto, renovarlo sería la mejor forma de arrancar. Pero, claro está, los dos próximos partidos se antojan vitales para conseguir este objetivo.
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