Dos semanas después de haberse cerrado la temporada en Sevilla los cambios empiezan a hacerse notar en el club
EFE
El cambio de ciclo en el Valencia CF ha empezado a cobrar forma pocos días después de la llegada de Amadeo Salvo a la presidencia del club y de Miroslav Djukic a su banquillo, a los que se han unido Francisco Pérez "Rufete" como director de la escuela del club y Luis Cervera, como director general.
Hace dos semanas, el club se jugaba en Sevilla la participación en la próxima edición de la Liga de Campeones con Vicente Andreu y Manuel Llorente como principales gestores de la entidad, Ernesto Valverde como entrenador, y David Albelda sobre el césped en el que fue el último partido de los casi quinientos con el Valencia.
A día de hoy, todos ellos han pasado a la historia del club, en la que Albelda, uno de los jugadores más importantes de la historia de la entidad en la que ha militado durante quince temporadas, quedará por encima de todos.
El Valencia ha cerrado un ciclo que ha durado exactamente cuatro temporadas, ya que desde los cambios del verano de 2009, no había vivido una transformación tan profunda en su estructura como la de este año.
El 7 de junio de 2009 llegó Manuel Llorente, cuyo mandato se ha prolongado casi cuatro años. Fue presidente hasta el 5 de abril de 2013 y permaneció en el consejo de administración, con Vicente Andreu como presidente en funciones hasta el pasado día 4.
Durante estos años, el proyecto valencianista estuvo marcado por la necesidad de jugar en la Liga de Campeones, reducir la deuda y vender a jugadores emblemáticos, entre los que destacaron David Villa, David Silva, Juan Mata y Jordi Alba, así como por la imposibilidad de reanudar las obras del estadio.
La adquisición del paquete mayoritario de acciones del club por la Fundación Valencia CF en el verano de 2009 planteó un nuevo modelo de sociedad.
En este modelo ha estado en el origen del cambio actual, al no haber podido abonar la Fundación el pago del préstamo que obtuvo de Bankia, avalado por la Generalitat, para comprar los títulos.
Estos problemas económicos han generado el cambio que se ratificó en la junta de accionistas del día 4. Amadeo Salvo fue elegido presidente y casi de inmediato tuvo que fichar a Djukic ante la negativa de Valverde a seguir en el club.
Ahora, con el nuevo técnico afronta el Valencia un proyecto condicionado por la no participación del equipo en la Liga de Campeones.
Con un nuevo consejo de administración conformado por profesionales cualificadas en sus especialidades pero ajeno a la gestión del fútbol, la importancia dada a la cantera se ratifica con la llegada del ex valencianista Rufete a la dirección de la escuela y la de Cervera a la dirección general de la entidad.
Cervera inicia su trabajo en el club este lunes. Llega como especialista en la gestión del deporte, en el que ha trabajado desde el ámbito público en el ayuntamiento de Valencia. Ahora comienza su inmersión en el mundo del fútbol profesional.
El proyecto de los nuevos gestores se centra en la reducción de la deuda, la finalización de las obras del nuevo estadio, detenidas desde febrero de 2009, y la combinación entre cantera y estrellas para buscar el éxito deportivo.
Se trata de una propuesta formalmente impecable, pero que estará condicionada por las circunstancias del mundo del fútbol, en el que los planteamientos de gestión y las circunstancias competitivas no van siempre unidos.
Vender activos inmobiliarios, reducir costes, buscar nuevas fuentes de ingresos y el regreso de la afición al estadio están entre los objetivos del club, que en lo deportivo afrontará la campaña 2013-2014 lastrado por no jugar la Liga de Campeones, pero como tercer equipo de la clasificación histórica de la Liga.
Además, el Valencia es el último club que, al margen de Barcelona y Real Madrid, ha ganado la Liga española. Lo consiguió en 2004 y desde entonces su distancia económica con esos equipos lejos de reducirse se ha ampliado. De tener la mitad del potencial económico ha pasado a tener la sexta parte.
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