El presidente del patronato niega que exista "una confrontación" entre las partes y reconoce que todos los procesos de cambios son "difíciles"
J. M. B. VALENCIA
El presidente de la Fundació Valencia CF, Aurelio Martínez, aseguró ayer que no existen confrontaciones con el Consejo de Administración del club, pero sí "distintos puntos de vista sobre la gestión". En declaraciones a Levante-EMV, el responsable económico del patronato quiso quitar hierro a las últimas diferencias surgidas entre las dos partes, después de que el pasado miércoles se evidenciara nuevas desavenencias entre los dos órganos rectores.
El patronato tuvo constancia, en la reunión en la que Amadeo Salvo salió votado como candidato a la presidencia del club de cara a la junta general de accionistas del 4 de junio, de la carta recibida de la empresa de auditorías KPMG, a la que la Fundación ha encargado una "due dilligence" para conocer con detalle las cuentas del club. En escrito, la auditora informó al patronato de una supuesta negativa del Valencia a entregar los datos económicos de la gestión, así como a pagar los gastos, que suben a 180.000 euros. El Valencia ofreció una versión distinta. "No hay una confrontación, pero sí es evidente que tenemos distintos puntos de vista. La polémica sobre a quién le corresponde pagar el informe de auditoría, la supuesta información parcial recibida por el club y el ofrecimiento de una prima de 3,4 millones de euros a los futbolistas para la clasificación para la Liga de Campeones han sido los últimos motivos de distanciamiento. Aurelio Martínez lanza, sin embargo, un mensaje de tranquilidad. "Estamos en un proceso de cambios y es normal que se produzcan diferentes opiniones", explicó. "A mí me gustaría que cuando todo esto termine, nos viésemos por la calle y nos saludáramos como antes", dijo en relación a Manuel Llorente y al resto de consejeros.
"A nosotros nos hubiese gustado, por ejemplo, que KPMG hubiese recibido toda la información que le ha requerido al Valencia, porque necesitamos la auditoría para adelantar plazos. El club dice que todo fue entregado en un CD y que el lunes han quedado para entregar toda la información urbanística. Tenemos que creerlo", dijo el presidente de la Fundación, quien insiste en que el pago de la "due dilligence" debería correr a cargo del Valencia. "Nosotros queremos adelantar los plazos para que los inversores interesados en el nuevo estadio tengan lo antes posible la información. El Consejo de Administración entiende que tenemos que pagarlo, pero desde la Fundación entendemos lo contrario", explicó.
Aurelio Martínez reconoce que la situación social del Valencia es, en este periodo de metamorfosis, es "difícil, como en todos los procesos de cambios". El mejor ejemplo , asegura, está en la polémica decisión del club de ofrecer un incentivo a la plantilla, que no estaba contemplado en el presupuesto. "Entiendo que es una decisión muy difícil porque siempre se le puede dar la vuelta. Está claro que ellos tienen esas competencias", explica.
El patronato tuvo constancia, en la reunión en la que Amadeo Salvo salió votado como candidato a la presidencia del club de cara a la junta general de accionistas del 4 de junio, de la carta recibida de la empresa de auditorías KPMG, a la que la Fundación ha encargado una "due dilligence" para conocer con detalle las cuentas del club. En escrito, la auditora informó al patronato de una supuesta negativa del Valencia a entregar los datos económicos de la gestión, así como a pagar los gastos, que suben a 180.000 euros. El Valencia ofreció una versión distinta. "No hay una confrontación, pero sí es evidente que tenemos distintos puntos de vista. La polémica sobre a quién le corresponde pagar el informe de auditoría, la supuesta información parcial recibida por el club y el ofrecimiento de una prima de 3,4 millones de euros a los futbolistas para la clasificación para la Liga de Campeones han sido los últimos motivos de distanciamiento. Aurelio Martínez lanza, sin embargo, un mensaje de tranquilidad. "Estamos en un proceso de cambios y es normal que se produzcan diferentes opiniones", explicó. "A mí me gustaría que cuando todo esto termine, nos viésemos por la calle y nos saludáramos como antes", dijo en relación a Manuel Llorente y al resto de consejeros.
"A nosotros nos hubiese gustado, por ejemplo, que KPMG hubiese recibido toda la información que le ha requerido al Valencia, porque necesitamos la auditoría para adelantar plazos. El club dice que todo fue entregado en un CD y que el lunes han quedado para entregar toda la información urbanística. Tenemos que creerlo", dijo el presidente de la Fundación, quien insiste en que el pago de la "due dilligence" debería correr a cargo del Valencia. "Nosotros queremos adelantar los plazos para que los inversores interesados en el nuevo estadio tengan lo antes posible la información. El Consejo de Administración entiende que tenemos que pagarlo, pero desde la Fundación entendemos lo contrario", explicó.
Aurelio Martínez reconoce que la situación social del Valencia es, en este periodo de metamorfosis, es "difícil, como en todos los procesos de cambios". El mejor ejemplo , asegura, está en la polémica decisión del club de ofrecer un incentivo a la plantilla, que no estaba contemplado en el presupuesto. "Entiendo que es una decisión muy difícil porque siempre se le puede dar la vuelta. Está claro que ellos tienen esas competencias", explica.
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