El entrenador serbio tiene previsto anunciar hoy que no cumplirá el año de contrato que le queda aún con el Valladolid
JUAN CARLOS VALLDECABRES | VALENCIA..-
JUAN CARLOS VALLDECABRES | VALENCIA..-
La pirueta que ha hecho Ernesto Valverde para enrocarse en sí mismo supera ya la incertidumbre que hay por saber si finalmente el Valencia será capaz este sábado de meterse en Champions. Después de que el entrenador anunciara por iniciativa propia que el cara a cara con Salvo queda congelado hasta después del partido de Sevilla, en el Valencia y también en la propia Fundación crece la sensación con el paso de las horas de que hay que empezar a plantearse posibles escenarios alternativos.
Ni en el club ni en el seno del patronato saben con absoluta seguridad si Valverde va a decir finalmente que prefiere un cambio de aires, pero existen ya iniciativas en previsión de que así ocurra. El interés del FC Barcelona en él es algo que contempla Valverde desde hace más de un año, justo cuando la etapa Guardiola estaba tocando a su fin.
Por eso, el nombre de Miroslav Djukic vuelve a asomarse a la realidad valencianista, quizás de una forma más importante. Si hace un año el Valencia lo tenía como favorito tras ventilarse el consejo a Emery, la posición del técnico serbio se encuentra en estos momentos mucho más próxima que nunca.
Al fin y al cabo, Djukic le gustaba hace un verano a Braulio Vázquez y su opinión sobre él no ha variado lo más mínimo. Quizás incluso ha mejorado por el simple hecho de haber acumulado un año en Primera. De no haber mediado la decisión de Llorente de traerse a Pellegrino, Djukic podría encontrarse ahora preparando el trascendental partido del Sánchez Pizjuán y no el que disputa su actual equipo en Mallorca.
Hoy, por ejemplo, Djukic tiene previsto hablar en Valladolid para comunicar públicamente que se marcha del club pucelano. Le queda un año más de contrato y una cláusula de unos 400.000 euros que lo liberaría pero en Valladolid se da por hecho de que el encuentro del sábado será el último. Djukic dirá esta mañana que no sigue pero es más que probable que no vaya a desvelar todavía cuál va a ser su destino.
Y ante esto hay dos formas de interpretar la postura del exvalencianista. O no dice dónde va por respeto porque la Liga, en definitiva, todavía no ha concluido y hay que cuidar las formas o porque realmente no lo sabe con certeza. Puede acabar en el Benfica pero también en el Valencia. Ante estos dos supuestos, por Mestalla lo tienen bastante claro: «No va a tener ningún problema en esperar y si tuviera que elegir escogería el Valencia porque tiene muchas ganas de venir».
De la misma forma que se valora el trabajo de Valverde y siempre se ha dicho que encaja en un grupo con las necesidades y exigencias del Valencia, existe la impresión de que a Djukic no le va a importar acomodarse a la actual situación que se vive actualmente en el seno valencianista.
El serbio es consciente de que esa espera puede tener el premio más deseado. Por un lado hay un entrenador como Valverde que ha manejado a su criterio el tema de su renovación durante las últimas semanas. Por otro, el martes se cierra -al menos de forma aparente- uno de los ciclos más convulsos de la entidad con la elección de un nuevo consejo de administración.
A partir de ese instante, el Valencia entrará en una nueva dinámica. Valverde llegó bajo el mandato de Manuel Llorente, con quien por cierto ha coincidido dejándose fotografiar en menos de 24 horas en dos ocasiones. La primera en la comida que celebró la plantilla el martes invitados por el consejo y otra ayer en el acto organizado por SEAT (patrocinador) en Cheste.
Lo del entrenador matiza de alguna manera también los planes valencianistas de echarle el lazo a futbolistas interesantes. Valverde no juega igual que Djukic, por ejemplo, en el dibujo del centro del campo. Aún así, habrá que prestar atención a ver qué equipos son los que descienden de categoría. Siempre es más fácil comprar a alguien que acaba de bajar.
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