El futuro presidente del Valencia afronta la tarea de formar una directiva "plural y potente"
ALEJANDRO ZAHÍNOS
Quedan menos de dos semanas para que Amadeo Salvo sea elegido presidente del nuevo Consejo del Valencia pero, tras recibir ayer el encargo del patronato para buscar los siete consejeros que dirigirán el club desde el 4 de junio, aseguraba que aún no tiene ningún nombre tachado en la lista. «En ese sentido hemos sido muy opacos, no hemos querido decidir nada hasta que no se aprobara en el patronato», declaró Salvo a los micrófonos de Canal 9. Desde ese mismo instante el aún patrono debe formar el grupo que la Fundación ratificará los días previos a la junta general. Pese a que tiene plenos poderes en el proceso y la aprobación del consejo es un mero trámite, Amadeo Salvo mantiene cierta cautela cuando ya se refieren a él como «presidente».
Salvo añadía que es consciente de que el «tiempo es limitado» para formar el nuevo equipo de trabajo, y desde ayer mismo se encargará de buscar ese «Consejo plural» que mandan los estatutos del patronato. Reiteró Salvo que será «un Consejo potente» y, pese a que insiste en que no tiene ningún fichaje para ese equipo de trabajo, hay varios nombres de exvalencianistas en la órbita del nuevo organigrama. Sin embargo, lo único que Salvo manifestó al respecto es que «en el Consejo cabe todo el valencianismo». «No hemos elegido nada por respeto a todo el mundo, al Consejo que está ahora, que desarrolla sus funciones al cien por cien», incidió.
También se refirió a la necesidad de que Bankia refinancie la deuda para que la nave valencianista pueda seguir a flote. «Sin refinanciación la viabilidad es nula porque tenemos una deuda muy grande», aseguró.
«No tocar piezas clave»
Sobre el primer equipo, el futuro presidente mantiene la intención de no tocar ninguna de las piezas claves del equipo. «Es un objetivo prioritario», señaló, y añadió que sin el pilar de una plantilla entre las mejores de la liga, el resto del proyecto comenzaría cojo. «No podemos incrementar la cantera y los objetivos comerciales, ni poner en marcha el estadio si no tenemos un primer equipo potente», apuntó. Sin embargo, dejó una puerta abierta a cambios de planificación cuando se analicen las cuentas del club.
Sobre el primer equipo, el futuro presidente mantiene la intención de no tocar ninguna de las piezas claves del equipo. «Es un objetivo prioritario», señaló, y añadió que sin el pilar de una plantilla entre las mejores de la liga, el resto del proyecto comenzaría cojo. «No podemos incrementar la cantera y los objetivos comerciales, ni poner en marcha el estadio si no tenemos un primer equipo potente», apuntó. Sin embargo, dejó una puerta abierta a cambios de planificación cuando se analicen las cuentas del club.
En el repaso de nombres propios, Salvo se refirió a una de esas figuras claves del Valencia: David Albelda. El capitán afronta el que podría ser su último partido en Mestalla y su nombre es uno de los grandes asuntos a resolver por la dirección deportiva. «Albelda es un jugador extraordinario», afirmó el patrono, pero no quiso entrar a valorar su renovación. «Son temas técnicos, no soy yo quién, ni tengo la información, ni la capacidad», se excusó Salvo. En ese sentido, delegó la decisión de renovar al capitán en el «futuro entrenador» y en Braulio Vázquez, quien seguirá siendo el director deportivo del Valencia cuando entre el nuevo Consejo.
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